21 enero, 2007

Entrevista con Víctor Pérez-Díaz. Un ejemplo

En el ABC de hoy viene una entrevista con Víctor Pérez-Díaz. Un ejemplo de claridad y mesura en estos tiempos de incertidumbres desquiciadas. Muy recomendable.
Me quedo con una idea, que formulo a mi manera: para que el sistema democrático funcione es imprescindible la común lealtad de los partidos a las reglas del juego, lo que incluye el no considerar al rival como enemigo ni manipular las discrepancias para convertirlas en odios. Ése es el cemento de la comunidad política que muchos, a un lado y al otro, tratan últimamente de disolver.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No está nada mal. Un ejemplo doble, también, sobre lo que es técnica de entrevista.

Sobre cómo hacer las preguntas, es un ejemplo en negativo, porque menuda colección de preguntas sesgadas, donde el entrevistador intenta desesperadamente poner ya en boca del entrevistado la respuesta.

Sobre cómo responderlas, escabulliéndose con elegancia de esos intentos, se trata de un ejemplo en positivo.

Cada uno se queda con lo que quiere, como ha hecho Juan Antonio. Aprecio sobre todo la crítica de la actual predominancia de lo táctico sobre lo estratégico.

Juan Antonio García Amado dijo...

Querido amigo "Un amigo": estoy de acuerdo contigo en tu apreciación sobre las mañas del entrevistador. Tienes razón en que también en eso puede verse la entrevista como un "modelo".
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Gracias por las buenas palabras, JA.
Lo que considero hasta enternecedor en los modos del entrevistero (¡que además firma!) es que se haya autopublicado las preguntas sin editarlas.

[Ahora que lo escribo me ha venido un escalofrío de horror: ¿y si ya estuvieran editadas? En tal caso, ¿cómo habrían sido las originales?]

Volviendo a la hipótesis más benigna ... es un poco como si Pedro J se hubiese autofilmado con la Exuperancia, como esos (enternecedores, de nuevo) aficionados al autoporno, y hubiese colgado él mismo el video en YouTube, indexado con nombre, apellidos, cargo, y referencia del diario.

¡Qué mundo!

Anónimo dijo...

Sí, la verdad es que la entrevista es un ejemplo. Un ejemplo de idiotizante mezcla de información y patética propaganda por parte del entrevistador, que busca dar al lactolector su papillita política. Y un ejemplo de cómo unas respuestas razonables dejan aún más en evidencia al entrevistador.

Yo he ido al quiosquero a que me devuelva los céntimos pagados por esa página...

Por cierto: este desaforado coincide con ustedes...