25 junio, 2006

N-630: desdoblamiento de la superficialidad. Por Francisco Sosa Wagner.

Imagino que el anuncio del desdoblamiento de la N-630 desatará la protesta de los grupos ecologistas porque lo que se avecina, si esa obra absurda se ejecuta, es una tropelía ambiental de envergadura. Varias bellas reservas del entorno de León y de La Robla (pueblo tan castigado por el “desarrollo”... de otros, que no de La Robla), el Rabizo y el monte de san Isidro entre otras, van a ser literalmente arrasadas para encajar en ella la carretera. ¿Alguien ha pensado ya en esta agresión de una obra que no lleva a ninguna parte porque es un parche fruto de la improvisación y la superficialidad?
¿Dónde están todos los mecanismos previstos en las leyes autonómicas de ordenación del territorio? Porque lo mismo se autoriza a la salida de León un polígono industrial ¡frente a un hospital!, que se otorga licencia para construir dos hoteles de campanillas (uno de ellos inaugurado tan solo hace unos días), ello sin contar con el suelo residencial que ha ido surgiendo a lo largo de la carretera hasta llegar a la gran urbanización proyectada, de nuevo con las bendiciones oficiales, frente a la conocida “venta de la Tuerta”, que ya puede ir recogiendo las máquinas, si la amenaza de la carretera se consolida. Insisto:¿quién manda aquí sobre el territorio? ¿de qué sirven planes, directrices, acuerdos, convenios y protocolos? ¿nadie ha explicado al presidente del Gobierno el desaguisado y el coste en expropiaciones que su proyecto va a desencadenar?
Pues parece que nadie, para desesperación de quienes creemos en los instrumentos jurídicos y urbanísticos, para quienes creemos que el territorio, el suelo sobre el que asentamos nuestras existencias, es uno y solo uno, y no podemos hacer sobre él, al mismo tiempo, una cosa y la contraria. ¿Dónde están las autoridades de la Comunidad autónoma, dónde los alcaldes afectados? Espero que no tarde en aparecer la coordinadora en defensa de unos espacios que son claves como pulmones verdes de la ciudad, como destacados aliviaderos de ocio que desembocan en ese paraje magnífico citado que es el Rabizo.
Siento decirlo y siento denunciarlo porque afecta a una Administración, la estatal, que se halla presidida por un amigo entrañable y porque es él mismo quien ha hecho el anuncio, como si fuera un regalo para esta tierra. Tanta frivolidad, tanta superficialidad, tanta descoordinación, tanto desconcierto acaba ponen los pelos de punta al más templado.
Y más si se piensa la razón por la cual se hace este anuncio disparatado. Que no es sino, a su vez, otra frivolidad, otra superficialidad. Me refiero a la promesa alocada, insensata, hecha por el PSOE, de eliminar el peaje en la autopista del Huerna que conduce a Asturias. En pleno festival de promesas, el propio de las campañas electorales que protagonizan esas organizaciones tan ligeras de equipaje intelectual llamadas partidos políticos, se anuncia la liberación para los usuarios del pago del uso de la carretera. Lo mismo ocurrió en la autopista hacia Astorga, aún recuerdo las manifestaciones de hace pocos años. Todo es bueno para allegar un puñado de votos. Porque estos quedan en el zurrón del partido, pero los compromisos vuelan sin que existan mecanismos para exigir seriedad y responsabilidades. Nadie reparó en un detalle que sabe cualquier alumno de Derecho: y es que, para eliminar el peaje, hay que rescatar la concesión y para rescatar la concesión es preciso indemnizar al concesionario. Lo que desemboca en cantidades que no son calderilla. Pero esto al parecer nadie lo sabía entre aquellos alegres oradores que anunciaron la desaparición del peaje.
Así circulamos: de frivolidad en frivolidad. Hasta que encontremos la curva mortal.

5 comentarios:

Juan Antonio García Amado dijo...

Yo viajo todas las semanas hacia Asturias por la N-630 desde León y puedo asegurar que el tráfico entre León y La Robla es escaso, que por la carretera se va rápida y cómodamente y que maldita la falta que hace una autopista que atraviese esos parajes tan hermosos. Además, el que quiera evitar una parte del peaje de la autopista del Huerna sólo tiene que ir hasta La Magdalena por otra carretera tranquila y en muy buen estado, rodeada de paisaje primoroso, como es la carretera de León a Villablino.
Los juegos de manos de ZP con sus promesas de ignorante osado son como aquello que le ocurrió a uno, que se había prometido en matrimonio con su novia, pero se rajó poco antes del casorio. Cuando ella le fue a pedir explicaciones, él respondió que si era por la cosa de echar unos polvos, él se los echaba igual, sin casarse, faltaría más. Pues el ZP no va a cumplir con su frívola promesa de lo del Huerna, pero nos va a echar, como si nos diera lo mismo, unos polvos de autopista prescindible.

IuRiSPRuDeNT dijo...

Completamente de acuerdo. Tanto la indenmización por dejar sin efecto la concesión. Como la nueva promesa de ZP.

Pero lo que no he llegado a comprender nunca es el peaje León-Astorga.

Lo más alucinante entorno a eso es ver como Algun diputado provincial del PP que voto a favor de este peaje, posteriormente acercandose las elecciones pide recogidas de firmas en su ayuntamiento para la eliminación del peaje. (no hizo una moción o algo parecido) ¿para qué? lo mejor de todo es que coló entre su gente. "Pero cómo nos defiende... pide firmas encontra de su partido..." En fin lo de ZP minucias...

PD: No hay como la política indigena, para sobrevivir entre tanto desaguisado y mantener la moral.

Anónimo dijo...

¿Estaba en el programa del partido o es una "ocurrencia"?

Ricardo Chao Prieto dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en todo. Pero me gustaría recordarle al señor Sosa Wagner que fue el PP quien renovó el contrato a la concesionaria de la autopista. Y por unas cuantas décadas.

Anónimo dijo...

Pues claro que hay que desdoblar esa carretera: porque no hace ninguna falta, y así es cómo se demuestra quién manda. No hay otro poder que el puramente arbitrario. Para sujetarse al Derecho y a la naturaleza de las cosas ¿quién puede estar interesado en gobernar?