Hace un puñado de meses pasó de visita por mi despacho un antiguo alumno al que le guardo sincero aprecio, un pillo buena gente con el que acabé en franca amistad, un tipo realmente simpático que hace quince años aguantó mis clases con una mezcla de sorna y resignación. Ahora es policía municipal en un ayuntamiento cercano a León. Traía la cara amoratada y medio hinchada. Me interesé por lo que le pasaba y me contó. Andaba de patrulla y vio que algunos macarras estaban haciendo no sé qué fechoría. Se acercó a pedirles identificación y explicaciones y la emprendieron a golpes con él, hasta romperle la nariz y dejarlo medio inconsciente. ¿No llevabas pistola?, le pregunté. Y esto me respondió: si saco la pistola y pasa algo, me juego el trabajo; si disparo me la cargo yo con toda seguridad. Prefiero que me den una tunda así.
Hay que ver lo que son las cosas, me he acordado de él y de esa historia al ver las imágenes con las que el Gobierno de Israel pretende presentar como poco menos que legítima defensa de los soldados la carnicería que se organizó ayer en el barco turco con ayuda para los palestinos. No pretendo aquí, en absoluto, entrar en polémicas sobre si son mejores o peores unos u otros, aunque tenga mi idea personal sobre el asunto: en contra de todos. Suele ocurrirme. A lo que voy es a que, en el caso concreto, ninguna agresión con barras de hierro -si ese fue el caso, como parece en algunas imágenes difundidas por los israelíes- o hasta con cuchillos puede justificar que todo un ejército que presume de ser de los más preparados y eficaces se tenga que defenderse a base de tiro a matar. Es obvio que existen mil y una maneras de dominar a un grupo de personas violentas -si era el caso- y sin armas de fuego, como saben los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de cualquier país.
Parece que casi todo el mundo (¿menos Obama? Cielo santo, qué está pasando con Obama, se preguntará el lince de La Moncloa en medio de la espesura de su mente prodigiosa) lamenta que el Derecho internacional no tenga maneras efectivas para hacer valer sus normas y para sancionar con garantías a determinados países que se toman a broma la legalidad internacional. Qué pena, al parecer, que el Derecho internacional no sea más rígido y contundente, más efectivo, con órganos que lo apliquen sin vuelta de hoja y al margen de poderes y presiones de esta nación o de aquel gobierno. O sea, y en resumen, que nos gustaría que el Derecho internacional fuera derecho en serio, hard law y no esa mezcla de sof law y ética tibetana de la que no sale ni a tiros, precisamente. Me parece muy bien, pero tengo una pregunta para ese adalid de la norma en ristre: ¿por qué no nos gusta lo mismo para el Derecho interno, para el de aquí, para el del país? ¿Por qué estamos tan encantados con que aquí la norma democráticamente legítima se disuelva en dimes y diretes, se enmiende en su aplicación a base de evanescentes principios o coyunturales conveniencias? ¿Por qué aquí suplantamos las legalidades constitucionales establecidas echando mano de voluntades populares alternativas, de intereses grupales fantasmagóricos o de procedimientos informales empleados para reemplazar a los institucionales e institucionalizados? ¿Por qué, en suma, nos gusta que el Derecho español parezca Derecho internacional, mientras que para el Derecho internacional pedimos que sea, en sus medios y su eficacia, como el Derecho interno de un país serio, pongamos Alemania?
Propongo un ejemplo. Ésos que creen que el Estatuto de Autonomía de Cataluña no puede ser corregido por el Tribunal Constitucional en lo que de opuesto a la Constitución tuviere, pues se aduce que ya lo respaldó el pueblo catalán en referéndum y que esos elementos materiales tienen que pesar más que los puramente formales, ¿están dispuestos a aplicar una lógica parecida en este caso de Israel y el Derecho internacional? Puesto que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha condenado al Gobierno de Israel y sólo la lamenta su acción, ¿debemos concluir que esa voluntad que dicho Consejo representa es razón bastante para estimar que el proceder de Israel era jurídico? Si por encima de las prescripciones de un texto constitucional tiene que figurar el respeto a la autodeterminación de cada pueblo y si la rigidez de la norma debe dejar paso a la capacidad negociadora de las naciones, ¿eso vale sólo para el Derecho interno o también para el Derecho internacional? Ah, y si el pueblo israelí saliera a la calle en masa para respaldar a su Gobierno o si en referéndum diera por bueno lo acontecido anoche, ¿podríamos decir que tratar de imponer a Israel las normas internacionales en contravención de la voluntad de su pueblo, así expresada, sería una tropelía intolerable que justificaría una mayor desafección -aún- de los israelíes respecto a las normas internacionales?
¿O acaso es que aplicamos una lógica diferente según el caso y la conveniencia y somos unos perfectos chaqueteros jurídicos? Chaqueterismo jurídico, que noción tan interesante e innovadora. Alguien debería hacer una tesis doctoral sobre eso. Con muchos ejemplos, claro.
8 comentarios:
Todo es según,cómo,cuándo y quién,taclaro.
Por cierto,una está pelín harta de escuchar: pobres palestinos, "oenegistas",activistas y demás ralea.
De todos es sabido como se las gasta el ejército israelí,la inexistente seguridad en Mauritania,la falta de medidas para generar empleo de nuestro gobierno y el blindaje de los eurodiputados para que sus sueldos no se vean afectados por las medidas de austeridad.
¿Algún partido político lo ha criticado? ¡Cachis!
Un cordial saludo.
