11 febrero, 2007

Hágase la luz


Excelente, excelente. El Gobierno ya se pone en marcha para que España deje de ser un incumplidor estrepitoso del protocolo de Kioto y para que contribuyamos –nosotros, no el Gobierno- a atenuar el temible cambio climático. Debe de ser que don José Luis ha visto la luz a través del Al Gore.
Las medidas que nuestro progresista Gobierno piensa imponer son eminentemente sociales, pues paga la sociedad. Es lo que corresponde. Ay, si los del PP tuvieran un mínimo de materia gris... Ay, si fuera un gobierno del PP el que hubiera decidido esto... Veamos esas medidas tan progresistas.
- Subirá el precio de la luz, para penalizar el derroche. Bien, ya tenemos la excusa perfecta para acatar los deseos de las industrias eléctricas. Esto no sabían cómo endilgárnoslo. Pues ya está, las eléctricas ganarán más y nosotros pagaremos contentos, pues es por una buena causa. Todo sea por el buen clima.
Puestos a pensar, igual se nos ocurrían algunas medidas, no sé si efectivas, pero ciertamente de valor simbólico. Por ejemplo, éstas. Restringir la iluminación navideña a ciertas fechas, evitando al tiempo el gasto excesivo y las horteradas de estrellitas y papás Noel. Porque esa iluminación también la pagamos nosotros, de una manera o de otra. Tampoco estaría mal obligar a que los partidos de fútbol se jugasen con luz natural. ¿Y qué tal imponer que los letreros luminosos de los comercios se apaguen a cierta hora temprana de la noche? ¿O que todos los grandes centros comerciales cierren media hora antes? ¿Y que las televisiones dejen de emitir a la una o las dos de la madrugada? De paso, se colaboraría con otro objetivo loable, el aumento de la natalidad. Ay, amigo, pero con los intereses comerciales y empresariales hemos topado. Así que nada, nada, que pague el ciudadano, derrochador por naturaleza, culpable por definición.
- Se prohibirán a partir de 2012 las calderas de carbón en las casas. Todos sabemos que esas calderas las tienen sobre todo los ricos para calentarse, no hay residencia de La Moraleja sin su caldera de carbón. Y esa gente que quema carbón para su agua caliente y su calefacción ¿va a tener que pagar de su bolsillo los cambios o haremos un plan renove financiado, pongamos por caso, con un impuesto sobre los beneficios de las eléctricas o de los bancos? De esto nada se dice por el momento, pero un gobierno tan socialista sin duda que ya está barajando la idea.
- Se limitará el consumo de aire acondicionado. Vale, ya veo yo al pueblo llano yéndose en verano a su segunda residencia en lugar más fresquito. Se quedarán solos los poderosos, soportando el rigor del calor en los pueblos extremeños o andaluces.
- Subirán los impuestos que gravan los coches más potentes. Bien está, pero ¿afectará la subida a los coches oficiales? En ese caso, nos tocará a nosotros pagar también esa diferencia. ¿No sería mejor obligar a los altos cargos, que deben de ser unos doscientos mil, cada uno con su supermáquina, a viajar en Opel Corsa o en autobús o tren, como todo zurrigurri? Porque, por mucho que suban los impuestos a los coches despampanantes de los ricachones, nada se va a solucionar si los correspondientes ingresos del fisco se usan para financiarles a los mantenidos del poder nuevos coches grandes con chófer y nuevos despachos con flamantes aparatos de aire acondicionado.
En fin, que la gente pasará más frío en invierno y más calor en verano y andará más a oscuras, consolada, eso sí, porque de ese modo evita que suba la temperatura del planeta. Me fascina este izquierdismo de pega.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

1. España entera, con sus tradiciones, y yo, el primero, nos apuntamos al programa de VI. Lo de quitar las teles, genial. Pero con lo de la natalidad, cuidao. Que se fornique a oscuras, como Dios siempre ha mandado. Y por supuesto, nada de pecaminosos anillos vibradores o similares, que consumen electricidad. Y después, un pis y a la cama, que como enciendan un libro y lean no sólo van a gastar electricidad, sino que vete a saber qué votan. O qué no votan.

