España
es nombre que algunos no quieren y que no describe nada. Sería más exacto que
nos llamáramos Farisea. O Pudibundia. Sobre
el sexo y los sexos sigue vigente la represión, aunque convertida ya en
represión expresiva. La manera que hoy se tiene de procurar que algo no se haga
es insistir en que se violan derechos. Muchos de los que así se dicen
protegidos son los en verdad coartados. Bien deberían saberlo ya las mujeres. Además,
cuando no se quiere que las cosas ocurran, se procura que de esas cosas que
realmente pasan no se hable, o que se hable con sordina y eufemismo. Que tus
manos hagan lo que quieran con tal de que tu boca no pronuncie las palabras
malditas. Y nada de fotos. Que tus manos roben, por ejemplo. O que toquen un pecho de mujer en
público. Aunque, bien en el fondo, el reproche es para la mujer que saca pecho
y tolera las manos.
Están
que arden los periódicos españoles, pues han descubierto que en las fiestas de
San Fermín, en Pamplona, hay hombres que, de tres en fondo, tocan los pechos a las mujeres y
mujeres que se dejan tocar el pecho por los hombres, en público y con risas.
Los reporteros se han esmerado y hay un montón de fotos en las portadas, a lo mejor es porque esas fotos ayudan a vender
periódicos. En tiempos de crisis, todo vale.
Pongo
aquí tres fotografías de las que veo en la prensa de hoy. Mírenlas tranquilamente.
Hay coincidencias bien claras. Siempre una mujer aupada sobre los hombros de un
hombre, con la camiseta alzada y los pechos al aire, o en trance de quitarse la
ropa. Esa mujeres ríen a mandíbula batiente. Alrededor de sus senos zumban
manos masculinas y algunas se posan sobre sus ellos. Tremendo escándalo entre la
blancura sepulcral de opinadores y medios. Qué afrenta, qué despendole, qué
escándalo, bárbara agresión sobre la mujer, delito de género en ciernes, acoso,
dice algún diario. Analicemos un poco y hagámoslo sin temor, como si no fueran
a llamarnos cualquier cosa por explicitar lo que cualquiera ve, como si
estuviéramos acostumbrados a llamar pan al pan y vino al vino sanferminero,
cual si no hubiera censores y mordazas, como si consideráramos plenamente iguales a
mujeres y hombres.
Como preámbulo,
e incidentalmente, bendita hipocresía gubernamental nos gastamos. Un Secretario
de Estado de alguna cosa de los sexos declara que no deben permitirse esas “imágenes
deplorables de acoso a mujeres”. ¿Ven? Se lo dije. Vetemos las imágenes, no el
acoso, cuando lo haya. Espectacular este Gobierno nuestro que calla y calla
sobre los mil y un robos y fechorías económicas de su propio partido y de más
de cuatro(cientos) de sus cuadros y sus cargos y que se lanza a pedir legalidad y
justicia al descubrir a unas damas semidesnudas entre manos de hombres en una fiesta.
De los papeles de Bárcenas, de los sobresueldos en negro, de los supuestos
préstamos no devueltos, de las donaciones empresariales bajo cuerda y para la
caja B (o para el cuaderno de Bárcenas, que es contabilidad B) nadie suelta
prenda de Rajoy para abajo. Eso sí, no hay derecho a que a unas chicas de
fiesta les soben las tetas, o a que ellas lo permitan. Que venga la policía y
que los detenga a todos. Contra el delito económico, puritanismo new age.
No
sé si habrá mucha gente a la que le dé más asco que a un servidor toda
violencia sexual y que más desprecie el baboso acosar a las mujeres. Pero ahora
quitémonos el maquillaje farisaico y la capa de la tópica corrección y
preguntémonos qué acoso hay en el caso este, cuál.
Primero.
Imaginemos que el reparto de papeles fuera al revés, un hombre alzado sobre
cualquier cosa y un grupo de mujeres risueñas y con vino que pugnan por tocarle
las partes o las posaderas. Creo que he visto algún reportaje sobre fiestas de boys y en despedidas de soltera. ¿Algún problema? Ninguno, bien al contrario, sana
alegría y simpática diversión, diríase por doquier. Ah, pero con las mujeres y su
busto, cuidado. Sacra res. Entiendo, entiendo, es completamente cierto que la
burrez y la violación y el delito contra la libertad sexual suele tener, con
mucho, autor varón. Eso es innegable. Pero pasemos al punto siguiente.
Segundo.
