25 noviembre, 2010

¿Vale reírse en medio del drama?

La monda. No pude evitarlo, me entró la floja. Voy con el portátil en el tren, como un hortera del montón, me pongo a mirar las noticias de la noche y doy con esto en El Mundo. Que dicen los del Economist que el destino del euro depende más que nada de Zapatero y que como no acierte y no haga las cosas bien ahora mismo, se va todo al carajo: la moneda única, Europa y hasta la Champions. Que, a este paso y por culpa del de la zeja sin ortografía, hasta las pelotas serán de madera. Las del fútbol, digo.
Que se den por jodidos. A nuestros nietos les quedará ese orgullo y se lo contarán durante las noches de verano, sentados delante de la chabola y abanicándose con un trozo de cartón recién recogido. Dirán que ahí los tienes, descendientes directos del pueblo que se cargó, él solito -o con escasa compañía-, la marcha de todo un continente. No sabrán que a lo mejor los alemanes libraron a su manera o que ahora -entonces- los rusos andan como motos, pues ya no leerán nuestros herederos: apenas saben y no les queda tiempo, tienen que cazar y buscar frutas en los árboles. Pero más contentos... A muchos niños que nacen los llaman José Luis y Pepiño. A las niñas, Teresa y Leire, por ejemplo. Hay también Emilias, pero menos.
Fuera bromas, ya está bien de reírse de las desgracias. Pero espero que algún descendiente de un servidor recuerde a los otros que me pasé años diciendo que el tal Zapatero es un cantamañanas sin principios y más ignorante que aquella burra que teníamos en Ruedes y que se llamaba Cuca, como muchas aristócratas, y que me decían por ahí que hay que ver qué irrespetuoso y que menudo facha andaba yo hecho. La pena es que ahora al hoyo nos vamos todos juntos, los que avisamos y los que lo votaban y decían que jolines cómo mola ser progre por el morro.
¡Que el euro depende de Zapatero! ¡Manda pelotas! Ahora que, por fin, estaba yo dejando de calcularlo todo en pesetas.
P.D.- Sea como sea, y aunque no haya arreglo, atentos el lunes, que ya habrán pasado las catalanas. Como lo primero es el interés general, ya no habrá razón para no hacer algo. ¡Temblemos los funcionarios que no asesoramos pezes gordos! (no es errata, no).

6 comentarios:

Carambolo dijo...

El lunes es buen día para recortes, sí, con la resaca de las elecciones y el partido del milenio mundial.

Creo que le ha dado una idea a Zetapé. Y esta sí que sabe utilizarla...

Anónimo dijo...

Pincho de tortilla y caña a que espera a que pasen las autonómicas y locales. Total, qué más dan seis meses más o menos. Y de aquella tocarán el final de la liga, los calores, el tinto de verano y la indolencia de siempre.

Anónimo dijo...

Amado, la sociedad se divide entre los que gobiernan y los gobernados. zp es un mero agente en todo esto. Es algo más glogal, complejo y que influirá (era otra la palabra que quería, pero no la encuentro) nuestros destinos. Prometo la palabra era clave, pero no logró rescatarla. Nos salvaremos, más o menos. Yo no quiero solo sobrevivir, pero eso es lo que está en juego. Sé que mi superviviencia física esta asegurada o "razonablemente asegurada" pero mi futuro está comprometido, mis ilusiones, desarrollo, proyección están seriamente comprometidos. No quiero sobrevivir como un animal, pura subsistencia física. Y no hay garantias...Eso es lo que está en juego. No soy de los "barrios"- tienen otros medios, yo no estoy ni soy. Mi cauces son otros y se me deben facilitar..

Anónimo dijo...

en mi clase hace un par de años uno de los catedráticos cuestionaba les iban a pagar (unicaja, antes un poco; ahora un poco más) Pues eso, catedráticos dependiendo su suerte de "uunicaja" Ya te dije siempre serán gobernados gobernadores. Y tú tiene cualidades para estar entre los segundos y aunque asegurados en los primeros. Yo puede que sea de los primeros. Porque puedo y por qué me de el punto. pero recuerdalo: dos grupos, luego comentas tal y tal: pero puedes estar entre los que deciden. Y lo sabes.

Anónimo dijo...

Puede que pueda estar entre los segundos.La vie.

Anónimo dijo...

jajajaja. Yo creo que no hay que preocuparse por nada. El fin del mundo es para el 2012. Lo decía no sé cual profecia.