Primer inciso. No se preocupe por el agente golpeado que conozco otro caso en el que les han caído más de 4 años por romperle la nariz a otro municipal a unos chavales de puta madre pero que no dejan que os enchufaos y chupapijos de 4 concejales se crean que son el sheriff Wyatt Earp.
Segundo inciso. Voy a consultar con el profesor Bermejo y después aclarar el por qué los judíos obraron como lo hicieron. Los judíos mienten en cuanto al Holocausto pero son ejemplares en la defensa de su patria y lo hacen como yo lo haría , a capa y espada.
Roland ¿los judios mienten en cuanto al holocausto? eso es nuevo para mi, tu versión, plis.
Anónimo
Por respeto al anfitrión , no voy a entrar en el tema del Holocausto en profundidad. Disculpe, sobre el tema hay bastante bibliografia negacionista que seguro le dan argumentos y después Vd juzgará.
De lo que se trata ahora es de debatir acerca del abordaje este.
El profesor Bermejo ha publicado hoy un breve análisis en La Razón digital y en el periódico La Razón sobre el tema titulado : la flota de provocación.
Interesantísimo.
En uno y otro caso, el derecho se ha disuelto en la política, está claro - es una tendencia que llevamos muchos años caminando.
Hubo un tiempo en el que la política pretendía sustanciarse en el derecho, intentaba (a veces, fingía) operar dentro de su ámbito ... Desde hace tiempo, ni le preocupa lo que diga el derecho, ni se inmuta lo más mínimo en salirse dos dedos, dos cuartas o dos pueblos de los límites que éste marca.
Y la gente calla y compra. Está todo por hacer.
Salud,
En cuanto al más interesante (y más sangriento) de los dos sucedidos citados a título de ejemplo, es evidente que es pura política, sabrosamente multiforme.
(a) De política nacional (israelí) - un mazazo a sabiendas en el proceso de 'paz' (incluso con comillas, la palabrita molesta a la cuadrilla que se ha apoderado del estado de Israel).
(b) De política nacional (estadounidense) - un mazazo igualmente a sabiendas en las partes pudendas de la presidencia Obama, que con esto no sabe dónde mirar, entre los agobios de crisis ambientales y financieras. Evidentemente sueñan en Jerusalén con un presidente republicano para el 2012 -bien que no haya tanta diferencia, a fin de cuentas-.
(c) De política internacional - es el castigo inmediato a los malos, es decir a Turquía, porque se ha atrevido a juntarse con Brasil e intentar acuerdos con Irán. Yo que los brasileños navegaría lo menos posible por el Mediterráneo Oriental, en estos tiempos.
Lo sabroso es que el que quiere controlar demasiado, descontrola. En primer lugar, en el ataque del otro día a la flotilla (por descontado que 'flotilla de provocación', ¿pero que es la política reivindicativa, si no el arte de la provocación?) había bien poco de elección por parte de Israel - está atado por sus propias acciones (no puede permitir que le desmonten el bloqueo de Gaza), y se ha convertido en un adicto obsesivo a la violencia por obra de su propia narrativa. (Revelando de paso lo chapuceros que se han vuelto - ¿cómo es que el segundo ejército más poderoso del mondo no logra parar una flotilla mugrienta de forma que, éticas aparte, no se apodere por días y días de todos los noticiarios del mundo?)
También han descontrolado en cuanto a las consecuencias - le han asestado a la OTAN el segundo mazazo más grande desde su creación (el primero se lo asestaron Bush y sus acólitos, al argumentar que el Atlántico Norte pasaba por las costas de Kabul). En efecto, la disyuntiva está ahora que, o bien Turquía invoca el Artículo 5 del Tratado, visto que un estado no miembro ha atacado militarmente una nave suya -y como no entrará en funcionamiento, se demuestra que el Tratado es papel mojado-, o bien no lo invoca -y por las mismas se demuestra que es papel mojado-.
¡Cómo se deben estar partiendo de la risa en Moscú! (y, añadiría, en el cuartel general de Hamás, que acaba de recibir una subvención hebrea del equivalente de varios miles de millones de euros, en "prime time" televisivo, portadas de prensa y espacio en otros medios).
Y es que con el derecho (y con la política 'a la antigua usanza', es decir, dentro de sus vínculos), las cosas van más lentas, pero son más estables. Se controla bastante, usando un poquitín de criterio.
Pero con la política a la torera, y sobre todo con la violencia, se descontrola creyendo controlar, y se crea inestabilidad.
[Vale también para el otro ejemplito - si Catalunya fuerza la mano y acaba de desbaratar el triste sombrajo que seguimos llamando TC, creará inestabilidad (impredecible) que va a perjudicar mucho más a Catalunya de lo que la pueda 'beneficiar' su enternecedoramente senescente y pasado de moda proyecto de Estatut. Parece evidente que el derecho estabiliza el statu quo, y que de esa estabilidad tienen mucho más que ganar las partes ricas y potentes].
Salud,
Militares israelíes asesinaron a los activistas con disparos por la espalda, a quemarropa y en las sienes.
Como en las idiotas dialécticas etarras, siempre habrá mermados morales que pretendan considerar que la víctima tiene la culpa del balazo, y que el asesino es inocente.
En este juego patético, los periodistas de ciertos medios te dicen: "Ya sabes lo que hay: la casa es proisraelí". Maldita manía de ensuciar causas ajenas: los verdaderos proisraelíes, asqueados de que se les confunda con cobardes asesinos por la espalda.
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