No estamos contemplando a una recua de machos desnudando a la fuerza a una mujer y
buscando sin su consentimiento el tacto de sus carnes. No hay en las fotos
mujeres con cara de angustia o de miedo o al borde del llanto. Si lloran, será
de risa. Van a lomos de un hombre, se levantan la camiseta, están en trance de quitarse ropa porque les da la gana. ¿Algún
problema? Ninguno veo. A mí no me gustaría estar ni en el lugar de ellas ni con
la cara de ellos y en su sitio, pero eso va en gustos. Tampoco me metería en
medio de ese barullo ni para tomar vino ni para cantar. Mi idea de la fiesta es
otra y los licores me gustan mucho, pero sin ruido y en diferente ambiente. Con
la carne y el sexo me pasa otro tanto. Pero, repito, no vamos a discutir de
gustos ni de lo que cada quisque entienda por divertirse.
Refrénese
el que vaya a preguntarme si estoy insinuando que son unas guarras o unas
libertinas esa féminas de las fotos. Para nada. Este liberal que suscribe está
dispuesto a defender a capa y espada el sagrado derecho de los ciudadanos y las
ciudadanas a hacer con su cuerpo lo que les apetezca, siempre y cuando que la
contraparte, si la hay, pueda consentir y consienta. De haber pecado, será del
represor o del mirón que teclea su protesta con una sola mano. Por lo de
protestar, digo, no por lo de la otra mano. Es más, para mí la imagen
lamentable en aquella tesitura fotografiada no la dan esa mujeres,
olé por ellas, sino los caballeros que parece que no comen caliente o que le metieron
viagras al tinto barato. Es poderío genuino el de la hembra que hace rugir a cien
lobos hambrientos con sólo enseñar las tetas, la simpleza de unas tetas, si
bien se mira. En resumen, que si esas señoras están allí y así porque quieren,
y si además les da gusto verse de tan primitiva manera aclamadas y buscadas,
pues ellas sabrán y nada tengo que objetar. Pero acoso no veo, a salvo de mayor
información y de detalles que no conozco ni nos han contado.
Tercero.
Sí existe algo de esas fotos que me inquieta y me escandaliza: tanto ellas como
los cabestros del pañuelo rojo salen con toda su cara, perfectamente
reconocibles e identificables. Si el que estira la mano fuera el director del
diario de turno o la que se abre la camisa y se baja la falda fuera la jefa de
redacción, dudo bastante que encontráramos tal imagen impresa, o, cuando menos,
aparecerían veladas sus facciones. Claro, pues, que es posible que se esté
vulnerando algún derecho fundamental, el derecho de cada uno sobre su imagen.
¿Será para alguna de tales mujeres retratadas más problema el mar de manos o el
que las reconozcan en casa o en el vecindario fariseo? Esas tres o cuatro chicas que
ahí y así vemos no ganarían un pleito contra los que hacia su piel se abalanzan
entre risas de todos, ni el más leve juicio de faltas. Al periódico tal vez sí
y con un buen abogado. Así que menos cuento. Por mucho que el acontecimiento
fuera público y en público, y aun cuando al público allí presente se le enseñaban
las carnes deliberadamente, no creo que haya autorización para publicar en la prensa esas fotos
en tetas. Por eso, normalmente se cobra. Más aún, ¿se imaginan cuál sería el
argumento defensivo de los diarios si una de ellas pusiera una demanda con base
en la ley que protege la propia imagen? Pues dirían que ella estaba de esa
guisa porque quería y que con libertad se estaba enseñando así ante la gente.
Pues es lo mismo que yo digo sin falta de que ninguno me demande o se me
querelle.
Habrá
igualdad entre los sexos cuando nadie se espante porque una mujer en una fiesta
y entre adultos se desnude o se deje tocar por manos de hombre, y cuando ante
una mujer o un hombre desnudo no rebuzne ni brame ninguno, ni macho ni hembra.
Nos queda para eso un largo trecho, y más porque vamos para atrás en lugar de
avanzar. No pasarán ni diez años antes de que algún gobierno español vuelva a
insistir en que la masturbación daña la médula espinal, sin preocuparse, sin
embargo, de cuán perjudicial es para la espalda y la columna vertebral esa
manera de cargar sacos y sacos de billetes de quinientos euros. Daríamos pena
si no fuéramos tan cabrones. Y tan machistas.
11 comentarios:
Pues sí, es verdad, no sé en que estarían pensando los padres de la patria cuando escribieron ésto:
"Artículo 181
1. El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses.
2. A los efectos del apartado anterior, se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto."
Porque resulta evidente que en esta primavera del amor ninguna libertad sexual está siendo atacada y el consentimiento ha sido dado sin vicio alguno. Solo son un grupo de adultos divirtiéndose sanamente sin hacer mal a nadie.
