04 febrero, 2007

Fenómenos paranormales

Para realismo mágico el de aquí. Pasa cada cosa rara... Vean una mínima muestra.
- Hoy, domingo 4, se hacen presentes de pronto, adquieren corporeidad, se materializan así como si nada dieciocho de los diecinueve jóvenes cachorros de Jarrai, Segi y no sé qué más, que la policía andaba buscando desde hace casi dos semanas. ¿Buscando? Sí, buscando, usted qué se cree. El buscar es libre, el encontrar ya es otra historia. Pero cómo los iban a encontrar, si seguro que tienen poderes sobrenaturales y son capaces de evaporarse, de hacerse invisibles, de atravesar paredes y frontones como si tal cosa y de volver a cobrar cuerpo terrenal todos juntos y en compañía de unos conocidos casuales. Deberían los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado dotarse del extraordinario instrumental de losCazafantasmas para enfrentarse a esos misteriosos seres que van y vienen por el éter como Pedro por su casa.
- Los convocantes de la manifestación de ayer en Madrid y la Delegación del Gobierno discrepan en el cálculo de los asistentes. Discrepan en un millón doscientas mil personas. Oye, qué cosa más normal. Errar es humano y a cualquiera de las dos partes, tan férreamente unidas en la lucha contra el terrorismo y en el interés por llenar todas y cada una de las manifestaciones que lo condenan, puede habérsele ido la mano un poquitín, llevada por la fe y el entusiasmo. Esta vez tiene toda la pinta de que ha sido a los convocantes a los que les ha bailado algún cero, pero igual da. De todos modos, un millón de hoy ya no es como un millón de antes, eso ya lo sabemos. Donde en otros tiempos metías a cien mil personas te entran ahora millón y pico, a nada que las aprietes y, sobre todo, si tienen también poderes mágicos para salirse de su cuerpo y hacer sitio a otras almas.
- Leo por fin, con retraso y fuerza de voluntad, el discurso del Presidente de Esto a mediados de semana, en el acto que celebraba los cien números de La aventura de la historia, donde, por cierto, PedroJota le echa unas buenas y merecidas flores al libro "El Estado fragmentado", de mi amigo Francisco Sosa Wagner y su hijo Igor Sosa Mayor. Apenas había avanzado cuatro párrafos en el discurso de Zapatero cuando, oh, milagro, me encuentro nada menos que con una cita de Benedetto Croce. Sigo leyendo y veo toda una síntesis de la historia de España que me deja patidifuso. ¿Todo eso sabía don José Luis y se lo tenía callado? Qué cabeza, qué erudición, qué cosa. ¿O será magia también?. A ver si le dura y dejamos de pasar vergüenza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para lo de las manifestaciones, una referencia que encuentro útil, y que seguramente conoceréis, es
http://manifestometro.blogspot.com/.

En cuanto a discursos y a materializaciones, no tengo nada que añadir. Ni los discursos del presidente ni la discrecionalidad política en la aplicación de la ley son cosas que me entusiasmen.

Saludos,