08 septiembre, 2011

Reflexiones elementales con ocasión de un viaje a México

Hace tiempo que vengo diciendo que a los españoles (y puede que a unos cuantos europeos más) nos estaba haciendo falta un baño de humildad y volver a poner pie a tierra. Parece que ya se presenta la ocasión y que en esas estamos, por las buenas o por las malas. Me sirve ahora de muestra, aunque sea modesta, este nuevo viaje a México o los que a América Latina he hecho en el último año y pico.

Hará mal el que venga por primera vez en aterrizar aquí con el ego subido, la soberbia disparada y las plumas de pavo real. Basta reparar en este pequeño detalle: estos países están creciendo, mientras los nuestros menguan; la economía marcha por estas tierras bastante boyante, la nuestra ya sabemos cómo anda; en las calles, o al menos en los ambientes no depauperados –que también hay, y muchos, todavía- se percibe optimismo, mientras que nosotros, allá, no sé cuándo nos vamos a curar la depresión y a quitarnos el desánimo. Los llaman países emergentes. ¿Cuál sería el calificativo apropiado para el nuestro? ¿Tal vez país en inmersión?

Van hacia arriba a toda velocidad, y de año en año se nota. Es la misma impresión en Colombia o en México, en Chile o en Brasil, y uno piensa dónde estarían si no tuvieran, algunos, el lastre de la violencia y de la gran delincuencia organizada, o a dónde irán a parar en cuanto lo solucionen, que lo solucionarán.

En las universidades y las instituciones se capta bien clara la diferencia, y en eso hace tiempo que insisto. Estudiantes, trabajadores del Estado y profesionales en general se apuntan con verdadero entusiasmo a todo tipo de cursos, hasta los de más abstracta doctrina. Vaya usted, en España, a contarles a sus estudiantes de Derecho que se organizan unas conferencias o que viene un profesor extranjero a hablar de no sé qué temas, o cuénteselo a jueces, magistrados y fiscales y espere que asistan. Espere sentado, a ser posible, salvo que se les pague o que el título les dé unos puntillos para algo, en cuyo caso dormitarán con despectivo rictus mientras disertan ponentes y expositores.

Permítaseme mi ejemplo de ahora mismo, sin que valga más que de eso, de ejemplo, uno de tantos. Cuatro horas hablo cada mañana, con una sola pausa de un cuarto de hora. Y allí están los cuarenta o cincuenta que se inscribieron a tiempo, personal de la Administración de Justicia, magistrados incluso, atentos, dispuestos a preguntar, deseosos de debate, sedientos de que se les informe sobre la última teoría o se les explique nuevamente lo que sostiene esta o aquella doctrina reciente. Créanme, no les miento: llevo dos días y a ni uno he visto dormirse ni bostezar. Y no porque mis numeritos sean muy entretenidos, que algo puede haber también de eso, para que me voy a poner modesto, sino porque ellos están interesados y con tales quimeras disfrutan y buscan sin parar la forma de aplicarla a lo que hacen. Intentan incluso que uno lea sus sentencias para que se las discuta y para debatir sobre ellas. ¿Imaginamos algo parecido en España? Imposible.

El futuro está aquí, si es que lo hay en alguna parte. La vieja Europa avanza con paso decidido hacia la decadencia. Tiene sueño, está hastiada, sucumbe a la pereza, se entristece si no le regalan las ventajas y los privilegios. Te pones a leer alguna cosa sobre los españoles que por oleadas vinieron, sea antes como “conquistadores”, sea luego como emigrantes y exilados, y te asalta la perplejidad al preguntarte cuántos de nuestros actuales conciudadanos tendrían fuerzas para hacerlo, para abrirse camino así. Poquitos. Echaríamos de menos a mamá, el cocido casero, la tele de plasma, la videoconsola y el médico amigo que nos regala las bajas laborales. No estamos ya para nada, se nos entumeció el cuerpo, se nos licuó el espíritu.

Desde hace una temporada, cuando un buen alumno despierto e inquieto me pregunta qué hacer o adónde ir, qué manera habrá de ganarse honestamente la vida trabajando lo que haga falta en lo suyo, respondo que vaya pensando en la emigración a cualquier parte y que, si no se le dan muy bien los idiomas o no soporta el frío, que considere América Latina. Aquí están construyendo sociedad y Estado. Vienen de muy abajo, pero avanzan imparables. España se cierra y anda en plena liquidación de existencias; o en derribo. Fue bonito mientras duró y bien que nos chuleábamos a base de turismo y griterío. Hasta aquí hemos llegado. A lo mejor son cosas mías, pero incluso en los aviones ha cambiado el ambiente. Vuelan menos españoles y, sobre todo, más silenciosos.