Por otro lado la difusión de las imágenes abunda en el sentido lúdico de la fiesta y no cosifica a las mujeres para nada, mostrando un respeto y planteando en condiciones de igualdad las relaciones entre hombres y mujeres. Como ha de ser, pues qué son las fiestas de los pueblos, cuando transcurren en plazas egipcias, sino sólida reunión de erecciones tintoveraniegas...
Me quedo con una de sus finas ironías para que no nos malinterpreten a ninguno :
"como si consideráramos plenamente iguales a mujeres y hombres."
Pero no suscribo que la igualdad se vaya a dar cuando no nos escandalicemos por actos como éste; la igualdad se dará cuando veamos casos inversos, fuera de las películas porno o del día del orgullo gay, se entiende. Que ya le digo yo que va a ser cosa imposible, aquí solo veremos la primavera del amor o un amor en primavera. Nada más.
A lo lejos alguien canta, a lo lejos.
Me gusta este país del fallecido Bigas Luna y de Manuel Vicent, ibéricos y mediterráneos a tope: Una piel de Toro de viñedos, encendida, ardiente, de piras humanas, hogueras y castañuelas, torres humanas, fuegos artificiales olor a pólvora, embutidos y fritanga. Toros salvajes torturados y domados por masas enardecidas y locas, ávidas de bañarse en su sangre fecundadora e inmortal. Un mundo festivo dionísiaco de bacantes despendoladas, desinhibidas, sacerdotisas jovencísimas pero antiquísimas, abiertas a toda sensualidad derramada,palpada, idolatrada, amplificada por gritos y vítores jubilosos, de jolgorio y jarana: exaltación sin mesura y sin freno de la vida como colección de instantes felicísimos, plenos e irracionalmente intensos y
hermosos. Placer para entusiastas,
presa de entusiasmo, presencia desbordante de lo divino energizante.
( es literatura o así, de hybris )
1.MULTITUD Orgiástica: Es aquella en la que se genera una actividad frenética de sus integrantes, de modo concorde, pero dicha actividad no se proyecta ni en pro ni en contra de algo.
2.MULTITUD Turbulenta: Es aquella que destroza, aclama y arrolla. Aparece, cuando la muchedumbre pacifica se concentra en torno de un incidente o episodio, lo cual hace que se presente en ella una actitud emocional y una cierta predisposición para actuar en forma destructiva o de aclamación
-Características (multitud turbulenta): 1. Características de bestialidad
2. Actitud homogénea que rompe con toda clase de frenos: moral, tradicional, cultural etc.
3. Sugestionabilidad, imitación automática con total ausencia de crítica entre ellos
4. Se presenta irritabilidad, entusiasmo, cólera, acción violenta, fanatismo simplista.
5. Tiende a la acción directa, no hay lapso entre el suceso y la acción de los integrantes.
6. Presenta un proceso de autoexcitación, según el cual la actitud reinfluye a su vez sobre ellos.
-Multitudes presas de pánico: Por el contrario se produce un movimiento de dispersión en torno al centro que la originó. En las
Multitudes presas de pánico, el fin de cada individuo es salvarse así mismo.
Poco trabajo tenemos que nos dediquemos a publicar éstas tonterias y a darles tanta cobertura cuando se trata e juerga entre jóvenes y que nuestra hipocresia convierte en un hecho delictivo por su condicion de mujeres, porque como dice el articulo si fueran hombres pasarian desaperecibidos.
PEPQ:
Ya le digo, ganas de fastidiar. Que ya no puede uno ni divertirse sanamente...¿A quién no le gustaría ver en esa situación a su hija quinceañera, toda alegría y diversión? ¿Quién no se ha divertido nunca así en las reuniones de escalera, pongo por caso que ya sabemos todos la afición de algunas vecinas? ¿Cuántos claustros y congresos no acaban de esta guisa porque, como todo el mundo sabe, después de: ruegos y preguntas ya se entiende que viene: orgía?
De lo más normal y común, pero es que se empeñan en legislar contra todo.
Ya no puede uno ni conducir borracho, ni golpear a sus hijos o a la parienta, que para eso la tiene uno sino de qué iba a cargar con semejante foca idiotizada, ni usar a la administrativa para aliviarse, que es algo biológico puramente y necesario, que aunque no lo ponga en el contrato que es así y no lo pone por tiquismiquis legales de éstos si total a ella que más le dará y es un rato y para eso le pago que se hacen las estrechas con quien quieren. Esto es un sinvivir...pero hay que ser positivos y mirar al futuro. Y, aunque nos hayan quitado las mujeres, para divertirnos aún nos quedan las corridas de toros, pocas, o patos y cabras para desmembrar en las fiestas de los pueblos (todo un clásico de la diversión familiar) Cuando uno busca bien, algo se encuentra.