2. Qué cabrones, los del PP, que también son unos izquierdistas de pega. ¿Pues no les dio hace años por potenciar la desaparición de las calderas de carbón para reducir las emisiones, con un programa que aún está en marcha con los sociatas?. Además, subvencionando parte del cambio a caldera de gas... ¡con dinero de todos! Y claro, los sociatas, que son más izquierdistas y más de pega, no ha eliminado ese subsidio (hasta mayo de 2005, intenté duramente el cambio luchando a brazo ajeno partido por cambiar la caldera. Heroico, lo de las comunidades de vecinos. Luego, me piré).

3. Pero para cabrones-cabrones, los nosecuántos-mil científicos estos del informe de Naciones Unidas, con sus recomendaciones sobre ahorro energético también entre la población. Todos unos sociatas de mierda, vendidos a Polanco y a Cetapé.

4. Lo que no estoy dispuesto es a seguir sin cobrar un duro. Compañeros de Libertad Digital y el Instituto Juan de Mariana al parecer reciben una pasta gansa de Exxon Mobil por ridiculizar y desacreditar esas sociatadas de que si cambio climático y demás centropolleces. Y a otros científicos de más peso la misma empresa les intenta sobornar con pellizquitos de 10.000 dólares por hacer lo propio. ¡Y eso no es todo! Hay toda una red de sobornos y "subvenciones" de Exxon Mobile a libeggales de toda la vida para desacreditar y ridiculizar la lucha contra el cambio climático. No es conspiranoia, ¿eh? Que lo dice The Guardian.
Yo ya estoy decidido. ¡Usted siga con sus filantropías, pero no cuente conmigo: yo no voy a seguir atacando las polladas de cetapé gratis! ¡Yo quiero que me sobornen! EXXON MOBIL: por favor, sobórnenme a mí también.

(Qué pasada mirar entre las propias filas y encontrarse a Satanás...)

Juan Antonio García Amado dijo...

Ahjjj, ha vuelto a ocurrir. Mecagontó, no tengo una puñetera ocurrencia que no hayan pensado antes los de Libertad Digital o la COPE. Propósito de enmienda: comenzaré a leerlos y escucharlos. Por más que quiera evitarlo, siempre acabo metido en guerras de religión.Ya ni apelar a La Razón nos sirve, todo es cuestión de Fe. Encima, con sobornos de por medio, y uno a dos velas. Hasta tendré que pensar si no estaré, sin darme cuenta, a favor del cambio climático y todo, que parece que por ahí van mis tiros (de fogueo). Quién me mandará andar ridiculizando al Gobierno de la Nación, quién. Me tocará mi parte de responsabilidad cuando llegue el deshielo, ya verás. Todo por no darme cuenta de que, si lo dice ZP, palabra de Dios, te alabamos, Señor. Aquí el que no tiene a Losantos tiene a Dios.
Retiro lo de "de pega", lo retiro. Honesta y sabia gente de izquierda, y punto. La Iglesia no yerra y, además, es insobornable.
Para colmo, los que subvencionan al populacho son los del PP. Yo pensé que los de Caldera eran los otros, mecachis. Y todo por que mi caldera la alimenta Gas Natural y he perdido contacto con las bases. Pero quién me iba a decir que el amigo de Siniestro Total también entendía de calderas de carbón. Yo metí "caldera de carbón" en Wikipedia y no me salió nada. Otros que se han vendido al enemigo de los pueblos y las naciones.
Lo acompaño en el sentimiento por lo de su antigua comunidad de vecinos. Seguro que eran todos unos peperos o unos lectores compulsivos de Libertad Digital.
Con todo y con este descargo de conciencia, una duda me corroe: ¿he dicho o insinuado que esté en contra del ahorro energético entre la población? Yo creía que hablaba sólo de quién debe pagar las cosas y en qué proporción. Pero se ve que ando espeso y oscuro, contagiado tal vez del verbo divino del Presi. Es tut mir Leid. Si llego a saber que por meterme con el Gobierno ataco a no sé cuántos miles de científicos, me callo, eso seguro.
Divino también lo de las "propias filas", sí Señor. Lo justo para que lo enfilen a uno los que marcan el paso. El paso alegre de la paz.
Fdo.: VI Legio Legionensis.

