03 octubre, 2011

Hastío

Los comentarios al post de “Danzad, danzad, benditos” me han hundido más en la perplejidad. En la melancolía no, porque ya casi no me queda. Sin ánimo de marearme mucho en la misma noria ni de seguir con tal matraca sobre Zapatero y demás, me pongo a hacer algunas consideraciones muy breves y que se pretenden aclaratorias de unas pocas cosillas.

1. Cada quien puede creer en lo que le da la gana, con fe de carbonero, de teólogo o de sujeto que intenta reflexionar un poco. Que haya personas y colegas que opinen que Zapatero es un tipo bastante valioso, que no lo ha hecho nada mal y que con cualquier otro el país habría marchado peor me parece perfectamente respetable. El respeto, naturalmente, no exonera de que cualquiera pueda criticar también a Zapatero o al coño de la Bernarda.

2. Ser militante, simpatizante o votante del PP no es ningún oprobio ni supone nada de lo que haya que avergonzarse o por lo que se deba pedir perdón. Sólo faltaba. Es un partido más de nuestro sistema y tiene perfectísima cabida en él. Que algunos opinemos que nuestro sistema de partidos y la legislación electoral tienen graves vicios que habría que corregir es harina de otro costal. Además, es responsabilidad principal de los dos partidos mayoritarios.

3. Un servidor ni milita en el PP ni lo vota, hoy por hoy, pues su programa, su estilo y su ideología de fondo, si alguna queda, están bastante alejadas de mis concepciones del mundo, de la política y de lo que al país conviene en términos generales. Pero, dicho esto, los que siguen al PP me merecen la misma consideración que los que se afanan para defender cualquier otro partido.

4. No me merecen gran estima los maniqueísmos políticos, y más en estos tiempos de disfraz y gatos pardos. Me puede parecer aceptable casi cualquier argumento sobre qué programas políticos son preferibles o qué partidos más prometedores, pero el de votemos a X porque todos los demás son (aún) peores lo considero penosísimo y propio de viciosos de la resignación. A esos les haría una sencilla pregunta: ¿qué tendría que hacer el partido de sus amores para que usted le retirase su apoyo y pensara que a lo mejor ha dejado de ser la mejor de las alternativas posibles? Sospecho la respuesta de muchos: nada, el partido de mis entretelas puede hacer lo que quiera y siempre estará bien hecho y mejor hecho que por cualquiera de los otros. Amén. Bienaventurados los fanáticos y los que lo tienen muy claro.

5. Las imbecilidades que se puedan decir por ahí de Zapatero, de Rajoy o de Perico de los Palotes no son más que eso, imbecilidades que hablan a las claras del seso de sus autores. Ahora bien, contra las críticas más o menos serias y fundadas que alguien pueda hacer a Zapatero, a Rajoy o a quien sea no es argumento el de asociarlas sin más con esa estupideces que afirman otros. Si alguien sostiene, por ejemplo, que Zapatero hizo mal en negar la crisis o que se equivocó al aplicar ciertos recortes sociales últimamente, no es réplica recordar que hubo uno que lo calificó como el Anticristo. Porque aquel que así razona está buscando bula para Zapatero; o para quien sea.

6. Yo no he escrito aquí nunca que Zapatero sea el causante de los maremotos o que se saque mocos en los semáforos. Yo sólo digo que a mí siempre me ha parecido tonto y bastante inútil. Y que lo que de listo le quede, es para mal. A lo mejor estoy equivocadísimo, pero es una creencia mía y puedo mantenerlas sin necesidad de santiguarme por si estoy endemoniado. Es muy posible que dentro de unos meses aquí mismo esté yo poniendo de vuelta y media a Rajoy mientras los anónimos estos callan, se meten el rabo entre las patas y se lo siguen tocando; como hasta ahora con el otro.