Una cosa, dice usted que si fueran hombres desnudados y sobeteados por mujeres, tras emborracharlos, lo veríamos bien...la cosa es que eso no se ha visto nunca en ningún acto festivo público, por eso se llama discriminación...como bien dice usted, poco trabajo debe haber cuando en vez de acabar con el hambre en el mundo los juristas y personas de bien se dedican a intentar que la mujer sea tratada como una persona. Seguramente lo hacen para trincar alguna subvención, no ve que está de moda ésto. Pues eso, o aquello.
Me encanta este país ruidoso, lleno de serpentinas, confetti por el empedrado; exagerado, soleado y diverso, melancólico, reventando de ferias y atracciones, vacaciones, fiestas y algarabía. Fallas y gigantes y cabezudos, fanfarrias, charangas y tunas, bandas de música municipal, gaitas y diversión rumbera, flamenquitos,palmeros y rockeros del pollo frito. Castellers y pastores castellanos, murallas y chips, trenes Aves y calesas. España judaica, cristiana goda y romana imperial, musulmana morisca enamorada, mestiza latina, navarra y vascona. España de varios mundos híbridos, telúricos y siempre paganos soterrados hasta que explotan, redescubiertos, de alborozo y supremo, cósmico orgasmo. El tono platónico, plotínico y diosiníaco de las homilías católicas, la mística española o castellana, tan erótica.
España, ¿ es sólo antropología de pueblos semiprimitivos ?
Creo que nos contentamos narcisistas, en ser nada más y nada menos que todo eso: un país de raíces católicas algo irresponsables, simpático, con buen clima y todo ese rollo turístico y montaje de pasiones, toros corridos, paellas y sensualidades sino caribeñas, de " Latin Lover " con pañuelico al cuello, o Pepito Piscinas. En fin, cutres sumus.
dionisíaco¡¡¡¡¡¡
Cuidado con las detestables violaciones en masa ( que se suelen dar contra turistas femeninas en países como India, recientemente, por ejemplo); la transfiguración en orangutanes en celo, la violencia sexista y el acoso, el acorralamiento grupal despiadadado contra una mujer en inferioridad numérica, de fuerzas y sin armas de género para defenderse. Aunque no creo que sea el caso concreto de los Sanfermines, por si acaso...
"A los efectos del apartado anterior, se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto."
Notesé que en la redacción se dice "anulando" la voluntad de la víctima mediante el uso....
Para que esto tuviera validez y se considerara abuso sexual tendría que darse el caso de que alguno o todos de los allí presentes hubieran dispensado sin su conocimiento ni consentimiento a la supuesta víctima la sustancia que anula su voluntad -en este caso, el alcohol-, lo cual todos sabemos que no es cierto porque ella lo ha ingerido voluntariamente.
Nadie ha engañado a esa mujer para emborracharse, nadie le ha dado el alcohol fingiendo que agua mineral con gas y por tanto no es aplicable el hecho de que esté borracha para que esos actos se consideren abuso.
Además nuestro ordenamiento jurídico no considera que el alcohol "anule la voluntad" sino que disminuye las capacidades de raciocinio. Lo que legalmente no es lo mismo.
Si así fuera toda mujer que se emborracha y decide acostarse con un hombre podría acusarle de abuso sexual al despertarse a la mañana siguiente y tomar conciencia de su acto. Y todo hombre también. Y obviamente no es así.
Un saludo
Para comprobar la veracidad de su argumento lo único que tiene que hacer es pensar dos cosas:
1º- Lo que se debe anular es el consentimiento y avierta que, sin dicha ingestión no se conoce fémina que se preste a ello, al menos en mi pueblo...igual es que salgo poco a la calle.
y 2º, defiende usted la interpretación que hace el TS del artículo y/o de la influencia de ciertas sustancias en la actuación de los sujetos, pero es que yo no.
No obstante ahí le dejo, lo que dice el precepto un poco más adelante : "sustancia...idónea a tal efecto", al efecto del dolo perseguido, que no es otro sino el de abusar, perdón echarse unas risas sanamente las personas de bien para mayor goce de niños y mayores...El abuso es el propio acto, para que no se me escampe usted.
Por cierto, y ya que estamos en sede penal, lo mismo da que la sustancia se la facilite usted o que, estando ya sustanciada la manceba, aproveche que pasaba por ahí...
Otra cosa sería que, todos los que en las imágenes realizan tocamientos, tengan consentimiento de la tocada, manifestado de manera expresa, clara e inequívoca al respecto...pero es que, estando la susodicha claramente afectada, no cabe que sea válido (si estuviere, que tampoco)
Por supuesto, salvo mejor opinión y perdonen el doble post pero es que me tenía que ir y ahora que he vuelto, en fin, un salido, digo un saludo.
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