30 junio, 2011

A buenas horas

(Publicado hoy en El Mundo de León)

Parece que el gobierno castellano-leonés quiere dar un tajo del veinte por ciento a los cargos públicos y reducir y controlar el gasto en coches oficiales y comilonas. Bien está y en las mismas andan en todas las comunidades autónomas, en los ayuntamientos y en la Administración central. A los ciudadanos se nos olvida que de aquellos polvos de ellos vienen estos lodos nuestros.

Está haciendo falta alguna explicación más sobre lo que ha pasado en los últimos años. Es muy cómodo apelar a la crisis que todo lo tapa y, si acaso, lanzar un juramento contra la especulación y el capital financiero. Pero no es eso, o no es eso solamente. Si cuando a usted le iban bien las cosas y la fortuna lo mimaba, se gastó sus dineros en lujos y en darle gusto al cuerpo hasta casi reventarlo, luego, cuando vinieron mal dadas, no bastará que se pierda en lamentos y que se apriete el cinturón. A buenas horas, mangas verdes. Usted se habrá labrado su propia suerte, por imprevisor y vivalavirgen.

Pues los políticos y gestores públicos, igual. El país también se nos arruinó por la alegría con que dilapidaron y convirtieron las instituciones en chollo para amiguetes y militantes sin oficio. Bueno será reducir cargos públicos ahora, pero si en momentos tan complicados como estos se puede gobernar sin los que se eliminan, es señal de que nunca hicieron falta. Si hoy nos dicen que va a estar controlado el uso de coches oficiales, será porque ayer imperaba el descontrol. Si ya no se van a poder pagar con la visa oficial ciertas comilonas, tendremos indicio de que antes muchos comían demasiadas veces a nuestra costa.

Esa sí que es la ganga de nuestros políticos. Cuando la economía anda boyante, se lo montan como pachás y no reparan en gastos. Cuando ya nos han puesto en paños menores, dicen que van a ahorrar y siguen quedando como reyes. Debería resultar automáticamente inhabilitado el gobernante que deje su Administración en números muy rojos. Bastaría poner esa condición en la ley. Porque, si no, no hay nada que hacer y los seguiremos votando siempre, a todos: primero porque empeñaron hasta el rosario de nuestra madre y luego porque dicen que van a ahorrar para recuperarlo. ¿Hay o no hay razón para estar indignados?

3 comentarios:

Rogelio dijo...

Hoy un comentarista en el Confidencial proponía dos medidas muy simples, pero que considero muy eficaces al objeto de evitar el continuo expolio al que la sociedad se vé sometida:
- Presupuesto anual base cero.
- Prohibición de generar deuda pública, salvo supuestos de guerra o grandes catástrofes.

Yo añadiría una tercera medida: creación del Cuerpo Nacional de Tíos de la Vara, con un brazo "entreverao" entre Van Damme y Schwarzenegger (en sus buenos tiempos), para que a diario recorriesen los centros de decisión de este bendito terruño y midiesen las costillas de la infinidad de hijos de puta que lo enmierdan.

(España es el segundo pais del mundo, sólo por detrás de China, en número de kilómetros de tren de alta velocidad)

un amigo dijo...

¿Sólo inhabilitados? ¿Y para qué está el Código Penal?

Salud,

Anónimo dijo...

Yo me inclino más por el uso de la guillotina y con retransmitir el evento por televisión, preferentemente en horario infantil para ir educando a las futuras generaciones de políticos.
Pedro
PD: soy muy civilizado, pero si saliese caro lo de la guillotina, entonces la horca, la rueda o el despedazamiento salen más económicos y son igual de educativos.