09 octubre, 2006

Limbo

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Mecachis en los demonios, precisamente. Ojeo con retraso El País del sábado pasado, día 7, y me encuentro en la página 36 con la noticia que, mal que me pese, da la razón para siempre a todos esos posmodernos que me hacen tan poco tilín. Ya tenemos constatación definitiva de que todo se licúa, fluye, se evapora, tiembla y resiste mal el paso del tiempo. Fin de los grandes relatos, sí, y de los pequeños, y de las películas de miedo de verdad y del hombre del saco y del coco. Dentro de pocos años explicaremos a los niños que el hombre del saco sí existe, pero como figura de la literatura popular nacional y que, mira, niño, aparte de la nación y el espíritu del pueblo, no hay más allá ni más hostias, todo es empírico, cambiante y con dos rebajas al año.
Me pongo así de cascarrabias por lo del limbo. Por favor, adónde vamos a parar. Lleva uno un puñado de décadas alistado en el ejército racionalista y peleándose con la metafísica religiosa y los esoterismos varios y ahora van y, sin ton ni son, los enemigos disuelven su ejército, proclaman un ansia infinita de paz y dicen que donde dije Diego digo digo. Que ni el limbo existe ni el cielo es como piensan las beatas, todo lleno de querubines sin pene ni pena, ni, probablemente, el infierno es un sitio donde se pasen putas sino un estado de ánimo. Verás como en cosa de poco resulta que de ese estado de ánimo se sale leyendo un par de tomos de Paulo Coelho y todos a hacer el gilipollas en el cielo. Definitivamente, no va a compensar ser malo, total para qué, si ya no hay adonde ir con los colegas.
Bueno, pero escuchemos la docta voz del periódico-biblia (y lo de "docta voz" no es ironía, que conste). Cuenta que el pasado viernes la Iglesia católica hizo público oficialmente el cierre del limbo. Pero, por lo visto, fue un trámite de nada, pues Ratzinger ya había afirmado en 1984 que lo del limbo no era más que una "hipótesis teológica" y que, aunque estaba en el catecismo, no era verdad oficial. Moraleja: ya no te puedes fiar ni del catecismo. Verás el día que digan que era broma o sólo hipótesis aquello de que los enemigos del alma son el mundo, el demonio y la carne. Y que, por tanto, follar alegremente y sin encomendarse a nada ni a nadie ya no es pecado. Si por meterle unos aditivos de nada al tabaco andan las empresas tabaqueras pagando indemnizaciones multimillonarias, ya veo yo la cola de jubilatas ante los obispados, solicitando compensación por los polvos que no echaron a tiempo, o que no echaron con su santa porque ésta no quería en su alma enemigos.
Y si ya ni la Iglesia mantiene las formas, qué vamos a pedir de los concejales que casan a la gente. Según cuenta el mismo diario, para clausurar el limbo "no hizo falta... ninguna accción papal más allá de la recepción, en una ceremonia litúrgica, de las conclusiones de una comisión de teólogos". Y luego nos quejamos mi amigo Paco Sosa y yo de que la universidad se anda reformando a tontas y a locas, venga comisiones, juntas, reglamentos y sobeteos en los despachos. Corcho, pero si hasta la Iglesia se carga cuarto y mitad de la arquitectura del más allá con una simple reunión de teólogos, que seguro que fue, para colmo, una cena de trabajo regada con un excelso Brunello de Montalcino. No me jodas.
No sé, habrá que cambiar hasta los dichos. Ahora, sin limbo, a ver cómo explicamos dónde anda el que está atontado, el que no se entera o el que acaba de enamorarse. En el limbo ya no podemos decir que se encuentre, pues seguro que sale algún repipi leído con el cuento de que ese sitio no existe o que lo derogaron. Como la nación española, casi, aunque bien mirado, ésta es un limbo de limbos, mientras no nos declare inexistentes a todos una reunión de teólogos de la Unión Europea.
De todas maneras, queda tela por cortar. Porque con esta decisión de los teólogos en comisión, bendecida por el Papa, ya ha quedado claro y transparente que los niños que mueren sin bautizar no van a ningún limbo, sino que de su suerte decide Dios caso por caso. Hasta en el cielo se pone de moda el casuismo, ya ni al pecado original se le aplica la ley general y abstracta. De qué nos quejamos aquí abajo. Sin embargo, las espadas siguen en alto en lo que toca a los que se murieron antes de la venida de Cristo, que, como se sabe, suman un buen puñado. Según el citado periódico, "la comisión teológica tomó decisiones sobre los neonatos no bautizados, pero no sobre la humanidad anterior a Jesús. El destino de estas personas quedó en manos de futuras comisiones y, eventualmente, de Dios". Lo del "eventualmente" me encanta, pero me parece demasiado agudo para que lo haya hecho el periodista aposta.
Resumo la situación. Hasta ahora se iban al limbo, lugar donde se decía que no se estaba ni bien ni mal, una cosa así como en Albacete, supongo, se iban, digo, los niños no bautizados y todos los que habían cascado antes de la venida de Cristo a redimirnos del pecado original. Nunca tantos pagaron por la falta de solo dos, pero esa es otra historia, con mujer mala y hombre débil, que un día de estos corregirá otra comisión con una nueva cosecha del mismo elixir. A mí ese limbo tan lleno me hace pensar en los centros de internamiento para inmigrantes de Canarias. Y, por lo mismo, había que aligerar personal y meter unos cuantos en aviones para el cielo, que viene a ser para el cristiano como la UE para el subsahariano.
Pues muy bien, uno tiene que alegrarse siempre de que mejore la condición eterna de esos niños que a nadie hicieron mal, pues ni tiempo tuvieron, pobrecillos. Pero ¿y los otros? ¿Qué va a pasar con el otro colectivo, como lo llamaría un sindicalista celeste? ¿Hasta cuándo los van a tener, todavía y después de milenios, en ese limbo jurídico derivado de que no está claro el estatuto jurídico-escatológico del limbo? ¿Y los derechos adquiridos? Porque muy bien que lleves media vida eterna en el limbo en plan ni fu ni fa, ni frío ni calor, y que te digan que asciendes y te vas a una especie de Caribe ultraterreno, pase; pero, ¿y a los que les pinten bastos y los manden para el infierno a redactar estatutos de autonomía o leyes del suelo ígneo? ¿Los tranquilizará saber que lo suyo lo va a resolver una comisión nueva? ¿Formarán un lobby? ¿Tratarán de "tocar" a un par de cardenales ligeros de cánones?
Son preocupaciones hondas que habrán de consumir buen fósforo de las mejores cabezas de este valle de lágrimas. Allá ellos y que sea para bien. Lo que a mí me ha dejado definitivamente traspuesto ha sido otro parrafito de la misma página de El País. Al parecer, una de las razones que han movido a la Iglesia a declarar edificables los terrenos del limbo es la siguiente: "La segunda razón se basa en las estadísticas: el 60% de los católicos cree en Cristo, pero no en el infierno ni en el Paraíso". Manda güevos, hasta detrás de eso anda el CIS. Va a tener razón Zapatero, lo principal es el consenso. Religión a la carta, dogma prêt à porter, credos wonderbra, evangelistas de blog, santos de emoticón, condenas eternas de fin de semana, paraísos artificiales, curas... milagrosas.
Si yo fuera Dios estaría que me llevaría idem.

