13 marzo, 2006

El gran maestro de los demócratas airados

Qué bárbaro. Ya me iba a la cama, después de una cena en la que un colega locuaz hasta el espanto no dejó a uno solo de los demás comensales decir esta boca es mía, ya me iba a la cama, digo, abominando por enésima vez de la humanidad verborreica, cuando se me ocurre darme un paseo por la red -qué vicio- y me encuentro la joya que quiero compartir con ustedes.
Qué tipo, qué tremendo. Me refiero a Pérez Reverte. A uno les gustará y a otros les provocará urticaria, normal. Yo mismo lo vi hace unas semanas en la tele y casi desenchufo el trasto, pues se ponía chuleta en demasía. Pero, ay, amigo, me descubro ante sus mandobles. Cómo zurra este hombre. Y cuantísima razón suele tener cuando embiste a toda la caterva de pijos, descerebrados, inútiles e ideales de la muerte. Yo creo que los que andamos siempre medio quemados con el país (con minúscula, pero...) deberíamos fundar una asociación de demócratas airados (DAI: Demócratasa AIrados; y en bable significa dale, jeje) y nombrarlo patrono mayor.
Bueno, menos rollo. Quería decir que nadie se pierda su artículo en XLSemanal, per lo que sólo tiene que pinchar aquí.
Salvaje. Una pasada. No hay por qué estar de acuerdo en todo, ni en la mitad siquiera. Pero que retrata de maravilla a los capullines que nos mandan, quién lo puede negar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos saludos desde España. Le agradecemos que nos siga entreteniendo con sus excelentes comentarios. Tres admiradoras que le echan de menos.

Anónimo dijo...

Tenía 10 años el 23F, así que sólo sé cómo vivió el golpe mi familia, que no es representativa de nada y no tiene ni méritos ni deméritos dignos de mención. Años después, cuando entré en la Universidad, escuché a muchos profesores comentar cuál había sido el comportamiento de los otros el día de marras: se sabe de unos cuantos que salieron al pasillo a celebrar anticipadamente el cambio de poder que deseaban; se sabe de otros que planeaban el exilio, solos o con la familia; algunos salieron a la calle a buscar información, despistados y temerosos. Y hubo muchos más, cada uno con su historia y sus circunstancias. Quizá habría que escribir esas horas, todas esas horas, con las reacciones de las personas que las compartieron con cada uno, con nombres y apellidos, porque luego se olvidan las cosas, y va de demócrata comprometido el que más brincos pegó.

Juan Antonio García Amado dijo...

Estimadas doña Pi, doña Ge y doña Is: muchas gracias, yo también las hecho de menos, a cada una en la justa medida,claro. Propongo, a la vuelta, sesión conjunta de cervezas y tapas para comentar incidentes varios y anécdotas diversas.
Muy bueno lo de las iniciales.

Juan Antonio García Amado dijo...

Perdón, maldito acelere: donde he escrito "hecho de de menos" léase "echo de menos".
Salud.

Anónimo dijo...

Ilmo Sr catedrático, le diré, que respecto al 23-F todos los acontecimientos acaecidos dentro del Congreso cuando entró Dn Antonio Tejero Molina pistola en mano diciendo que quedaba suspendido y clausurado el Congreso de los Diputados hasta que apareciera el elefante blanco, respecto a que el TTe Coronel Dn Antonio Tejero podía atrarse un brazo a la espalda y pegar al desmallao del Tte General Gutierrez Mellado, al extraidor ministro general del Movimiento Nacional Dn Adolfo Suárez y el Sr ilmo asesino de las famosas checas madrileñas y de Paracuellos Dn Santiago Carrillo.
Respecto a todo esto dígame VI ¿quién pudiera ser el elefante blanco? pasando las horas y el elefante blanco no aparece en el Congreso de los Diputados.
En mi opinión porque el elefante blanco estaba paseándose por la costa portuguesa y creo que fue tan largo el paseo que tardó entre doce y trece horas regresar a su propio dormitorio.
Y respecto a los sindicatos le diré que esa famosa noche del 23-F fueron tan cobardes que tiraron por los acantilados al mar todos los ficheros y toda la documentación que pudiera implicar a cualquiera de ideología contraria al posible golpe militar. Resultando que son los mismos sindicatos que dice que son los que lucharon contra la dictadura, yo le diré que en tal caso sería una dictablanda y no como ahora que estamos viviendo una gran dictadura de partido así que no me mente VI más tonterías y chorradas de Pérez Reverte.

Anónimo dijo...

A APR le gusta, es obvio, que el lenguaje diga cosas concretas, que no se emputezca resbalando por obviedades y lugares comunes.

Pero ni la finura de análisis, ni la coherencia (es curioso que un artículo que comienza por enaltecer a España, al final, con la referencia al trato recibido por Suárez, ponga a España de chupa de dómine) son lo suyo.

Su posición, que de cualquier forma es encomiable, en la medida en que llama a algunos panes escogidos, pan, y a algunos vinos seleccionados, vino, tiene por lo menos sesenta años. El fondo de la crítica que está haciendo, a mi juicio, está mejor expresado por George Orwell en "Politics and the English Language", que recomiendo a quien no lo conozca (se encuentra muy fácilmente con Google).

A mi modo de ver, estar airado sirve a bien poco. (Algo diferente es fingirse airado). Ennubla la vista, perturba la razón, y pocas veces se transforma en actos concretos, no digamos ya en acciones constructivas.