09 mayo, 2006

El chapoteo de los intelectuales


Esto escribe Gabriel Zaid (Antología general, México, Oceano, 2004, pág. 267-268). La cita pertenece originariamente a De los libros al poder –2002-):
“El paradigma apareció encarnado por Zola cuando intervino en el caso Dreyfus. En particular, por su carta abierta al presidente de la república, publicada por el diario L´Aurore (13 de enero de 1898) con un título que pasó a la historia: J´accuse. Terminaba con una letanía: Acuso al teniente coronel Du Paty de Clam de haber creado este error por inconsciente y de sostenerlo después con toda clase de maquinaciones; acuso al general Mercier de hacerse cómplice de esta iniquidad; acuso al general Billot de haber tenido en sus manos las pruebas de la inocencia de Dreyfus y de haberlas ignorado por razones políticas; acoso...¿A título de qué se metía el famoso novelista contra las autoridades militares que habían declarado traidor al capitán (francés de origen judío) Alfred Dreyfus, por una supuesta venta de secretos militares a Alemania? El escritor no era judío, ni militar, ni abogado. No tenía competencia en el ramo, ni interés particular que defender. No impugnaba la sentencia por vía jurídica o militar. Fue perseguido legalmente por sus acusaciones, y tuvo que escapar del país, aunque finalmente ganó el caso: Dreyfus fue rehabilitado.Su intervención puso en evidencia que la verdad pública no está sujeta a la verdad oficial; que hay tribunales de la conciencia pública donde la sociedad civil ejerce su autonomía frente a las autoridades militares, políticas, económicas, eclesiásticas, académicas. Mostró la aparición de un cuarto poder, el de la prensa, frente al legislativo, ejecutivo y judicial. Hizo ver que las cosas de interés público (en este caso el antisemitismo) no pueden reducirse a tal o cual interés, competencia, jurisdicción: que la guerra es demasiado importante para dejarla en manos militares, el derecho demasiado importante para dejarlo en manos de abogados”.
Previamente había definido así a teles seres, los intelectuales: “Intelectual es el escritor, artista o científico que opina de cosas de interés público con autoridad moral entre las elites”.
Son historias conocidas, en verdad. Mil veces se ha repetido la aparición de la figura del intelectual en la conciencia pública occidental. El misterio no está ahí, sino en las causas de su desaparición en estas décadas últimas. Es especie a extinguir, y ni siquiera especie protegida.
Miremos a nuestro alrededor, cuántos topamos que cumplan con la mentada definición y que jueguen un papel en algo parangonable a aquel de Zola, con su defensa contra corriente del capitán Dreyfus, contra corriente y contra los poderes más pujantes y contra el prejuicio general y, sobre todo, contra su propia conveniencia. La moral personal por encima de los intereses prosaicos e inmediatos, el riesgo asumido por convicción frente a quienes tenían los resortes para privarlo de cargos, pagas y paz de espíritu. Pues eso, observemos nuestro medio con esa vara de medir y a ver qué sale. Poquísima cosa. Sí, tal vez dos o tres nombres. Quizá uno solo. Puede que ninguno, depende de cómo nos pongamos de exigentes.
¿Adónde se han ido esas conciencias, tan ilustradas como críticas, retadoras, disconformes siempre, atentas a meterse en entuertos, defender al más débil y cantar las verdades bien alto? Está claro, al comedero. Los poderes fácticos y los políticos los tienen cogidos por la hipoteca, pillados en números rojos, en trance permanente de cometer hurto famélico del presupuesto público. Paniaguados, detectando al mejor postor y la esquina más favorable, venales, pusilánimes. Conozco, incluso personalmente, alguno que otro que prometía, unos pocos ejemplos de tantos que iban para pensadores críticos y se quedaron en el pienso compuesto, compuesto de subvenciones y prebendas de pacotilla. Trepadores de poca monta, domingueros del intelecto, académicos de inclinada cerviz. Buscan amo, añoran disciplina, satisfacen a quien les paga.
De los que me consta, un par de ejemplos sin demasiadas pistas. Uno se fingía trostkysta y parece que lo era sólo de salón, el que se sentaba en el salón en el sofá de la derecha, el tercero por el lado de la puerta, el de los pantys. Aún le caen conferencias y es un primor escucharlo cuando las cuenta, a toro pasado, al que no estuvo presente. Le di así y así y asá y luego lo rematé tal que de esta forma. Matón de barra aturrando a camareros sin culpa, en realidad trata siempre de no desagradar ni a tirios y a troyanos y, todo lo más, hace malévolas insinuaciones, al parecer, en claves que sólo él entiende.
Sé de otro que iba para enfant terrible pero se especializó en teléfonos. Es capaz de llamar todos los días a cualquier mandamás insinuante. Entona como nadie el señorito deme algo, por la gloria de mi mare se lo pido, mire que soy mocito y tengo mucho que dar a quien me sepa entender. Una noche sí y otra también, dale que dale al chisme de Graham Bell. Incasable, locuaz, cómplice, sutil, vendiendo lo que y a quien haga falta. Le he seguido un poco la pista de dos años para acá. Ha ido pidiendo de todo. Creo que al principio soñó incluso con ser embajador, aunque fuera ante la Asociación Internacional de Amas de Casa. Luego fue bajando pretensiones y precio. Al final consiguió que el prohombre agasajado le pusiera un apartamentito y unas flores. Con eso se siente agradecido y procura ser fiel a su benefactor, perrunamente, cual caniche lenguaraz. Es un intelectual sagaz y ciertamente osado, pero el que la sigue la consigue, ya ven.
Los partidos y grupos de poder han descubierto hace una temporada el modo de mantener controladitos y a raya a los que se las dan de intelectuales: la estabulación. Los tienen atados con simbólicas cadenas, con carguitos y cargotes, les financian ocurrencias peregrinas con tal de que no molesten con ideas serias, y de vez en cuanto les acarician el lomo en ceremonias y fastos. Les echan de comer y de pascuas a ramos los sientan a sus mesas. Nada hay más divertido que ver a un intelectual de saldo sentado a la mesa de un fatuo mandamás. Aquél tan discreto, tan en su sitio, poniendo tanto empeño en comentar certeramente las cualidades del tinto y las efemérides de su año de cosecha, tan sibilinamente dispuesto a despellejar al sobrevenido enemigo, contra el que nada tenía antes de sentarse a la derecha del padre. Éste, el poderoso sobrado, sorbiendo con estrépito y mascando con la boca abierta, divertido con los buenos modales de su entregado contertulio y expresando su supremacía a golpe de regüeldo y enigmáticas sentencias, que el otro intentará vanamente interpretar en las horas venideras, en histérica hermeneusis.
Competencia desleal de meretrices, la mayor parte de los intelectuales de este tiempo se ponen sus escritos como afeites y se adornan con las ideas que creen más gratas para la clientela que pueda atizarles subvención o paga extra. Son una contradicción en sus propias carnes, dolorosa prueba de que las ideologías no se han acabado, no, se han puesto en el mercado y salen despendoladas en cuanto se pone el sol.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien, muy bien. Y usted ¿en que bando está?.