11 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Lea a San Agustín. ¿Recuerda lo que decían la abuelas cuando las madres progres no querían bautizar a sus hijos?

Y perdóneme pero usted tiene tanto de racionalista cómo yo de nórdico.

Su club de entidades mágicas jurídicas es sólo comparable al club de entidades chamánicas de un curandero tribal.

Por cierto, somos ya más de uno los estudiantes de derecho que esperamos una definición de competencia de todo un profesor de teoría jurídica.

tic tac tic tac tic tac

Anónimo dijo...

Hostias, tictac...

Anónimo dijo...

a ver -listo de los cojones-: ¿me puedes decir en qué punto del Catecismo de la Iglesia Católica se habla del Limbo?

Anónimo dijo...

Usuario anónimo de arriba, mire a ver, que yo también firmo como anónimo, esas palabras que emplea, aunque pueden considerarse como expresiones celianas también pueden resultar ofensivas. Para evitar confusiones debemos llegar a un aclaramiento del anonimato que legitimamente podemos y queremos emplear.
En fin, yo soy protestante y admirador de García Amado como es bien sabido.

IuRiSPRuDeNT dijo...

bueno anonimo, te parece poco limbo el del catecvismo de trento y el de Pio X ?

PD: A mi lo que me jode es que despues de cerrar definitivamente el limbo, queda sin defensa el purgatorio; me van a cerrar el purgatorio, al tiempo.

Anónimo dijo...

Ná, que vi lo de “listo de los cojones” y me di por aludido.

Primero, desambigüemos, a lo wiki.

Supongo que no se refiere al limbo-rock (“how low can you go?”): no veo a Ratzi en esas.

Y de los distintos limbos católicos:
a) el “limbus patrum”, “limbo de los justos” o “seno de Abraham”: no sólo es que esté tradicionalmente en la doctrina de la iglesia o en el catecismo (633): es que está en las ipsissima verba Iesu (parábola de Epulón (Lc 16, 22-26).

b) el limbo de los niños. Si mal no leí, Garciamado dice que “estaba” en el catecismo, cuando habla de la posición de Ratzinger en 1984. Usa el pasado. Desde luego, no se refiere a la versión del catecismo de 1992; de entre las posibles versiones anteriores, no sé a cuál se referirá. Me remito a dos viejos conocidos de la doctrina española: los catecismos de los padres Astete y Ripalda, con los que se adoctrinaron tres siglos de niños españoles, que se dice pronto.

