Un buen amigo de este blog y antiguo alumnos al que no veo desde aquellos tiempos de las aulas ovetenses, me escribió esto hace pocos días:
En la reciente huelga de la minería se aplicó el mismo rasero que con Atutxa: un grupo de mineros puede tener cortadas varias horas las principales vías de comunicación de una región y no pasa nada porque se conculquen los derechos constitucionales de miles de ciudadanos, que quedan horas atrapados y no pueden cumplir con sus obligaciones. La Delegación de Gobierno dice que no los denuncia para facilitar la negociación. Sin embargo, hace unos meses multaron a una jubilada de Onís o Cabrales por participar en un corte de media hora en una carretera local para protestar por los daños del lobo.
Pocos días después añadió esto:
De todas maneras, este fin de semana salió algo en la prensa sobre este tema y se decía que al final la Delegación del Gobierno había sobreseido los expedientes abiertos a los ganaderos. Este trato diferencial ya ves que es general: si voy a bañarme a la Gabinona (fuente de la plaza de América, en Oviedo) para celebrar mi cumpleaños y destrozo las flores me arrestarían y multarían, pero si vamos 500 juntos a celebrar algo (p.e.: la victoria deAlonso) no pasa nada.
Y, digo yo, y así se lo planteo al amable lector: Este amigo mío, que es de la Cuenca del Nalón, ¿es un reaccionario por decir y pensar esto? O, más simplemente, ¿semejante ocurrencia es razonable y de sentido común o es una salida de pata de banco? Porque si concluimos que sus pensamientos no son políticamente tendenciosos (yo que lo conozco algo sé con seguridad que no) y sí son razonables, tendríamos que preguntarnos si rige en este país nuestro la igualdad ante la ley o la ley del embudo y si los derechos (o no derechos) de unos valen acaso más que los derechos de otros.
Y si nos ponemos más teóricos, debemos interrogarnos acerca de si es legítimo y admisible que la aplicación o no de la ley sea moneda de cambio que se pueda usar con desenvoltura en las negociaciones políticas y laborales. A lo mejor la respuesta es que sí, vaya usted a saber. Pero, en tal caso, tomamos nota y pedimos vez para la barricada. Estamos de rebajas.
En la reciente huelga de la minería se aplicó el mismo rasero que con Atutxa: un grupo de mineros puede tener cortadas varias horas las principales vías de comunicación de una región y no pasa nada porque se conculquen los derechos constitucionales de miles de ciudadanos, que quedan horas atrapados y no pueden cumplir con sus obligaciones. La Delegación de Gobierno dice que no los denuncia para facilitar la negociación. Sin embargo, hace unos meses multaron a una jubilada de Onís o Cabrales por participar en un corte de media hora en una carretera local para protestar por los daños del lobo.
Pocos días después añadió esto:
De todas maneras, este fin de semana salió algo en la prensa sobre este tema y se decía que al final la Delegación del Gobierno había sobreseido los expedientes abiertos a los ganaderos. Este trato diferencial ya ves que es general: si voy a bañarme a la Gabinona (fuente de la plaza de América, en Oviedo) para celebrar mi cumpleaños y destrozo las flores me arrestarían y multarían, pero si vamos 500 juntos a celebrar algo (p.e.: la victoria deAlonso) no pasa nada.
Y, digo yo, y así se lo planteo al amable lector: Este amigo mío, que es de la Cuenca del Nalón, ¿es un reaccionario por decir y pensar esto? O, más simplemente, ¿semejante ocurrencia es razonable y de sentido común o es una salida de pata de banco? Porque si concluimos que sus pensamientos no son políticamente tendenciosos (yo que lo conozco algo sé con seguridad que no) y sí son razonables, tendríamos que preguntarnos si rige en este país nuestro la igualdad ante la ley o la ley del embudo y si los derechos (o no derechos) de unos valen acaso más que los derechos de otros.
Y si nos ponemos más teóricos, debemos interrogarnos acerca de si es legítimo y admisible que la aplicación o no de la ley sea moneda de cambio que se pueda usar con desenvoltura en las negociaciones políticas y laborales. A lo mejor la respuesta es que sí, vaya usted a saber. Pero, en tal caso, tomamos nota y pedimos vez para la barricada. Estamos de rebajas.
2 comentarios:
Debemos diferenciar , si nos ponemos teóricos, entre lo general y el caso concreto argumentativo.
Si generalizamos, en estricta teoría constitucional, la aplicación o no de la ley no puede, en ningún caso, depender de ninguna negociación o conveniencia.
Particularizando y en base a la teoría de la argumentación, se puede defender (y por lo visto , te hacen caso) en concretas situaciones la aplicación de una ley o no.
En el caso de Atucha o del ciudadano que se baña en la Gabinona a mí me gustaría argumentar en contra y creo que mio argumento a favor de la aplicación de la ley sería fuerte.
En los casos de los mineros, la señora de las cabras y los 500 de Alonso me gustaría argumentar a favor de la no aplicación de la ley.
Vale, la norma es la norma y no un embudo, pero a los que se les va a aplicar la norma son seres humanos, que si bien en un momento concreto molestan o impiden circular no es porque un día se levantaron y dijeron : a liarla. Sabemos que no actúan así.
Hace menos de 3 meses en Málaga detuvieron a 300 nigerianos por diversos delitos y como no tenían sitio en comisaría los metieron en el polideportivo hasta llevarlos a presencia del juez. Es decir, que el hecho de actuar en multitud, dependiendo, no implica que no te vaya a pasar nada. Hace menos de 2 meses 50 chinos también de golpe al chiquero por reproducir ilegalmente CD y apuesto lo que sea que si tienen que detener de golpe e ingresar en prisión a los 5000 fascistas militantes en diversos grupos patriotas, no se dude que lo harán, y no se pondrán ni coloraos, es más estarán justificados ante la historia y ante los cobardes de las manos blancas y el calzón cagao.
Retórica vacía, lo de "la vez". No te veo tipo de barricadas, a decir verdad.
Y estás completamente anclado en lo de reaccionario / progresista, lo que te hace desperdiciar inmensas energías puramente autocomplacientes, para sentirte bien diciéndolo y para que tu lector medio se sienta. Lo único que es francamente anticuado es emplear esas categorías. Ahora lo que queda es gente despierta y no despierta, decente y no decente.
Pero piensas bien. Concéntrate en lo que sabes hacer, que es pensar críticamente, y libérate de esas zarandajas. Crecerá mucho la calidad de tu blog.
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