7. Sobre la crisis económica y la responsabilidad de los políticos. Que ya en tiempos de Aznar se debió tomar más de una medida para que no acabara pasando lo que pasó, me parece fuera de toda duda. Dicen los que entienden de eso que la buena situación actual de Alemania no se debe tanto a méritos de la señora Merkel como a ciertas reformas de su antecesor, el señor Schröder. Pero, dicho esto, o toda la responsabilidad es de Aznar o, si los gobernantes tienen algo que ver con lo que pasa, habrá que aplicar la misma vara de medir para juzgar de las políticas de Zapatero. Lo pistonudo y propio de bipolares delirantes es cambiar de criterio según de qué político hablemos: Aznar pudo hacer y no hizo y Zapatero… ¿no hizo porque no pudo? No sé, no sé. Huele a oso hormiguero por aquí.

8. ¿Por qué se hundió el Titanic? ¿Fue porque el iceberg era demasiado grande y no había quién lo parara o se apartara de él o fue por la impericia del capitán o la tripulación? Lo ignoro, o pongamos que se puede dudar. O habrá diversas teorías. Lo que no me vale es lo que declare al respecto un primo del capitán o el sobrino de algún ahogado. Algo parecido debe de suceder con lo de la crisis en estos pagos. El capitán dijo: no hay iceberg, es una piedrecita de nada, como un cubito de los de las copas. Luego, cuando cayó de la burra, a lo mejor hizo lo que pudo o lo que supo. Haría falta un buen equipo serio, interdisciplinar e imparcial que dictaminara sobre la formación y las capacidades del capitán en cuestión y sobre lo remediable o irremediable de la situación. Obviamente, sus juicios, si son serios, no podrán depender de que haya elecciones pasado mañana o de que estén enemistados con los capitanes de otra compañía.

9. La socialdemocracia se demuestra andando, no soltando paridas al buen tuntún. Si he de definirme en estas cuestiones, me defino como liberal-socialdemócrata. Liberal porque creo que hay que dar a los ciudadanos toda la libertad que sea posible, y socialdemócrata porque creo que las únicas libertades que hay que limitar son las relacionadas con la propiedad, a fin de que exista igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos y de que cada uno pueda aspirar a lo que a su mérito y esfuerzo corresponde, sin estar predestinado por el hecho de nacer rico o pobre. Pero si tengo un primo tonto que dice que él también es socialdemócrata, mientras babea y se rasca las ingles, eso no afecta a la socialdemocracia, sino a mi primo, el pobre.

10. Ya sé que estamos en precampaña y que los partidos organizan comandos de partidarios para eructar consignas en la red, hasta en los blogs. Una jodienda. Pues nada, ánimo y que las urnas repartan suerte. A lo mejor hasta cae un carguete. A mí no, eso seguro.

20 comentarios:

L'ami du peuple dijo...

soy seguidor de Cioran y al hilo del hastío me quedo con la siguiente frase: El espíritu descubre la identidad; el alma, el hastío; el cuerpo, la pereza. vivir significa: creer y esperar, mentir y mentir-se.

Me considero Cioranesco y socialista por vivencia, obra y acción, compatible con una sociedad liberal social de estado social con más servicios sociales y públicos de calidad, como en los países no Pigs ( Portugal, Grecia y España ) y no de Europa del Este.

léase a Cioran todo y aparte reconozca, desde el optimismo de la voluntad que aún necesitamos socialdemocracia, como defiende José luis Sampedro, Hessel y los viejos luchadores socialistas que aún resisten con treinta y muchos o cuarenta.

EX ALUMNO

VICENÇ NAVARRO dijo...

sigo mucho a Vicenç Navarro, máximo experto en España en políticas sociales y de Estado de bienestar y creo necesaria todavía una era de extensión del estado social no zapateril que transforme España. Pues, muy bien, adeu

Vicenç Navarro, gran politólogo y humanista economista, poco planfetario, simplemente estudioso del estado de bienestar de nuestro entorno comparado.

Lopera in the nest dijo...

Desde luego son incansables. Y además no saben leer. No han leido lo de tu primo tonto.

SIN ACRITUD dijo...

" la razón es una puta que sobrevive mediante la simulación, la versatilidad y la desvergüenza "

Cioran.

