12 diciembre, 2005

Los desórdenes en Francia. Una entrevista con Alain Finkielkraut y otro desahogo de un servidor

En el periódico alemán Die Welt se publicaba el pasado sábado una larga entrevista con Alain Finkielkraut sobre los incidentes recientes en París y otras ciudades francesas. La entrevista lleva como título el de “Un progrom contra la República”. Naturalmente va en gustos el apreciar o no a este pensador y el compartir o no sus tesis sobre este tema. Pero, como mínimo, a mí me suenan a aire fresco y motivo de reflexión seria, en este mundo nuestro en que todos, de Presidentes para abajo, repiten consignas como papagayos y lugares comunes descomunales.
Y uno se queda pensando que la historia se repite por enésima vez y, de nuevo, legiones de intelectuales ociosos y bien alimentados, de profesores que cobran en dólares y presumen de su buen acento inglés, se abalanzan con auténtica ansia para suplantar la voz de los que en realidad no quieren decir nada, para elevar a ideología liberadora lo que es pura pulsión primaria e incontrolada. La historia europea de los últimos cien años, como mínimo, es la del entusiasmo de los intelectuales presuntos o los burguesitos leídos ante cualquier mastuerzo que proponga y practique la violencia. Siempre ese reparto de papeles, los de las camisas pardas, o rojas, o negras, rompiendo, quemando, agrediendo; los señoritos funcionarios con ínfulas mesiánicas poniendo letra a sus himnos tarados o moraleja a su odio. Muertos, felizmente idos los hitlers y stalins, andan los rebaños profesorales ansiosos de pastor, sedientos de fusta, locos por un amo, necesitados de macho dominante, nostálgicos de castigadores, sedientos de sangre, a ser posible inocente. Una mierda. Esto sí que es, una y otra vez, la traición de los intelectuales. Habrá ciento y un congresos y seminarios para tratar de los disturbios en Francia y volveremos a oír que al quemar coches, destruir tiendas o amedrentar a inocentes transeuntes lo que se expresa es el clamor de los desamparados. Pero ni uno de esos presuntos desamparados justicieros será convocado a una sola de tan sesudas sesiones ni se le pagará por ponencia o comunicación. No, serán aseados y bien orondos seguidores de Bourdieu o albaceas de Foucault u ordeñadores de Derrida los que hablen en su nombre y cobren por ello. Impostores. Gandules. Ojalá les quemen el coche y les saqueen la cuenta corriente. A ellos sí, por jetas, por desaprensivos.
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Bueno, a lo que íbamos. Traduzco aquí por mi cuenta, aunque sea un poco pedestremente y sin preocuparme mucho de las reglas de estilo, algunos fragmentos de tal entrevista con Finkielkraut que me parecen particularmente significativos y retadores. Me referiré a lo declarado por Finkielkraut con la inicial F y a las preguntas con P.

