27 diciembre, 2011

Del plagio al premio. O de cómo acabó aquella historia de la Universidad de Vigo

¿Se acuerdan de aquel post de hace meses, cuando contábamos aquella historia bochornosa de plagios y disimulos en la Universidad de Vigo? Hasta un periódico alemán relató el caso.
Pues salieron bien librados todos los malandrines académicos, con las complicidades habituales y la omertà bien conocida. Y en su universidad hasta les dan recompensas y premios, para que perseveren y no se desanimen, pobriños. Eso se llama excelencia, creo.
Si tienen ganas de deprimirse un rato o si les apetece repasar cómo anda la universidad española a la hora de la verdad, lean esta magnífica entrada en un blog muy bien informado. Se quedarán de piedra. Es verdad todo lo que ahí se cuenta, aunque parezca increíble.
Así estamos. Y para seguir.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso el afán con el que se entregan a perseguir el plagio de los alumnos (leído también por aquí no ha mucho...)y la complacencia con la que admiran el de los doctores, investigadores, profesores (y todo lo que acabe en ores)
Feliz navidad, navidez y navidul a todos.

Anónimo dijo...

Hay que pedirle responsabilidades al rector, Salustiano Mato. En términos generales, creo que es preciso cambiar la estructura de la universidad. El sufragio universal genera un circo político que desemboca en estas cosas incomprensibles que tanto daño hacen. Al hilo de esto, para ganar profesionalidad, habría que meditar si conviene que los rectores sean gestores especializados en el sistema universitario. Loa rectores actuales, presuntos académicos, son, en general, una especie de políticos de medio pelo. A ver si con el cambio de gobierno...

Anónimo dijo...

Entiendo que esto del premio al plagio es una inocentada.

Diego Sánchez dijo...

Un lector de este magnífico blog escribió hace unas horas "Entiendo que esto del premio al plagio es una inocentada."

Me temo que no. A pesar de ser el Día de los Inocentes, todo lo que se cuenta en este blog (y en el blog "Nada es Gratis") es cierto. Ésta es la triste realidad de la Universidad de Vigo, que tiene sello de "excelencia internacional". Debe ser que su rector tiene buenos enchufes en el MEC, porque si no no se entiende.

El artículo de El Mundo (que se publicó el 21 de diciembre) es buenísimo; en él el periodista Juanjo Becerra le dice unas verdades incómodas al excelentísimo y magnífico rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, que parece no quererse enterar de lo que ocurre en las alcantarillas de su universidad.

Anónimo dijo...

Este último comentario es una muestra de por qué esto anda tan mal. Tan necesario es perseguir el plagio de los alumnos como el de los profesores, y no disculpar uno por medio del otro. Al menos en mi Universidad, los profesores que se han distinguido más en la persecución del plagio de los alumnos no son precisamente plagiadores, sino todo lo contrario. Y lo demás, como se suele decir en catalán, son "excuses de mal pagador" (creo que no hace falta traducirlo).

Anónimo dijo...

Perdón, no había entendido bien cómo funciona esto. Quería decir el primero de los comentarios.

Anónimo dijo...

Lo de la Universidad de Vigo es increíble. Y lo de esa Facultad de Ciencias de Orense supongo que será una muestra. Acabo de releer el artículo del Frankfurter sobre este caso... El Decano de la Facultad, Pedro Araújo, fue alumno de doctorado del tal Juan Carlos Mejuto. Yo no me creo que todos sean de la misma calaña. Y a pesar del ridículo en el que está sumida desde que estalló esto de los plagios, esa Universidad de Vigo confía con Matos, Mejutos y Araújos, etc., etc. etc.