11 marzo, 2013

Perplejidades del día

Una. Echo un vistazo de vez en cuando a una página web de pirateos de libros especializada en novela negra. Está prácticamente todo lo que en español se publica y al español se traduce, las mejores colecciones de ese género se pueden bajar ahí y a la semana o dos semanas de salir al mercado una obra nueva, ya se puede descargar facilísimamente en versión e-pub. No es la única página web de ese estilo que conozco, pero sin duda es la mejor en cuanto a cantidad y calidad del material que ofrece. Tiene, además, otra característica peculiar: contiene mucha publicidad y de los más variados productos, incluida la publicidad de alguna librería en papel. Y digo yo: ¿no se había endurecido aquí la legislación antipirateo? ¿No se suponía que estas páginas iban a desaparecer? Las que yo conozco de este estilo, empezando por ésta a la que me refiero, no sólo no han sido eliminadas, sino que tienen cada vez mejor oferta y, por lo que parece, permiten a sus administradores forrarse cada día más. 

Ni entro ni salgo en la polémica del todo gratis y el creador que se joda y todas esas cosas que dicen los amigos de lo ajeno y los partidarios de que lo de los otros sea de uno aunque uno no tenga nada que darles a los otros. Está bien, cultura a repartir hasta que la cultura se acabe y luego volvamos a empezar. No, mi curiosidad es esta: ¿Por qué los instrumentos de control legalmente establecidos hace pocos años no funcionan y por qué el PP gobernante acaba siendo más tolerante con los enemigos de los derechos de autor que el mismísimo PSOE zapateril? A lo mejor hay administradores de páginas de descarga pasándoles sobres a algunos. ¿Me lo toman a broma? Tiempo al tiempo. Bueno, no, no puede ser: los administradores de esas páginas no son gente corrupta ni amiga de lo ajeno, aunque pongan publicidad en su web y la cobren. Se me olvidaba ese detalle, qué tonto estoy.

Dos. Leo que, en sus tiempos de jefazo de Bankia, Rodrigo Rato le dio por la cara no sé qué contratos del banco a un amigo y socio suyo. De mano me escandalizo otra vez, como cualquier inconsciente esquizofrénico. Y, luego, como cátedro universitario, pienso: ¿y acaso los profesores de universidad no dábamos y damos en los concursos a plazas de profesorado nuestro voto a los discípulos y amigos nuestros por ser ellos quienes eran y aunque valieran menos que los de la competencia? ¿Por qué habría Rato de ser en lo suyo más virtuoso que nosotros en lo nuestro, y máxime si nosotros trabajamos en el sector público y no en el privado?

No sé, hay días en que te preguntas bobadas y pierdes amigos y pareces reaccionario y antiguo. Con lo fácil que es solidarizarse con los palestinos o los aborígenes amazónicos o los idem vascos y seguir en tus trece como si fueras un justiciero total y ricachón superprogre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante reflexión. Eso sí, cuando hable de esta páginas piratas, individualice su url, así podemos repudiarlas, usarlas, o ambas cosas!!! Saludo.

Anónimo dijo...

Es vergonzoso. Debería usted poner la dirección de la pagina web para escarnio público y conocimiento de la autoridad !!!