Ruego al amable lector que se imagine qué nos parecería esta noticia. El Real Madrid, convencido de pronto de que está muy bien rejuvenecer su plantilla, ofrece a los jugadores de más de veintiocho años la posibilidad de jubilarse con el cien por cien de su salario. Ante la objeción de que muchos de los futbolistas con esa edad están en lo mejor de su rendimiento y en su plena madurez como deportistas, el presidente del equipo contesta que también hay que mirar que así las arcas del club se ahorran unos buenos dineros, pues el grueso de la jubilación lo paga la Seguridad Social y ellos sólo ponen la diferencia. En resumen, que es buen negocio que, por ejemplo, se acoja a la jubilación Casillas, que acaba de cumplir los veintiocho.
Pensaríamos que esos dirigentes se han vuelto locos y que su equipo irá de cráneo. Entonces, ¿por qué nos parece tan estupendo y tan natural que las universidades españolas –como la de León- estén ofreciendo prejubilaciones con el cien por cien de la remuneración a los catedráticos o profesores titulares con más de sesenta años? ¿Por qué, después de mucho invertir medios públicos para su larga formación como investigadores y docentes, se les muestra la puerta de salida justo en el instante en que tocaría sacarles su mejor rendimiento? Respuesta que desde los rectorados se da: porque así se ahorran unos euros, ya que económicamente trae más cuenta contratar a un licenciado mileurista o encargar las clases a un profesional que cobre por horas y se largue luego a lo suyo. O sea, como si el Madrid dijera que es más rentable despedir a Raúl o Casillas y fichar por cuatro reales a unos cuantos del equipo de casados de Ciempozuelos; o que, si se quedan sin porteros, juegue de guardameta algún delantero centro que sobre.
¿Por qué los equipos de fútbol no lo hacen y las universidades sí? Porque a los que rigen la educación universitaria, del Ministerio hasta el último mono, la calidad real de las universidades y de su enseñanza e investigación les importa un bledo. Y a la sociedad menos aún. A diferencia del fútbol. Primero inflaron las plantillas sin tasa ni control y ahora se deshacen de los más expertos al grito de aquí sobra gente y hay que economizar. La monda.
Pensaríamos que esos dirigentes se han vuelto locos y que su equipo irá de cráneo. Entonces, ¿por qué nos parece tan estupendo y tan natural que las universidades españolas –como la de León- estén ofreciendo prejubilaciones con el cien por cien de la remuneración a los catedráticos o profesores titulares con más de sesenta años? ¿Por qué, después de mucho invertir medios públicos para su larga formación como investigadores y docentes, se les muestra la puerta de salida justo en el instante en que tocaría sacarles su mejor rendimiento? Respuesta que desde los rectorados se da: porque así se ahorran unos euros, ya que económicamente trae más cuenta contratar a un licenciado mileurista o encargar las clases a un profesional que cobre por horas y se largue luego a lo suyo. O sea, como si el Madrid dijera que es más rentable despedir a Raúl o Casillas y fichar por cuatro reales a unos cuantos del equipo de casados de Ciempozuelos; o que, si se quedan sin porteros, juegue de guardameta algún delantero centro que sobre.
¿Por qué los equipos de fútbol no lo hacen y las universidades sí? Porque a los que rigen la educación universitaria, del Ministerio hasta el último mono, la calidad real de las universidades y de su enseñanza e investigación les importa un bledo. Y a la sociedad menos aún. A diferencia del fútbol. Primero inflaron las plantillas sin tasa ni control y ahora se deshacen de los más expertos al grito de aquí sobra gente y hay que economizar. La monda.
PD.- Articulillo enviado para la columna del próximo jueves en El Mundo de León. La extensión de la columna no da para más, pero podemos aquí debatir lo que haga falta sobre matices y diferencias.
10 comentarios:
Absolutamente de acuerdo con el fondo y con el acertado símil. Y siento que la columna de El Mundo sea tan corta porque podríamos insistir con otras semejanzas: ¿qué pasaría en los hospitales, en los quirófanos si se adoptara la misma idea? ¿Y en las orquestas? Pocos sectores resisten ese criterio. Quizá, la política de rejuvenecer las plantillas en los grandes comercios. ¿Pero es ya la Universidad una anodina superficie comercial? En fin, resulta descorazonador esa actitud de los responsables universitarios y de que se autorice por las Administraciones responsables ese gasto público.
