31 agosto, 2010

Coherencia política

Llamémoslo Ciudadano, a secas. Resulta que eltal Ciudadano tiene, o considera que tiene, una serie de ideas políticas; esto es, atinentes a la debida configuración de la sociedad y al reparto de bienes y cargas. Ciudadano siempre ha pensado que esas ideas están bien representadas y aceptablemente defendidas por el partido P1, pues precisamente para defender ideas de ese calibre nació tal partido y a tan noble causa dedicaron su vida los fundadores y los mejores personajes de su historia.

Pongamos que esas ideas políticas de Ciudadano se resumen en A, B y C. Últimamente el partido P1, el de los amores de nuestro hombre (o tía, sí), ha andado un poco dubitativo, algo difuminado, parece, pues de A simplemente dice que estaría bien, B no la menciona y de C afirma que es muy similar a J, que es la que propone pese a resultar totalmente opuesta a la otra. En fin, pero habrá que seguir confiando en la gloriosa tradición y en los ilustrados y lustrosos líderes.

De pronto, los supremos dirigentes de P1 cambian de rumbo por completo y se ponen a defender, con gran convicción, que A es un error, que B resulta del todo inviable y que C no tiene pies ni cabeza en estos momentos de la Historia. ¡Eran las tres únicas ideas políticas del amigo Ciudadano! Nuestro personaje se queda cariacontecido, pero sigue votando a ese partido, aunque ahora como mal menor, ya que si gana el partido rival, que es P2, todo puede empeorar. Resulta que, en verdad o a juicio de Ciudadano –que, a los efectos, tanto da- P2 siempre se ha opuesto a A, por considerar que esa idea es errónea, a B, por entender que resulta completamente irrealizable y a C, por estimar que no encajaría esa idea en el momento presente. Pero como hay políticos muy perversos y nada serios, resulta que los cabronazos de P2 ahora se ponen a proclamar a grito pelado las ventajas y verdades de aquellas convicciones de Ciudadano y convocan manifestaciones a favor de A, reuniones para propugnar B y mítines en pro de C. ¡Malditos! Es intolerable que P2 pretenda en este momento subirse al carro de la verdad y la razón, y, como sin duda fingen y algo negro –con perdón- traman, habrá que seguir apoyando a P1 en las urnas.

Para colmo, el brusco cambio de programas y propósitos del partido de los amores de nuestro Ciudadano provocó una fractura interna que acabó en la fundación de un nuevo partido más fiel a las esencias de toda la vida, a A, B y tal. Ah, pero eso colmó la indignación de Ciudadano, que tomó por traición a los viejos ideales su defensa por un partido nuevo, de lo cual sacó más fuerzas y nuevos ánimos para seguir votando a P1 y defendiendo en todo tipo de encuentros y reuniones a su secretario general, pese a que hoy diga exactamente lo contrario que ayer. Porque, a la hora de la verdad y cuando pintan bastos, Ciudadano ha descubierto que él, más que un hombre de ideas, es un tipo servil y sumiso, una piltrafilla, un mandao, un mamporrerito. Se mira al espejo y se dice que sí, que lo importante son las siglas y los eslóganes y que a él nunca lo apearán de sus viejos amores políticos. Con un par. Acto seguido, salió a manifestarse a favor de la pena de muerte, del despido gratuito y de la fidelidad conyugal. Quién se lo iba a decir a él, que se ha pasado media vida creyendo que estaba en contra de tales cosas. Pero el partido necesita votos para evitar que ganen esos cabrones que propugnan el amor libre, y lo primero es lo primero.

(Dedicado, sin ningún respeto, a los dieciocho o veinte millones de españoles que van a seguir votando, impasible el ademán, a quienes siempre votan y les dan por el saco).

5 comentarios:

roland freisler dijo...

Bravo.

AnteTodoMuchaCalma dijo...

Off topic!

Xavier Sala, sobre la exigencia de un examen de catalán a los profesores Universitarios. Hagan abstracción de los gritos de rigor.

un amigo dijo...

Una pregunta adicional, si fuera lícita. Aparte del rito periódico de las elecciones, y los lamentables tics que aquejan a nuestro Ciudadano K en tal trance, descritos jocoso-trágicamente en la entrada ... ¿cómo se comporta el interfecto en la cotidianidad? ¿Participa en algún movimiento, asociación, etc.? ¿En algún que otro foro de internet, quizás? ¿Comunica con sus representantes? ¿Escribe a los periódicos? ¿Es activo en la asociación de padres del colegio de sus críos? ¿Hace algo con o para los trabajadores de su mismo gremio, o en situación análoga a la suya? ¿Cómo habla y de qué habla con sus amigos, vecinos, colegas de trabajo, familiares? ¿Hace algo de voluntariado?

¿Cómo va contrastando sus ideas, afinándolas, comunicándolas, haciéndolas evolucionar? ¿Y cómo intenta ponerlas en práctica?

En resumidas cuentas, ¿cómo hace política, si es que hace?

Salud,

Rogelio dijo...

Por Dios, por la Patria y el Rey murieron nuestros padres.
Por Dios por la Patria y el Rey moriremos nosotros también.

Ahora que Dios falló, que la Patria es un concepto difuso-confuso y que al Rey le quedan pocos telediarios, ya sólo nos queda el Madrid-Barça y el PSOE-PP y como dice la Reina del Pueblo: "Por mi Andreita ¡¡ MAAAAAATO !!".

Anónimo dijo...

No te había leido esta entrada. pero la pregunta es, ¿tu a quién vas a votar? ¿ a que si? pues...así están las cosas. A mi tb me gustaría observar la realidad desde fuera, observador imparcial. Pero tanto ústed como yo, estamos dentro. Usted con ventaja, por supuesto; pero dentro igualmente.