ASTETE, Gaspar. Catecismo de la doctrina cristiana (adiciones de MENÉNDEZ DE LUARCA, Gabriel).
(El texto en cursiva es de las adiciones)
"P.:¿Qué entendéis por el Infierno a que bajó Cristo nuestro Señor después de muerto? R.: No al lugar de los condenados, sino al limbo donde estaban los Justos.
P.:¿Pues hay más de un Infierno? R: Hay cuatro en el centro de la tierra, y se llaman: Infierno de los condenados, Purgatorio, limbo de los niños y limbo de los Justos o Seno de Abraham.
P.: ¿Y qué cosas son? R: El Infierno de los condenados es el lugar adonde van los que mueren en pecado mortal, para ser en él eternamente atormentados; el Purgatorio es el lugar adonde van las Almas de los que mueren en gracia, sin haber enteramente satisfecho por sus pecados para ser allí purificadas con terribles tormentos; el limbo de los niños es el lugar adonde van las Almas de los que antes del uso de la razón mueren sin el Bautismo; y el de los Justos o seno de Abraham, el lugar adonde, hasta que se efectuó nuestra Redención, iban las Almas de los que morían en gracia de Dios, después de estar enteramente purgadas, y el mismo a que bajó Jesucristo real y verdaderamente.
".

RIPALDA, Jerónimo, SJ (1616). Catecismo de la doctrina cristiana. Edición de 1957.

"74 P. ¿Qué entiendes cuando dices que BAJO a los Infiernos?
R. El lugar de los Justos, donde esperaban el advenimiento de Cristo Resucitado. También: el Infierno de los Condenados; el Limbo de los niños muertos sin Bautismo y el Purgatorio".

A la pá de Dio.

Anónimo dijo...

Iurisprudent: ¡¡NO AL CIERRE PATRONAL DEL LIMBO!!

Juan Antonio García Amado dijo...

Qué bárbaro, AnteTodo, sabe usted un güevo de las entretelas del dogma y las Escrituras. Me descubro. Ya me contará un día -espero que pronto-, delante de unos vinos del Bierzo, si es que aprendió tanto haciendo de monaguillo o leyendo por las noches. Bien está, en cualquier caso. Y todo un ejemplo.
Yo, ateo tranquilo, convivo muy pacíficamente con los creyentes que me caen cerca. En casa tengo, y tan felices. Sólo me causan perplejidad a veces aquellos que por no conocer casi nada de la historia de su propia fe y de los vaivenes teológicos de su Iglesia se creen que es mentira todo lo que uno les cuenta después de estudiar algún rato. Pero, por mucho que sea lo que algunos ignoren -otros, los mejores, no- nunca se me ocurriría llamarlos tontos de los cojones. Más que nada, por si es pecado insultar al prójimo. Que los descreídos no tenemos dónde confesarnos y luego nos la cargamos.
Abrazos ecuménicos.

Tumbaíto dijo...

La doctrina agustiniana es clara: los niños no bautizados van derechitos al infierno. O sea, la doctrina del limbo atenta directamente contra la sana doctrina de un Padre de la Iglesia. Y la patrística vence al catecismo.

Siempre que no consideremos el limbo una región del infierno. Si así hiciésemos, fútiles serían las dificultades ya que una región del infierno es infierno.

Yo soy politeísta.

Anónimo dijo...

Estimado Garciamado:
Le escribo con el cogote requemao porque se me puso una llama encima mientras escribía el anterior comentario.
(Versión para materialistas rampantes: dos cursitos de teología, 1990 a 1992, nunca vienen mal para después ser ateo... agnóstico... eh... bueno: sea como sea, nunca vienen mal. Sobre todo para hacer dogmática. Y luego, si uno bien se fija, en mi lugar de trabajo hay mucho cura también).

Burnout. dijo...

Sólo hare una puntualización: ¿Son estos de Amnistía Internacional quienes aparecen también "apadrinando" siempre en televisión a los presos de ETA?
Pues lo siento pero no quiero que utilicen mi firma para afirmar que tienen x firmas a favor de la liberación de los presos. Cuidado con los que aparentan ser corderos, que a veces cambian de piel...
Me temo que no firmaré.
Por cierto tumbaito, ¿no eres un poco obsesivo con el tema? aburres hasta a los pupitres ¿no tienes ningún argumento más que ese?
Un saludo