(Publicado ayer en El Mundo de León)
He probado el nuevo aeropuerto de La Virgen. Excelente. Ya no tenemos absolutamente nada que envidiar a los aeropuertos con muchos vuelos, salvo los vuelos mismos. Quién sabe, a lo mejor algún día, cuando pase la crisis, conseguimos aviones además de buenas pistas. Pero, entretanto, podríamos ir arreglando alguna cosa bastante más sencilla. Les cuento.
Domingo a última hora. Regreso a León en el avión de Madrid, que llega ese día al mismo tiempo que el de Barcelona, casi a las once de la noche. Hay abundancia de pasajeros y nos juntamos bastantes ante la cinta que ha de devolvernos las maletas. Tengo mucha suerte, pues la mía aparece la primera. Como ya me huelo la tostada, la cojo pronto y salgo raudo. En efecto, sólo hay un taxi. Detrás de mí llegan corriendo otros que buscan lo mismo, y no les toca. Sé por experiencia lo que se les viene: hasta media hora o tres cuartos aguardando a esas horas, casi medianoche, soportando la helada, ciscándose en todo, llamando y llamando desde sus móviles para que en el radiotaxi de León les digan que ellos no pueden ir porque es cosa de los de La Virgen del Camino. En uno de tales voy yo y oigo cómo avisa a sus compañeros para que acudan a cargar al aeropuerto y cómo ellos le contestan que vale, pero que cuando puedan, que andan ocupados. El viaje hasta mi casa dura quince o veinte minutos y siguen sonando los mensajes: que la gente del aeropuerto está desesperada, que se den prisa. Llego a mi domicilio en las afueras, en la carretera de Asturias: veinticuatro euros. Igual, o más, que me cuesta ir desde Barajas hasta el centro de Madrid. Lo curioso es que el mismo trayecto me costó a la ida dieciocho, llamando desde mi casa. Pero ese es otro tema.
Mucho cuento con el aeropuerto, y bien está. Pero si queremos que lleguen visitantes y turistas, habrá que darles buen servicio también cuando salen de las instalaciones y necesitan transporte. ¿Se imaginan qué cara se le quedará a un extranjero cuando aterriza de noche y algún parroquiano caritativo le explica que autobús no existe y que los taxis son sólo un puñado, los de la aquella parroquia, y que van apareciendo con cuentagotas, cuando buenamente pueden? Medítenlo las autoridades, medítenlo.
5 comentarios:
El avión es un método de transporte público colectivo y no puede estar desgajado de, precisamente, la red de transporte público colectivo.
En casos como éste, la cultura del individualismo se da la mano con la de la mala planificación y el negociete.
No vale la (pobre) excusa del costo, pues para operar un aeropuerto, incluso para recibir un solo vuelo, hay una infinidad de vínculos técnicos y de seguridad que son mucho más costosos que un simple autobús para asegurar que el pasaje -todas las personas que lo deseen- es transportado puntualmente al centro. Las autoridades deberían imponerlo. Si no lo hacen, se les está viendo la hilacha.
Salud,
¿no hay suficientes licencias en León, no es lucrativo el transporte taxi en el aeropuerto? ¿pasa solo de noche? Vamos, no es que yo viaje mucho en avión, pero los findes noche en más de una ciudad cuando sales, para volver a casa tb pasa lo mismo.
o pasaba, ahora no necesito volver en taxi,...ventajillas de ser nómada.
Pienso que debe ir a la par, si tenemos un buen transporte aéreo, el transporte terrestre debe ser equitativo.
Que bueno que llegue la modernidad a Leon con este nuevo aeropuerto.
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