En mayo se pueden proyectar muchas actividades porque es mes placentero, de primavera, de luces con aromas a frutas, de amores incipientes, de manojos de estrellas en el cielo y de cascabeles en el alma. Se desperezan los cuerpos, entumecidos por los meses fríos, esos meses henchidos de sombras prietas, y todo en nosotros se hace albórbola gozosa. Acaso por todas estas razones dar consejos para aprovechar el mes de mayo puede parecer superfluo.
Y, sin embargo, es lo que me propongo hacer.
Porque se anuncian actividades al aire libre, en acampadas, al borde de los ríos, en las playas que ya empiezan a acoger a visitantes, o excursiones a las montañas que se llenan en esta época de una sustancia musical bien definida. Y hay ofertas de exposiciones, por ejemplo en Madrid se han abierto varias apreciables, y lo mismo en otras ciudades españolas. En París se acaba de inaugurar la dedicada a Manet donde figura su famoso cuadro de la merienda -un cuadro también de la temporada primavera / verano- con esas mujeres desnudas y pingües acompañadas de dos hombres vestidos como para asistir a la ejecución por medio de garrote vil del último parricida.
O sea que el horizonte está cuajado de tentaciones.
La mayor, empero, es la que se recoge en un anuncio de la prensa de estos días. Un anuncio que solo puede pasar desapercibido a las almas toscas pues los espíritus frescos necesariamente han de desplegar ante su contenido todas las antenas y demás elementos sensitivos.
Se trata de un programa “de certificación en coaching dialógico” convocado por una Universidad privada, de las buenas y costosas. ¿Alguien ha pensado alguna vez en algo más apasionante? ¡Obtener el diploma de coaching en unas pocas sesiones! ¡Pasearlo por el pueblo, exhibirlo ante los amigos, caracolear con el éxito ante las conquistas amorosas! Amor, no quiero ser un pedante, pero he superado el curso de coaching, no de cualquier coaching, sino el dialógico. Porque este, el dialógico, es el bueno al estar preñado de consecuencias fecundas como un nido que tuviera recién abiertos los huevos.
Cuesta caro pero el precio solo puede importar a los espíritus pacatos y temerosos. Las gentes emprendedoras no se dejan amilanar por unos euros arriba o abajo.
En el módulo I de esta impar oferta educativa se analizan las bases generales del coaching dialógico, la metodología que diríamos los antiguos. El II está destinado a “desvelar el sentido y el encuentro”, lo que tiene su miga y su sustancia. El III se ocupa de “desvelar el ser y el camino”: ¡ahí es nada! ¿quién no será otra persona cuando haya culminado ese módulo y descubierto los dos grandes enigmas de la humanidad, los representados por el ser y el camino? Pero la emoción no para aquí. En el IV se desvelan “las relaciones y los sistemas”. Casi siempre el verbo utilizado es el de desvelar, ya se sabe que “el aire la vela vela” y demás precisiones que dejó escritas García Lorca quien ya intuyó el coaching pero no pudo asistir en su época -tan oscura- a estos cursos. En fin, el V es un final poético en toda la regla porque está destinado a “convertir los límites en orillas”. ¿Quién ha logrado expresar en menos palabras las vacilaciones entre lo finito y lo infinito? ¿Cómo se sentirá el afortunado que convierta los límites de su pobre existencia precoaching en orillas al mar abierto del coaching dialógico? ¿Qué experiencias no nos podrá transmitir ese bienaventurado?
¡Que nadie se quede atrás! ¡Todos al coaching dialógico! Y lo demás se nos dará por añadidura.
2 comentarios:
Cocha que los parió...
Salud,
ya, yo lo vi y hasta el momento de leer este artículo pensaba que era una coña marinera pero no, veo que es verdad, pero quién puede picar semejante anzuelo?? tal vez yo esté desfasada y no entienda ni de coaching ni de markeintg
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