Anónimo dijo...

Lo del cambio climático ya viene de largo, no tiene sentido que nos alarmenos tanto ahora. Porque todo se quedará en una mera alarma, en una sensación colectiva (que dentro de poco venderán bien como producto de telebasura, si no el tiempo). Ni a los ciudadanos les interesa bajarse de la burra del consumismo, ni a los empresarios que eso suceda.
Un día decidimos (inventamos) unas pocas medidas paliativas, lo vendemos, lo publicitamos, lo sacamos por la tele, decimos en Europa lo cojonudos que somos , nos dan un premio de movilidad sostenible (http://www.leondigital.com.es/leon-070207.php ), nos lo creemos y .... seguimos derrochando...
¿Qué problema hay en que la izquierda se crea sus propias mentiras?

Anónimo dijo...

1. No hay más que hablar: dé por borrado lo de las filas. No sé si es falta de netiquette o no: era satírico, y no quería ofender (aunque no creo que sea para sacar a desfilar al fascio nero al cachondísimo paso de la paz...). Mi punto: a diferencia de aquello de la “censura inversa” que me discutia en su día, quise sugerir un argumento dialécticamente leal (por más que lo haya usado en un contexto satírico, y no se entienda). Hoy parece ya evidente que va a haber que restringir los consumos urbanos no industriales, con redes que se caen en cuanto subimos de 37º y estaciones ardiendo en pleno centro de la capital del país cada dos por tres. El hecho es que en estos momentos, la posición contraria a las restricciones de consumo energético a las familias (siempre me ha rayado este giro) sólo es sostenida en el foro público: a) como misil político; b) desde los económicamente interesados en que no se lleven a cabo, como los suministradores de energía. Con esta especie de “argumento de autoridad inverso” dije: en esta toma de posición suya hay más anti-ZPismo que una verdadera cuestión de costes sociales. En dos platos: un “¡pues fíjese usted con quién va a convenir!”. Por poner otro ejemplo: si yo ante un copyleftista me pongo a defender los derechos de patente a saco, y alguien me dice que con esto me pongo en las filas de Novartis o de Bayer, no creo que pueda reprocharle si no me gusta con quién coincido (ya, ya: accidentalmente, sólo en este concreto tema, sin compartir interés, todo lo que quiera. Pero ahí está Novartis, Bayer o quien sea, y ahí estoy yo. No es que haya que tener los frentes definidos: es que Novartis no puede sonar sincera, por su interés en que triunfe una de las tesis).
(por cierto: hostias la que se está decidiendo ahora con el juicio de Novartis... Hubo un episodio de House que apuntaba a la cuestión) (pop culture!).

2. Por lo demás, hombre, si estamos todos satíricos, pero echan el cierre para la sátira justo antes de que hable uno, le dejan a uno machacao. ¡Y menos mal que no he dicho que esto era nordestismo de pega o suroestismo de poco fú!. Como le decía un desgraciao meses atrás a usted: “qué le voy a decir yo a usted, que me ha visto responder incómodo a muchas de sus sátiras políticas. La sátira siempre pica, insinúa pero no llama, es anfibológica, incómoda al lector y, después, si es decente, también un poco al satírico”. Hace falta ser desgraciao...
Buéh: pues donde dijo usted “Ay, si los del PP tuvieran un mínimo de materia gris... Ay, si fuera un gobierno del PP el que hubiera decidido esto”, le señalé que eso el PP de Madrid ya lo tenía cuando Espe I la No-Izquierdista-De-Pega, y si Faraón no nos arruina, seguirán pagando un 25 % a quien se pase a Gas ciudad (¡y un 75 si se pasan a paneles solares! Pinche, pinche aquí sin miedo). Y pese a eso, desagradecidos ellos, en mi ex-comunidad la peña no se rascaba el bolso para pagar el otro 75 %... porque tiene usted que ver mi barrio, sehr geehrter Kollege (que ahí sigo, seis portales más arriba, pero con gas natural: como ve, ascendiendo como la espuma en la darwiniana escala social). Y el opelcorsa, si lo dejabas aparcado cerca de la carbonera, lo llevabas más lleno de mierda que la funda de un jamón (por otra parte, le agradezco su amable pésame por la comunidad vieja, pero no le voy a contar lo de Guatepeor).
¡O sea: que no era izquierdismo de pega! Era la más puta realidad. Era que si entra usted en la ciudad desde la carretera de Galicia, la de Toledo, la de Andalucía o la de la Putísima Madre Que Parió Al Humo, ve usted la famosa “boina” de contaminación que es la que respiran los tiernísimos pulmones de mi ninia, y que respirarán los de la que ha de venir (que, por cierto, lleva presentando solicitudes desde antes del 6º mes para pasar unas semanitas en la incubadora...). Y algo hay que hacer si no quieres terminar como el puto D.F. Ah: y, además, lo del cambio climático.