Juan Antonio García Amado dijo...

Estimado anónimo:
He pasado por muchos lugares y visto muchas cosas. También en esos ambientillos que describo he andado un poco. Pero me estoy quitando, como puede comprender. Por higiene y tal. Al margen de esos ambientes asimétricos y cobistas que describo, hay mucho donde ir, estar y discutir, sin someterse al imperio de nadie ni humillarse. Y sin dárselas uno de nada, tampoco de intelectual.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pues ya ve que yo le veo cada día con mayor admiración y respeto profesor. Me recuerda Vd al clásico boxeador estilista que se enfrenta con el duro pegador, todo el mundo espera que el combate se decida por KO y de repente el fino estilista se lía a palos con el pegador y lo pone picha arriba.
Yo no se por qué el primer anónimo se pregunta en que bando está Vd, está claro que con la honradez y frente a la corrupción, que ya es desmesurada e insoportable para los que creemos en el mérito y la capacidad y en el reparto de la riqueza que hay para todos coño. Es increible lo que pasó ayer en el Pleno del Ayto de León, el leonesista tránsfuga diciendo sin pionerse ni colarao : "que levante la mano el concejal que no haya metido a trabajar a un pariente o amigo en el Ayto" y los rojos y los otros leonesistas se marchan del Pleno en lugar de levantar la mano, ostiá que tropa, que me diga insumisos (por lo del no a la guerra y tal). Vaya panda de ciudadanos, esa gran mayoría que se va de culo a pedir favores porque conoce a no se quién.
Por otra parte Evo Morales cuando se quita el disfraz de rojo mola en cantidad, las nacionalizaciones y el vivir en un piso de gente de su pueblo denotan una calidad moral y una integridad personal desmesurada. Apasionante también la foto que ayer publicaba el Mundo de Ahmidenayab junto a su pueblo, todos iguales y el con su naricina, ole sus cojones.
Vamos a acabar con la corrupción profesor, es cuestión de tiempo, son los vientos que soplan, la honradez sustituirá a la codicia en breve.