Sólo una cosa les falta o les faltaba por estos parajes para progresar debidamente, aunque ya la han captado gracias a Lula: un país sólo prospera cuando el Estado es capaz de ir eliminando la pobreza extrema, cuando hasta los más ricos, incluso ellos, se convencen de que también ellos vivirán mejor cuando los pobres sean menos.

Todo se andará. Recomiendo a quien pueda la visita calmada a lugares como Chile, Brasil, Colombia o México. Y no hagan caso de los miedos de abuela que en la madre patria nos infunden y con los que todavía, tontos, nos consolamos para sentirnos superiores: que si la violencia, que si los peligros, que si cómo se te ocurre y no salgas del hotel, que te pueden matar. Paparruchas. También en Madrid hay que andarse con cuidadito, y los extranjeros más. Y cada vez será peor.

PD.- Miren la foto de arriba. Han engalanado la ciudad y la llenan de luces con los colores de la bandera. Nosotros ya no tenemos ni para unas bombillitas en Navidad. El próximo día 15 celebran su fiesta nacional y están la mar de orgullosos y contentos. Lo nuestro... ¿cómo era lo nuestro? ¿Fiesta nacional? ¿De cuál nación? Somos pequeños y ridículos, sí, aunque una vez nos tocó la lotería. Y lo fundimos todo. Todo.

10 comentarios:

Mario Alberto González dijo...

Vaya que se ha puesto nostalgico con su visita a México; no se si España y algunas otras naciones de Europa esten en decadenica, seguro que si eso esta pasando ya se encargaran los Españoles de buenas ideas y mejores acciones, como me parece que lo es Usted, de hacer lo necesario para que la nación reverdezca, dicho en el mejor sentido, es decir que le broten nuevas flores y recupere la lozanía de que fué dueña e inspiradora. Por otra parte, me alagan, y espero que esto no altere mi entendimiento, sus expresiones respecto de la audiencia que conforma el curso que en estos días dicta en la Ciudad de Toluca, y como no habriamos de estar entusiasmados con la charla, a la que solo le harían falta botanas y cerveza, si su capacidad de comunicar es de alto calibre. En relación con sus comentarios de nuestra "emergente" nación, coincido también en que estamos en el camino para alcanzar niveles de desarrollo mejores que los que actualmente vivimos y que sin duda en algun momento entenderemos que el nacionalismo no se limita a la expresión del folklor en fiestas patrias, y que debe inspirarnos a aplicar nuestras capacidades en el ambito que a cada uno le haya tocado en suerte, y aunque suene utópico, siempre en la convicción que sera en mejora de nuestro país, y con ello de nuestras personas, o a la inversa que al caso debe dar el mismo resultado si las intenciones y las acciones son las correctas. Nuevamente mi reconocimiento, y estoy seguro que el de mis compañeros de curso, a su disposición para compartir el conocimiento y las experiencias.

IMPERIO ESPAÑOL dijo...

por el patriotismo constitucionalista español.
¡ viva España con honor y dignidad !

Anónimo dijo...

Nada, nada, haga las maletas y desocupe el cortijo castellano. Pero no olvide buscarse una buena urbanización para vivir, con vigilancia privada las 24 horas, un colegio privado carisísimo para su vástago y un chófer de confianza. Y procure que su yerno no sea de los que pegan, matan y emborrachan... Y de vez en cuando alguna aspirina para el dolor de cabeza.

ESPAÑOLITO dijo...

España madrasta, España puta, España la de la leyenda negra, España maldita. Los españoles llevamos siempre la aureola de perdedores a la hora de plantearnos una defensa del sentido de España, de una España unida y plural, no excusa para el fascismo de caudillaje y de cortijo o corral violento y eliminador de disidencias, judaísmos, rojos y masones, raritos y otras especies.

La deserción de la defensa de lo común, de lo constitucional, por parte de la izquierda de nuestro " Estado español " es una traición en toda regla, lo español- castellano, es que suena a Franco, a pobre, a cutre, a fascio y falange, a imperio hacia Dios con olla podrida y miserias de todo tipo, antaño tapadas por la retórica de la patria única y gloriosa.
No quiere ser español ni Dios, pero España sigue y sobrevive, no fiel a unas raíces inveteradas y eternas, sino apuntalada por un constitucionalismo patriótico de defensa de una historia común, hecha por muchos siglos de mestizaje e hijos de vecino que también merecen ser considerados grandes héroes, insignes próceres, médicos, investigadores, letrados, profesores, multitudes de seres humanos corrientes trabajadores, honrados y llenos de virtudes. No sólo cutrez y mala leche, " conquistadores " ladrones y malandrines, cainismos.