No creo que las ideas de izquierda sean sólo para improductivos,
inanes,"primos " incapaces y " tontos ", pobres y menesterosos, capas bajas, mientras que las ideas pseudoliberales son para uso exclusivo de santos laicos creadores de riqueza, los cultos y capaces, los de talante fecundísimo y abierto, frente a las miserias del comunismo y del fascismo.
Si hemos avanzado es por todo lo que somos, incluyendo los errores de la izquierda, viva y coleando, de simpatías no ha mucho, troskistas y del 68,respetuosa de francotiradores individualistas y jüngerianos.

el liberalismo jamás ha defendido la " libertad " en abstracto, salvo la de mercado laissez faire y laissez passer, es también el sufragio censitario, es su pronta alianza parlamentaria con los conservadores de corte Canovista, es una etiqueta vacía de contenido y no es lo que usted parece ser: libertariano, libertario, ácrata, libertario de derechas con concesiones a la existencia de un estado socialdemócrata interventor.

Si el comunismo fracasó,y lo hizo,
el liberalismo ortodoxo fracasó aún más y al él se deben las guerras imperialistas, la explotación brutal del hombre por el hombre, la mala distribución global de la riqueza, el capitalismo manchesteriano de 4o años de esperanza de vida, hacinamiento, promiscuidad, desigualdades abismales, enfermedades industriales incurables, etc

Rogelio dijo...

"Me gustaría meterla al menos 3 veces cada 90 minutos".

Zidane


Si las políticas sociales justas-sensatas-consensuadas-financiables-racionales-eficaces-estratégicas-generales-incentivadoras-democráticas debemos esperarlas de la panoplia política patria al calendario habrá que añadirle el quinto dígito.

Ahora bien, si algún partido ha hecho méritos para ocupar el lugar de honor del podium del campeonato nacional de acoso y derribo de la sociedad española éste lleva la etiqueta socialdemócrata grabada a fuego en la chaqueta de pana que sacamos del guardapolvo cada 4 años.

Antón Lagunilla dijo...

Sobre los fastuosos logros de la socialdemocracia patria, aconsejo leer el artículo de Roberto Centeno de fecha 3-10-2011 en cotizalia.com

Saludos

Exiliado dijo...

Profesor, no es usted el único que padece hastío. Algunos nos cansamos hace tiempo y, quizá cobardemente, decidimos irnos de un país desquiciado. Alguna gente no entiende sus artículos simplemente porque no concibe que se pueda intentar hacer un juicio ecuánime. Las dos varas de medir, la ley del embudo, esa es la marca que nos define. Un mismo comportamiento es vilipendiado o justificado dependiendo de quien lo realice. Podrá usted dedicar horas a explicar que se trata simplemente de aplicar las mismas reglas a todo el mundo, no unas para mí y otras para los que piensan de manera diferente. Predicará  usted en el desierto y le llamarán traidor a no sé qué verdad revelada. Aun así, nos da usted esperanza así que por favor continúe.       

un amigo dijo...

Pues yo, que cada día me deslizo más dentro de la tibia gruta de mis rarezas, y que consecuentemente cada día salgo menos, le leo un no sé qué de elogioso, especie de reconocimiento oblicuo e impronunciable, a toda esta sarta de quejidos-comentarios-estertores, psico-poli-drama de final de una era, crepúsculo de los pordioseros, que se van amontonando por aquí. Montón por montón, prefiero las cagarrutas de murciélago de mi gruta, que por lo menos alimentan un pequeño sistema de vidas industriosas y bien trabadas.

Asín que nada de hastíos. Siga dándose la alegría insensata de pensar, y de escribir aquello que va pensando. ¿Que haya unos cuantos que ni saben ni pueden salir del ser pensados? ¿Y qué? ¡Yquequerequé!

Salud,

Anónimo dijo...

>> Sobre los fastuosos logros de la socialdemocracia patria, aconsejo leer el artículo de Roberto Centeno de fecha 3-10-2011 en cotizalia.com

¿Que fastuosos logros de la socialdemocracia patria? ¿pero cuando hemos tenido un gobierno socialdemócrata en España?