3. Lo de los premios nobel y los señores del IPCC: caray, si ya no dejan fumar en ningún lado, no se puede pegar a la mujer de uno en la intimidad de la propia casa y aquí no se me permite un mísero argumento de autoridad, ya no sé qué hacer. Que los argumentos de autoridad sí valen si se agitan antes de usarlos y se conservan en sitio fresco y seco, como aprendí de su Viehweg de usted. Si no me vale la sátira y no me vale el argumento de autoridad, ya no sé qué me queda. Puedo contar mi rollo haciendo un elegante estríptis, pero convendrá usted en que se pierde capacidad de convicción (lo que, a su vez, quizá se gana en originalidad y sorpresa) (ya, ¡pero no es lo mismo!).

4. Y caray: si no le ha dejado en estado de shock la noticia esa de Exxon, ya no sé qué hacer (lo del estríptis quedamos en que estaba descartado). A mí me ha dejado acojonado. Y dándole vueltas sin llegar a nada claro... porque con una sana dosis de pesimismo antropológico, y conjugando libertad de empresa, libertad de información y ausencia de interés público en la producción de información... pues mire: no se me ocurre cómo garantizar que esa basura no sea TODA la producción informativa (basta con echar un ojo a los telediarios: lo que no es comercial, es fanatismo). Tengo familiares que se informan de buena fe en estas publicaciones. No leen muchos medios de comunicación, ni muy variados, pero creen (o quieren creer: en este concreto punto, y a estos efectos, da igual) en la buena fe de los que en ellos escriben; y no se les pasa por la cabeza que estén siendo instrumentos de un autor mediato. Qué saben ellos de lobbysmo proactivo. Hay una directiva por ahí adelante sobre corrupción en el ámbito privado... (ah: permítame que no me crea lo de que todos hacen lo mismo. Puede que todos llevemos gérmenes encima, pero aún podemos distinguir por el olfato al que lleva un capazo de estiércol).

5. Lo de pegar a la mujer no era broma. Es verdad. Es que no sé dónde vamos a llegar con esta furia reglamentista de los sociatas, copón ya (hala, a la mierda: y que sea lo que La Razón quiera. Pro Christo! Digoooo: Pro Leo Bassi! Pro Leo Bassi!!).

Anónimo dijo...

¡¡¡Hostias!!! Mire, mire el anónimo de la 1:49. Un ejemplo que ni pintao para lo que decía yo de mis familiares... El cambio climático, el panel de naciones unidas IPCC, los premios nobel... todos unos izquierdistas que se creen sus propias mentiras. Si la ciencia encaja con lo que es evidentemente mentira (porque lo dice la izquierda, ZP, el moro Muza o el Sursum Corda), es evidentemente porque la ciencia miente.

Anónimo dijo...

De los científicos tocará hablar en otra ocasión.
La izquierda es la primera en creerse lo que los científicos dicen, hasta ahí bien, pero cuando toca reducir consumos, no viajar a tontas y a locas, o toca ser austeros,casi nadie asume su responsabilidad. Parece que todos tenemos el ansia de gastar y despilfarrar. Evidentemente no es sólo la izquierda, es la gran parte de la población.
La mentira no está en la realidad del cambio climático, sino en aquello que nos cuentan, o nos contamos, a diario para intentar ser sostenibles. Y por lo general acabamos creyéndolo.