F.- En Francia estos desórdenes son relacionados con su aspecto social y se los concibe como manifestación de la irritación de los jóvenes de los barrios periféricos por su situación, contra la discriminación, contra el paro. Pero el problema está en que la mayoría de estos jóvenes son musulmanes negros y árabes. Mire usted, en Francia existen otros grupos de inmigrantes en situación difícil –chinos, vietnamitas, portugueses-, pero no toman parte en los altercados. De ahí que esta revuelta posea un claro carácter étnico-religioso. ¿Cuál es el origen de la revuelta? ¿Es una respuesta de los árabes y los negros al racismo del que son víctimas? No lo creo, pues esta violencia ha tenido precedentes que no pueden ser reducidos solamente a una reacción al racismo francés (...). Son claras muestras del odio a Francia. Todo este odio y esta violencia se han manifestado en los incidentes de estos días. Ver esos desórdenes como reacción al racismo francés equivaldría a cerrar los ojos ante un odio muy extendido, el odio a Occidente (...).
F.- Esta gente ha sido calificada como rebelde o revolucionaria. Esto es lo peor que se ha podido hacer a mi país, Francia, y me siento muy afectado por ello. ¿Por qué? Porque el único camino para acabar con los desórdenes es descalificarlos, avergonzar a sus autores. La vergüenza es la base de toda ética. Pero en lugar de tratar de avergonzar a los autores de esos hechos, les hemos proporcionado legitimidad. Se dice que son “interesantes”, que son “los condenados de la tierra”. Imagínese por un momento que esa gente hubiera sido blanca, como en Rostock, Alemania. De inmediato habría dicho todo el mundo: “el fascismo no puede ser tolerado”. Pero cuando un árabe ataca una escuela es una rebelión. Si lo hace un blanco, es fascismo. Yo no atiendo a colores. Malas acciones son malas acciones, da igual el color de la piel del que esté detrás (...).
P.- Pero el paro en los barrios periféricos es extremadamente alto. Casi el cuarenta por ciento de la gente entre quince y veinticinco años no tienen ninguna oportunidad de encontrar un empleo.
F.- Permítame volver de nuevo al tema escolar. Si los padres lo envían a uno regularmente a la escuela, ¿es normal buscar al mismo tiempo un trabajo? Yo mismo fui enviado a la escuela a aprender. Formación y cultura son valores autónomos. Se va a la escuela a aprender. Ese es el sentido de la escuela. ¿Y qué dicen realmente esos que destruyen escuelas? Su mensaje no es ningún grito de petición de ayuda ni ninguna exigencia de más o mejores escuelas. No, su deseo es destruir todo lo que se interponga entre ellos y el objeto de su codicia. ¿Y cuál es el objeto de su codicia? Dinero, ropas de marca, a veces chicas. Y esto es algo por lo que nuestra sociedad sin duda tiene parte de responsabilidad. Lo quieren todo y lo quieren de inmediato. Y lo que quiere son los símbolos de status de la sociedad de consumo, lo que ven en televisión.
F.- La única manera de luchar contra la discriminación es subir la exigencia en los exámenes y volver a introducir seriedad en la educación. Esa es la única manera. Pero eso no puede decirse.
P.- Muchos de esos jóvenes dicen que el problema es que no se sienten franceses y que Francia no los ve realmente como franceses.
F.- El problema es que ellos mismos deberían verse como franceses. Cuando un inmigrante habla de “los franceses” y quiere con ello decir los blancos, ya hemos perdido. Si su identidad tiene raíces en otra parte y están sólo en Francia de resultas de un cálculo utilitario, estamos igualmente perdidos. Debo añadir que también los judíos comienzan a usar esas expresiones. Los escucho referirse a “los franceses” y no puedo soportarlo. Yo les digo: “si Francia es para vosotros sólo un asunto de utilidad y si vuestra identidad verdaderamente se halla en el judaísmo, deberíais al menos ser honestos con vosotros mismos: iros a Israel”. Pero el problema es aún mayor: vivimos en una sociedad postnacional en la que el Estado es para todos sólo algo utilitario, una especie de gran compañía de seguros. Esta es una evolución que hay que tomar muy en serio.
P.- ¿Qué va a ocurrir en Francia?
F.- No lo sé. Yo estoy desesperado. Por los disturbios y por la manera como se informó de ellos en los medios de comunicación. Los disturbios decrecen, pero ¿qué significa esto? Terminarán ahora, porque hay muchas trabas. Los extranjeros tienen miedo y los traficantes de drogas quieren que retorne el orden. Pero el discurso autocrítico de los que hablan de esclavitud y colonialismo refuerza el sentimiento antirepublicano y los anima. No habrá retorno a la tranquilidad y al orden, sino un regreso a la violencia como rutina.
P.- ¿No queda ya ninguna oportunidad para las ideas?
F.- No. Yo he perdido. Es interesante que a mí actualmente, cuando hablo así como ahora, mucha gente me manifiesta su acuerdo. Mucha. Pero en Francia hay algo: el no querer saber la verdad, cuyo origen está en los sociólogos y los trabajadores sociales, y nadie se atreve a decir algo distinto. La lucha está perdida. Yo quedo atrás, solo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Está muy extendido también en nuestro país(creo que se llama España)esa concepción del estado como Compañía Universal de Seguros. Hace años un profesor nos dijo que los ciudadanos tienen un deber primordial que debería venir en toda Constitución: buscarse la vida por sí mismos; el Estado debe velar por los que no pueden hacerlo o prestar socorro en caso de catástrofe.
En el caso de Francia también veo ese odio por Occidente del que
habla, junto con la frustración infantil de no poder tener todo lo que vemos o acceder al tipo de vida que nos presentan como ideal en algunas series de TV. Seguro que ese mundo virtual ocasiona el efecto llamada al presentar Europa como un paraíso, con fuentes de las que mana leche y miel ... y se accede a maravillosos objetos sólo con desearlos.

Anónimo dijo...

¿qué ha sido garciamado?, calma , sosiego, serenidad, da la impresión de que si se hecha en esos momentos de desahogo a un intedelictual de esos, se lo come de dos bocaos.
¿Por qué cree firmemente que tanto los de extrema derecha y los de la extrema izquierda necesitan de un líder y están sedientos de fusta y ávidos de sangre?
¿Considera qué los disturbios sólo pueden legitimamente producirse en ausencia de libertad, nunca es posible una respuesta violenta del pueblo en democracia aunque sea puntualmente?
Finkielkraut alude en su último párrafo a la verdad, ¿qué verdad?, recuerde que el mismo garciamado según sea el reojo que le mire puede parecer rojo o facha, es que a juicio de Finkielkraut ¿el pueblo francés (blanco y negro) quiere suicidarse?
Opino que cuando los intelectuales hablan de conceptos extraños al pueblo como justicia, verdad, saber, igualdad da la impresión que te van a tangar como cuando empieza el trilero el soniquete : la escondo, la cambio, la muevo y giro el tapón, a la pelotita de Maradona, por 5 te pago 10 y por 100, 200 y ya es cuando entra en acción el gancho ¿y por 5000? pues 10000 responde el que las está burlando y el pringao pone el dedo encima del tapón y ... perdió. Adivine quién es el rata que mueve el trile, quién el gancho y quién el primo, que bien podemos ser nosotros, ¡ah no!,a nosotros nunca, los españoles somos tan inteligentes que nadie nos puede engañar.

Anónimo dijo...

Professor,
qual o seu endereço eletrônico? creio que o que tenho está errado. Estou precisando comunicar-me com o Senhor rapidamente. O meu endereço eletrônico é davidrdantasuol.com.br ou daviddantas13hotmail.com
Grato pela atenção e desculpe por usar o seu blog para esse contato.
David.