Ayer se celebraron en Madrid las ceremonias de
la Fiesta nacional española con un desfile militar en el Paseo de la Castellana
y una recepción en los salones del Hotel Palace. El buen tiempo ayudó al
apacible y pacífico transcurrir de la jornada.
El
desfile, brillante y lleno de colorido, estuvo a cargo de una compañía de
zapadores del ejército de Perú, contratada para la ocasión y en el marco de un
convenio entre las instituciones militares de España y varios países andinos
para el intercambio de soldados y estudiantes. Inmediatamente antes que esos
militares hermanos, abrió la marcha y calentó el ambiente el grupo de
majorettes andorranas Chupa´lbastón,
que hicieron las delicias de los periodistas presentes con sus malabarismos y
sus larguísimas piernas.
Es
el primer año en que no aparece ni un solo militar español en las celebraciones
de la Fiesta Patria, puesto que el gobierno quiere aplacar la irritación de
algunos territorios del Estado en los que se está organizando un ejército
propio y donde hay resquemor porque el Estado central no financia los nuevos
bombarderos supersónicos con que se quiere dotar a las aviaciones autonómicas y
porque no ha prosperado en las Cortes Generales la propuesta de Castilla-La
Mancha para que en Toledo se instale una base naval y una escuela de mandos de
la Armada Manchega. En situación tan delicada y con las sensibilidades
autonómicas exacerbadas, se rogó incluso a los Jefes de los Estados Mayores de
las tres armas que no aparecieran por Madrid estos días y, como estaban algo
reticentes, se les ha mandado a un curso de coctelería en Jamaica, en
aplicación de un convenio de ayuda del Tercer Mundo a las instituciones
europeas.
Muy
comentada está siendo la ausencia del Rey y del Príncipe de Asturias. Don Juan
Carlos ha querido expresar así su malestar con el centralismo madrileño y su
solidaridad con los territorios a los que todavía no se ha permitido hacer un
referéndum de autodeterminación, concretamente los de Cantabria, La Rioja,
Murcia, Castilla-La Mancha y Castilla y León, si bien en esta última Comunidad
está muy avanzada la integración de Valladolid en las Islas Baleares, gracias a
la masiva asistencia de vallisoletanos a la manifestación del Día del Orgullo Pucelano.
Las malas lenguas cuentan y no paran que don Juan Carlos aspira a convertirse
en el Rey de una especie de Commonwealth hispana de Estados independientes y
que ya lleva muy avanzadas las negociaciones con Guinea Ecuatorial, donde sigue
siendo gran amigo del Presidente Obiang, con Argentina (hay rumores sobre
contactos con Cristina Kirchner que rebasarían el afecto ordinario entre jefes
de Estado), con Cataluña y con la República Árabe Asociada de Melilla. También
parece que los problemas financieros de esa nueva federación de Estados bajo el
cetro juancarlista estarían solucionados gracias a las desinteresadas
aportaciones de una liga de empresarios valencianos y a que Telefónica acaba de
convocar la beca “Tarifa Plana Familia y Monarquía”.
Particularmente
feliz se veía al único asistente a los actos y la recepción, periodistas
aparte. Se trata de don Wilson Aníbal Restrepo Chacarí, de setenta y cuatro
años y natural de Santiago de Atitlán, Guatemala, aunque nacionalizado español
desde los años noventa del pasado siglo. Don Wilson Aníbal fue uno de los cien
españoles que se inscribieron para concurrir como público del evento, si bien
las autoridades del Estado prefirieron que nada más que estuviera uno solo, a
fin de que tanto en España mismo como en Europa no se viera en la presencia
masiva de público un acto de fuerza o un derroche en tiempos de crisis. Así que
se sorteó entre esa centena de candidatos y resultó agraciado el señor Restrepo
Cacharí, quien, llevado por la emoción y puesto que hacía más de seis meses que
no salía de la residencia pública en la que se haya acogido, declaró que ama a
España intensamente y que se siente tan español como guatemalteco. El Ministro
de Asuntos Exteriores ya ha presentado disculpas oficiales en la Embajada de
Guatemala en Madrid y la Embajada de España en Cataluña ha sacado una nota
declinando toda responsabilidad del Gobierno de España y haciendo saber que
también los guatemaltecos que viven en Cataluña y aman a ese país merecen el
mayor respeto y la mejor consideración de los españoles de bien y de sus
autoridades.
Posiblemente
este incidente que el celo nacionalista del bueno de Wilson Aníbal ha provocado
sea la gota que colme el vaso y el año que viene ya se hagan todos los actos
del 12 de octubre por Skype, tal como en la reciente campaña de las elecciones
gallegas ha sugerido el candidato del PP en el marco de la agria polémica con
el secretario general de IU, coalición que propone pasar la festividad a
cualquier martes 13 y llamarla Día de la España de su Puta Madre. Todo
dependerá de los pactos o coaliciones de gobierno que resulten de las
elecciones generales del año que viene, pero, por de pronto, doña Letizia ha
ordenado sacar de sus armarios y quemar todas las prendas que lleven amarillo o
algún estampado de pájaros.
2 comentarios:
Simplemente genial !!!!
Impresionante testimonio que se adelanta a su época.
Que no ?
al tiempo.
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