La historia de España no es peor que la de los grandes países europeos de nuestro entorno, es una historia de una país plural, pero sin exagerar, como lo hace el nacionalismo fraccionario. Un país plural, del primer mundo, con deficiencias estructurales, pero con buena calidad de vida para sus ciudadanos, con logros en todos los campos, un país donde nos pierde la desunión y las políticas autonomistas mal entendidas y muy de derechas, en contra de derechos universales.
España imperio, España pobre, España el país más poderoso del mundo, España decadente, España de emigración y presencia emocionante en los 5 continentes, LAS ESPAÑAS, España católica, librepensadora, contemporánea, receptora de toda corriente globalizadora, España de gran salto económico, a pesar de la crisis reciente, España orgullosa, camisa blanca de mi esperanza, etc

Esperemos que las anunciadas y casi deseadas " medidas de austeridad " no sirvan para mermar derechos sociales y convertirnos en " recortables ". España hace 5o años, superó su miseria secular, llevamos poco de democracia, pero defender hoy a España es defender también desde la izquierda respublicana, derechos y prestaciones sociales, unidad total en la diversidad plural, orgullo cívico y presencia española en el mundo, desde el prestigio, lo también bien hecho, el sentido de estado democrático de calidad mejorable, los avances alcanzados, un futuro mejor para nuestros hijos e hijas. Una España de progreso, democracia, unión, principios respublicanos, desde la crítica racional y el buen hacer. Una España de todos y no excluyente por motivos lingüísticos, raciales o sociales, Una España de la igualdad en la pluralidad, una España que avanza en todos los campos, con orgullo cívico, razón y presencia mundial.

Anónimo dijo...

por una España social, por una España de prestaciones sociales universales, por una España unida e igualitaria en todos los territorios de la nación. por un patriotismo constitucional normalizado y plural. por una España que fue imperio, decadencia, guerracivilismo cainita, y ha superado todo eso para convertirse en un lugar privilegiado, dentro de lo que es el planeta tierra, un auténtico infierno para millones de seres humanos aún. por una España de la razón, el debate, la fraternidad y el porvenir.
por una España social y progresista, universalista y comprometida con las grandes causas humanitarias y sociales.

TÓPICOS MEXICANOS dijo...

Chicos fornidos de lucha libre mexicana con máscara, mestizos en el poder, indigenismo rampante antihipánico. Leyenda negra de gachupines opresores y ladrones. PRI y mordida. Machismo homicida, sicarios, droga, tequila y prostíbulo zafio y sifilítico. México de los negocios, suburbios que huelen a orina y pulque. Rascacielos, criollos educadísimos, galantes y de cortesía de los tiempos de la colonia, dinastías hispánicas. Civilizaciones muy interesantes antes de la llegada de los " españoles". Secuestros, colegios alemanes carísimos, Televisiones con programas y publicidad para " blancos ", sin presencia del tipo físico medio mexicano. Desigualdad social aún lacerante, patriotismo folclórico por doquier. Bienvenidos a Toluca, para nosotros, Tijuana o algo así.

fundación Denaes dijo...

Profesor García Amatus ¿ por qué no se hace socio ya de " la fundación para la defensa de la nación española", fundación DENAES ?

fundación denaes ( internet, buscar )

diada nacional de Catalunya dijo...

el dia 11 de septiembre, se celebra el dia nacional de Cataluña ( Catalunya ), con especial hincapié este año en la llamada inmersión lingüística, esto es, discriminación del castellano como lengua vehicular en la enseñanza, y una prueba más de fronteras interiores, surgimiento de naciones a lo Fichte dentro de España, incumplimiento de la constitución española, que reconoce tanto al castellano como al catalán como lenguas cooficiales de Cataluña, etc.

España una versión resucitada del imperio austrohúngaro en clave ibérica, llena de " naciones y nacionalidadades cautivas ", unidas? de momento por una corona borbónica, que "aplastó las libertades de la corona de Aragón" y desde entonces, bla, bla, bla, bla.

Viven del resentimiento y el agravio insolidario, los partidos nacionalistas fraccionarios que con el advenimiento de la democracia, han visto que no ha sido resuelto el problema territorial español y catalán.

Anónimo dijo...

Ya estoy deseoso de leer su diatriba postméxico, del mismo pelo que la que publicó una vez que se hartó de Colombia. Señoras y señores de allende los mares, cual adolescente defrenestado, el señor Amatus se congracia con comentarios petulantes como el del señor González, ya que carece de auditorio y colegas en esta España vociferante y anequil. ¿Próximo destino? Hagan apuestas, señores. Argentina, Chile... Dios bendito, como si los demás no hubiésemos pisado esas tierras... Doctorcito, le apete tal y cual, doctorcito quiere una prepago...

Croqueto dijo...

No es por llevarle la contraria, pero a mí lo de que los españolitos vayamos más silenciosos en el avión me parece un cambio para mejor...