En España todavía no hemos tenido socialdemocracia. Ni de nombre (la S del PSOE es socialista, que no socialdemócrata), ni de facto. Zapatero ha desarrollado un programa neoliberal con unos cuantos guiños populistas a la izquierda. Mucho talante y poca chicha.

Y conste que Centeno es un tipo que admiro. Entre otras cosas hice malabarismos en la carrera para poder cambiarme de grupo y tenerle de profesor. Pero para criticar la socialdemocracia patria se requiere, antes de nada, haber tenido socialdemocracia patria.

Yo me declaro socialdemócrata, y estoy convencido que es, en la mayor parte de los casos, el mejor tipo de política a día de hoy. Sólo tiene un (grave) inconveniente: necesita un equipo capaz y competente. Si no es así, a quien trate de implementarla le vendrá grande. Ninguno de los dos gobiernos socialistas a día de hoy ha sido competente. En un caso porque tuvimos un presidente muy inteligente que necesitaba rodearse de inutiles quien sabe si para no sentirse amenazado, y en el otro porque directamente hemos tenido a un inutil a la cabeza.

Y esa es la ventaja de neoliberalismo y el laissez faire. Será peor, que lo es, pero funciona aunque se ponga a un mono al mando. A fin de cuentas, estás dejando todo en manos de la privada.

Hasta el día que haya alguien capaz y sensato a la cabeza del PSOE no tendremos un gobierno socialdemócrata. Y por cierto, viendo el nivel de la política nacional, me da que ese día va a tardar en llegar.

SPARTACUS dijo...

el liberalismo nació para luchar contra el poder absolutista de un monarca, fijar los impuestos por ley y aprovechar la existencia de imperios ultramarinos para hacer negocios basados en el esclavismo tanto interior como colonial negrero, a él no se debe ni la democracia formal, sino declaraciones de derechos- proclamas, bill of rights anti feudales - y de ahí el progresismo y los avances abstractos en su día -, como defensores de avances para una nueva clase, que había nacido en el siglo XIV O XV, y alcanzaba el poder, mediante revolución en el XVIII o el XIX, dejando en la estacada, sin voz, a la inmensa mayoría proletaria y campesina, tras afianzar sus nuevos privilegios censitarios, reparto de cargos y prebendas, construcción del estado nacional, etc

el liberalismo como movimiento es distinto a la democracia, sino antitético en muchos aspectos.
La democracia será petición de los partidos obreros, progresistas y socialistas, que quieren una participación real, una libertad real para desarrrollarse y ser ciudadanos iguales. Se basa en la igualdad y no en la libertad omnímoda de mercado.

En estos tiempos de desmemoria, la gente obrera de conciencia de clase, me parece admirable, y de ella, dependerá los avances y bienestar para su gente o grupo social.

También existen anarquistas burgueses de salón, fachas de toda la vida del fascio falangista y guerracivilista con " talante liberal ", comunistas perseguidos con pensiones precarias e intelectuales defensores de unas grandes ideas, que no merecen tirarse al cubo de la basura, por los errores de unos cuántos.

la democracia no puede existir sin un estado social fuerte y eso es exigencia constitucionalizada.

EL socialismo democrático que tenemos en España ha sido improvisación y rectificación continua sin rumbo, con aplicación de recetas neoliberales y sin una visión respublicana del estado.

Anónimo dijo...

Desde el debido respeto: todos los de derechas que quieren dárselas de algo " progres " en materia sexual o en alguna pijadita por el estilo, se declaran " liberales ". Matemático. Es lo que conozco.

cachorro quente dijo...

Acerca del "emprendedurismo" (o lo que hay detrás de que la Universidad de León organice un curso al respecto):

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Quien/privatiza/politicos/elpepuopi/20111004elpepiopi_12/Tes

GANA SIEMPRE EL CAPITAL dijo...