Anónimo dijo...

Hagan sangre señores!!!

PREGUNTA:
a) Luis se descarga una canción de Internet.

b) Luis decide que prefiere el disco original
y va a El Corte Inglés a hurtarlo. Una vez allí, para no dar dos
viajes, opta por llevarse toda una discografía. La suma de lo hurtado
no supera los 400 euros.


RESPUESTA: La descarga de la canción sería un delito con pena de 6
meses a dos años. El hurto de la discografía en El
Corte Inglés ni siquiera sería un delito, sino una simple falta
(art.623.1 del Código Penal).

PREGUNTA:
a) Luis se descarga una canción de Internet.


b) Luis va a hurtar a El Corte Inglés y, como
se la va la mano, se lleva cincuenta compactos, por valor global
de1.000 euros.

RESPUESTA: Seguiría siendo más grave la descarga de Internet. El
hurto sería un delito, porque supera los 400 euros, pero sería de menor
pena que la descarga (artículo 234 del Código Penal).
PREGUNTA: a) Sergio, en el pleno uso de sus facultades mentales, se
descarga una canción de Malena Gracia.
b) Sergio, en un descuido de Malena Gracia, se lleva su coche y lo
devuelve 40 horas después.
RESPUESTA:
Sería más grave la descarga. El hurto de uso de vehículo tiene
menos pena, a tenor del artículo 244.1 del Código Penal.
>>
PREGUNTA:
a) Juan copia la última película de su director favorito de un DVD
que le presta su secretaria Susana.
b) Juan, aprovechando su superioridad jerárquica en el trabajo,
acosa sexualmente a Susana.

RESPUESTA: El acoso sexual tendría menos pena según el artículo
184.2 del Código Penal.

PREGUNTA:

a) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos
de preescolar copias de películas educativas de dibujos
animados protegidas por copyright y sin autorización de los
autores.
b) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos
preescolar películas pornográficas protagonizadas y creadas por la
pareja.
RESPUESTA: La acción menos grave es la de distribuir material
pornográfico a
menores según el artículo 186 del Código Penal. La
distribución de copias de material con copyright sería un delito al
existir un lucro consistente en el ahorro conseguido por eludir el pago
de los originales cuyas copias han sido objeto de distribución.
Ahora ya lo sabes: La pirateria es delito y lo demás son
tonterías.

Anónimo dijo...

Anónimo contrario a la piratería en exceso castigada. Demuestra Vd que es cierto lo que venimos postulando unos cuantos, que la Justicia y la injusticia no se palpan, ni tan siquiera de lejos. Necesitamos opiniones de los filósofos urgentemente.

IuRiSPRuDeNT dijo...

Vale aplausos con las orejas:

Pregunta: A causa de existir una realidad difícilmente controlable, deberemos subir las penas del acoso sexual, del hurto de uso etc etc para que no sea un abusrdo en cuanto a esa diferencia de trato?

IuRiSPRuDeNT dijo...

Vale aplausos con las orejas:

Pregunta: A causa de existir una realidad difícilmente controlable, deberemos subir las penas del acoso sexual, del hurto de uso etc etc para que no sea un abusrdo en cuanto a esa diferencia de trato?