Un querido amigo me pone en la pista de esta joyita que se publicó en el BOE del 2 de agosto. Véanla aquí.
Seiscientos y pico mil euros en lotes navideños para el personal de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
No digo que no tengan derecho esos honestos empleados a su cesta navideña. No es eso. Además, estará en su convenio o será remuneración en especie. Pero caray, con la que está cayendo.
A lo mejor exagero y no hay por qué quitarle al loro el chocolate. Pero está todo lleno de loros, pardiez.
Seiscientos y pico mil euros en lotes navideños para el personal de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
No digo que no tengan derecho esos honestos empleados a su cesta navideña. No es eso. Además, estará en su convenio o será remuneración en especie. Pero caray, con la que está cayendo.
A lo mejor exagero y no hay por qué quitarle al loro el chocolate. Pero está todo lleno de loros, pardiez.
2 comentarios:
No tengo nada en contra de la contratación pública de servicios. De hecho, creo que en numerosas ocasiones pueden suponer un beneficio para la administración y para la sociedad en su conjunto (que es de lo que se trata, a fin de cuentas). Pero que la cesta de navidad se contrate por esta vía, ¿no es algo exagerado? ¿No consume más tiempo y recursos el funcionariado en cuestión gestionando el procedimiento de contratación pública que decidiendo de forma un poco más personalizada de qué se compondrá la cesta de navidad? ¿Es que hasta de esos pequeños detalles que en su día representaban el reconocimiento mutuo entre empleador y empleado alguien tiene que sacar un beneficio (en este caso la empresa contratada)?
Yo creo que este mundo se nos está yendo poco a poco a la porra a base de aplicar criterios económicos donde debería aplicarse el mero sentido común.
Buen comentario, pero: no se ha planteado evitar el uso de la frase hecha: "con la que está cayendo". A muchos nos produce alergia de tanto escucharla.
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