A " los poderes de este mundo " yo creo que les conviene más un partido teóricamente de izquierdas, para acometer sus " reformas ". Estoy hablando del Foro Davos, Club Bilderberg, Unión Europea, la comisión, Banco central europeo, Washington, Wall Street, etc.

el liberalismo progresista o socio-liberalismo ya lo tenemos en las efectivas políticas del Psoe: en España nunca jamás llegó a gobernar no ya un partido socialista, sino socialdemócrata. El Psoe actual es una maquinaria electoral creado en los años 70 por la socialdemocracia alemana, con fondos y apoyo del carismático Billy Brandt. Conviene tener un partido de centroizquierda teórica que sirva de colchón social respecto a las demandas y descontentos del pueblo trabajador mayoritario y fácilmente silenciado.

willy Brandt dijo...

willy Brandt, quiero decir y escribir.
willy Brandt, quiero decir y escribir.
Willy Brandt, quiero decir y escribir.
Willy Brandt, quiero decir y escribir.

Anónimo dijo...

El Profesor GarciaAmado, ya se ha manifestado en anteriores ocasiones como partidiario de Rosa Diáz y su chiringuito.

El Profesor GarciaAmado es coleguilla del Eurodiputado por UP y D, Don Francisco Sosa Wagner, que pública mucho en este blog, y que se conocen desde cuando ambos estabán en la Universidad de Oviedo.

Por lo demás yo sigo el blog, pues me parece de lo mejor.

Pero las opinones politicas del Profesor GarciAmado las suelo relativizar mucho y por supesto situar en el contexto de su admiración por UPyD.

Este Chiringito Rosa Díaz, a ver cuanto dura.

No debemos olvidar que se presentó a las primarias contra Zapatero y perdió, por lo que monto su propia tienda, pescando en rio revuelto, y parece que le va bien de momento.

Exiliado dijo...

Al Profesor García Amado se le podrán llamar muchas cosas pero no dogmático. Aunque él se defiende muy bien solo, no creo que tenga nada de vergonzoso que haya mostrado, prudentemente, simpatía hacia un partido político (al que por cierto nunca he votado). Si por algo se caracteriza, al menos leyendo sus numerosos artículos, es que cree en unos principios básicos, que podrán ser buenos, regulares o malos pero que exige POR IGUAL a todo partido o institución, al contrario que la mayoría de los españoles. No me refiero a una determinada visión de la economía, o a aborto sí / aborto no, sino a esos principios que él probablemente considera exigible a cualquiera que nos representa, como la integridad y la austeridad.

Juan Antonio García Amado dijo...

Estimado Anónimo:
Gracias sinceras por su amable comentario sobre este blog. Sus palabras, por otra parte, me dan ocasión para un nuevo intento de meter en estas cosas un poco de rigor analítico.
Dice usted que relativiza bastante mis opiniones políticas debido a la simpatía que en algún momento aquí reconocí que le profeso a UPyD, donde, además y como usted también señala, tengo muy queridos amigos, empezando por Francisco Sosa Wagner. Usted estará de acuerdo conmigo en que las simpatías y los gustos son personales y libres, mientras que los argumentos sobre temas generales pueden analizarse por lo que en si valgan o convenzan, al margen de que a quien los emite le guste más la carne o el pescado o prefiera el fútbol o el balonmano.
En ese sentido, me pregunto si mis opiniones y argumentos tendrían más valor y serían menos “relativizables” si no hubiera manifestado nunca mayor querencia a ningún partido. Si así fuera, tendríamos que concluir que todas las razones que en asuntos políticos exponga quien no sea indiferente a o equidistante de todos los partidos políticos tienen escaso valor, se digan como se digan y se defiendan mejor o peor.
Repare también en que esa relación entre opiniones políticas de un individuo y su inclinación mayor hacia algún partido político puede darse de dos maneras. Yo puedo tener mis ideas políticas y mis convicciones sociales y, a partir de ahí, tomar querencia al partido que me parezca a ellas más cercano. En ese caso, no pienso lo que pienso porque sean las tesis de ese partido, sino que apoyo a ese partido porque estimo que es el más cercano a mí; no dependo yo de él, sino él de mí, por así decir. Pero también puede ocurrir que yo procure no opinar ni decir esta boca es mía hasta que no sepa cuál es la postura oficial u oficiosa del partido de mis amores. Entonces no es que yo reflexione y en razón de mi reflexión prefiera, sino al revés: piensan otros y yo me limito a apoyarlos con fidelidad perruna.
Créame, todo mi empeño lo pongo para que, en mi caso, las cosas funcionen de la primera manera, no de la segunda. Hace tiempo que prescindí de iglesias y carezco de toda predisposición para la fe acrítica.
Usted puede llamar “chiringuito” a UPyD, está en su derecho, igual que puede denominar chiringazo a cualquier partido de los dominantes. Pero lo que valgan las razones suyas o las mías, si pensamos por libre, será completamente independiente de “cómo les va” a los unos o a los otros. No se tiene más razón porque gane el partido de uno, ni menos porque el partido al que se vote fracase. Fíjese, algunos tenemos la manía contraria, y bien que pagamos por ello: simpatía a los pequeños, por sus dificultades, y pocas ganas de roce con los grandotes. Pero cada uno es como es y bien está, mientras nos sigamos respetando.