En la Universidad de Sevilla lleva funcionando ya varios años el sistema. Es que somos muy avanzados. La cuestión fundamental es la voluntariedad de la oferta, la puedes aceptar o rechazar. ¿Quienes son los que la aceptan u porqué?. Conozco a algunos de los que la han aceptado, no a muchos, y creo poderlos dividir en dos grupos: Los que la aceptan por dinero, ya que se aumenta sustancialmente los ingresos, se pasa a cotizar desde el 30 por ciento al 18, y los que la aceptan porque ya no soportan más la degradación acádemica a que está llegando la Institución. De entre estos últimos hay una persona a la que conozco muy bien que ha decidido solicitarla el año que viene.
Si te estabilizas en el trabajo, lo haces con 40.
Te jubilas con 60.
Somos gilipollas por haberlo permitido sin antes colgar de los pulgares a algún rector que otro.
Es que en los últimos veinte años han cambiado las reglas del juego tres o cuatro veces. La excelencia académica ha pasado de ser medida por la generación de Conocimiento a ser medida por la generación de gestión.
Yo algunas veces me equivoco con estos malditos teclados y pongo reptores en vez de rectores.
El ejército español prejubiló, bajo la denominación de Reserva Transitoria, a tropecientos mil Oficiales y Suboficiales, algunos de ellos con 28 años recién ascendidos a capitanes de la Escala Activa.
La Compañía Telefónica Nacional de España ha prejubilado a miles de especialistas a lo largo de los últimos 20 años, para subcontratar posteriormente, la actividad que los prejubilados desempeñaban, a empresas de la órbita de algunos magos de la ingeniería financiero-laboral. La media de edad de los prejubilados debe de rondar los 52 años.
Los bancos llevan 20 años prejubilando a todo bicho viviente de más de 50 años, pues como todo el mundo sabe a partir de esa edad uno es incapaz de echar más de 5 polvos al día. Posteriormente esos puestos son cubiertos por jóvenes licenciados, con condiciones salariales convenientemente aligeradas.
Todo ello debe de formar parte de un proyecto secreto, que bien podía denominarse "A Tomar por el Culo el Know-How", o algo así.
Ostras, querido Lopera, le cito esa frase sobre la evaluación de la excelencia.
(¿Cómo se citará? ¿IN THE NEST, 2009?)
ATMC cíteme como quiera, incluso como Del Nido. Ah!, a ver si así sube mi indice h que últimamente está demasiado estancado.
Y si habla muy en serio, el anfitrión de este blog está autorizado a dar mi nombre de forma privada si lo considera conveniente. Es un tipo de fiar.
Me parece indecente, como cualquier prejubilación, vaya. Máxime cuando no tienen ningún tipo de desgaste, oiga. Es justo lo contrario a lo que hay que hacer ¿será una moda?
Por cierto, la comparación con el fútbol no es demasiado afortunada, no acabo de verlo, no sé.
Un cordial saludo.
¿Pasa algo por que se vayan a casa?
Esos son los antiguos agregados, los idoneos, los de la LRU que el departamento los elegía a ellos, el tribunal (president and secretary, pa que más) y el tema a tratar, los asociados de "reconocido prestigio profesional" que nunca salieron del aula, los ayudantes que debían salir un año fuera de su Uni y nunca salieron, etc, etc, etc, y hablamos de excelencias docentes e investigadoras, con esos métodos de acceso tan poco "endogámicos".
¿De que vamos?.
Esos "excelentes", solo necesitaban ser "obedientinos", pues la Excelencia, Mérito, Capacidad y publicidad, se sustiyó por servilismo, pelotilleo y lameculismo, y oscuridad.
¿Quién hacia carrera si no?
Anónimo:
Dice verdades demasiado rotundas.
¿Cuando empezó a joderse el Perú?
Tomado de las "Conversaciones en la Catedral" M. Vargas Llosa.
¿Tuvo la universidad española alguna oportunidad?.
¿Tiene la universidad española alguna oportunidad?.
Preguntas demasiado retóricas. Lo intentaré de nuevo:
¿Hay alguna posibilidad de que alguna universidad española alcance a estar entre las 20 primeras de cualquier ranking de esos que hay por ahí?.
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