Anónimo dijo...

De acuerdo profesor GarciaAmado.

Que suerte, merecida después de mucho esfuerzo supongo, pero que suerte repito, esa de ser Catedratíco de Universidad, es decir funcionario al fin y al cabo.

Y poder, supongo que amparado por la libertad de catedra, llamar de todo al Presidente de Gobierno, que si lerdo, que si bobo, que si inutil, etc.

Si usted trabajara en una empresa privada, supongo que se tentaria mucho la ropa antes de dedicar esos adjetivos al Presidente de su Empresa, pero como solamente se trata del Presidente del Gobierno, pues vale....

A ver si con el proximo y con el tiempo, sigue en su linea, no se preocupe, razones le dará y aquì le estaremo esperando para leerle.

Por lo demás....Viva el Respeto y la Democracia, como Ud. dice.

Exiliado dijo...

Anónimo, no es mi intención meterme en las discusión entre usted y García Amado, pero no me puedo callar porque su mensaje no va dirigido sólo a él sino a todo funcionario que se “atreva” a cuestionar el poder político y por extensión supone un ataque frontal a la idea de la función pública basada en el merito, no en el servilismo.

En primer lugar, compara usted churras con merinas. Una empresa privada tiene considerable libertad para decidir a quien contrata y algo menos para despedir a sus empleados. La razón principal es que arriesga su propio dinero, aunque ello no le exime de cumplir con la legislación laboral ni le permite despedir procedentemente ante cualquier crítica. A la función pública se accede (al menos en teoría) por meritos más o menos objetivos. Los funcionarios no sirven al poder político de turno sino al Estado (o administración correspondiente) y por descontado a los ciudadanos. Ciertamente, cuando un funcionario actúa como tal deberá evitar menoscabar las políticas decididas por el poder político (además de respetar, ante todo, el orden jurídico). Sin embargo, al margen de esa limitación, y principalmente en la esfera privada, su crítica es libre. Para que qude claro, yo no soy funcionario.

En segundo lugar, le planteo la prueba del algodón para comprobar la validez de su argumento. Aplique la misma regla que usted ha formulado a una situación en la que un funcionario criticase a un Gobierno en las antípodas de las ideas políticas que usted profesa. ¿También le parecería fuera de lugar?

Anónimo dijo...

Respecto al Profesor GarciaAmado, le tengo que decir que he leido alguno de sus libros, muchos de sus articulos, y muchisimas entradas de este estupendo blog.

Está en todo su derecho de criticar al Presidente del Gobierno o al Papa de Roma, faltaria más.

Pero si Ud. ha leido como yo el blog, habrá notado que menos bonito ha llamado a Zapatero de todo.

A la persona, no a la gestión, y ahí es a donde voy yo, da la impresión que entre GarciaAmado y Zapatero hay algo personal, sobre todo por parte de GarciAmado, ya que Zapatero me temo que a lo mejor no conoce al Sr. GarciaAmado.