05 marzo, 2006

¿Ciudadanos de España?

Ciudadanos de Cataluña acaba de comenzar su camino como partido político. No es noticia baladí. Desconozco el futuro que aguarda a ese grupo en el proceloso mundo de la política catalana y española actual, pero me parece un fenómeno de inusitada importancia, pues rompe varias dicotomías perversas, auténticos lastres de la política actual en nuestros pagos. Me refiero a las muy artificiosas y paralizantes contraposiciones entre lo español y lo catalán (o lo vasco, gallego, andaluz, asturiano... ¿castellano?) y entre izquierda y derecha. Comencemos por esto último.
Como ya he señalado aquí muchas veces, el discurso político establecido da por sentado que ser progresista y de izquierda tiene forzosamente que equivaler a la enemiga frente a cualquier ideal de España como Estado uno, aun con toda la descentralización que se quiera y con todo el respeto a las peculiaridades culturales de sus partes. El pensamiento dicotómico, maniqueo, vigente tilda de derechoso y pepero sin remisión a todo el que plante cara u objete a la sangría del Estado y no simpatice con su progresiva disgregación en entidades estatales o paraestatales múltiples. Decir España es hacerse sospechoso de nostalgia de la España una, grande y libre del franquismo. Y no tiene nada que ver.
Sirve de poco, frente a ese pensamiento en blanco y negro, añadir que se quiere un Estado español fuertemente social, redistributivo, igualitario, ilustrado. Todos esos adjetivos, que fueron marca de la izquierda mientras realmente la hubo, no valen ahora de nada, pues la gloria de las (otras) naciones, reales o supuestas, cuenta más, a los ojos miopes del progre adocenado, que todo interés por las libertades cruciales y las oportunidades de los ciudadanos, sin distinción de lenguas, tradiciones o folklores. Es hora de reclamar, bien alto, el derecho de tantos a sentirnos al tiempo ciudadanos españoles y comprometidos con la justicia social y la igualdad de oportunidades para todos y cada uno de los que vivan en el suelo de este Estado. ¿Qué izquierda es la de esos partidos impostores que viven más a gusto en compañía del PNV, Convergencia o ERC que con nosotros, que profanan hasta tal punto los conceptos políticos y las ideologías que hacen creer a muchos que es más progresista la alianza con las burguesías locales más depredadoras que el logro de un Estado social con derechos iguales y máximos para todos sus ciudadanos?
Es hora de tomar conciencia, de una vez, de que defender un Estado español con medios suficientes y capacidad para hacer en todo su suelo una política social eficaz y no fiada a los mandarinatos locales es cosa totalmente independiente de las ansias del PP, que quiere también a España, sí, pero no ésa de la igualdad y la justicia social profunda que una izquierda decente tiene que reclamar por principio.
Ciudadanos de Cataluña rompe con esa bipolaridad funesta porque proclama que se puede ser al tiempo catalán, español y socialista. Que ser catalán y cultivar las particularidades identitarias no tiene por qué suponer ser antiespañol, trincar lo mejor del presupuesto común o estar en guardia permanente ante Castilla, Extremadura o Asturias, y que ser socialista no tiene por qué implicar el luchar a brazo partido y con cualesquiera artes por arrebatar a los demás ciudadanos del Estado su parte de la tarta, al contrario. Al romper la bipolaridad ficticia y ofrecer una tercera opción, forzarán a la reflexión y a una toma real de partido que muchos no deseaban, pues a ver con qué cara en adelante se dice usted socialista y vota al PSC, o se dice ciudadano del mundo y vota a Convergencia o ERC. Fracasarán tal vez, puede que se hundan estrepitosamente, pero será, en tal caso, porque el electorado catalán es lo que es y no lo que gustaba de fingir.
La otra dicotomía forzada que Ciudadanos de Cataluña viene a fracturar es la que ve incompatibilidad entre las identidades múltiples y superpuestas que cada uno de nosotros porta. En lugar de círculos concéntricos, conjuntos disjuntos. ¿Estoy forzado yo, por ser asturiano, a elegir, cual si de matrimonio monógamo e indisoluble se tratara, entre el amor a la “nación” asturiana y el amor a la “nación” española? ¿Soy traidor a mis orígenes y vendido a un misterioso enemigo si busco la conciliación de los dos afectos y las dos lealtades en un Estado español y una Constitución común que garantice, al tiempo, que los asturianos (o los catalanes, o los gallegos, o los andaluces, o los castellanos...) podamos seguir siendo como somos y, a la vez, que cada uno, sea de donde sea, tenga asegurados por el Estado común el disfrute igualitario de sus derechos más básicos? ¿Debe mi asturianía mostrarse en mi preferencia de que sean los de mi tierra y mis costumbres los que tengan más y mejores servicios, carreteras más cómodas o aeropuertos más grandes? ¿Debe el amor a mi tierra y mis gentes (quiénes son en realidad mis gentes, que ésa es otra, pues con muchos del "Oviedín de toda la vida" tengo menos en común que con los campesinos catalanes o vascos) mediatizar mis sentimientos de solidaridad y obligarme a establecer jerarquías entre los ciudadanos de mi Estado o del mundo? ¿A cuento de qué, sino es de una fe acrítica, sectaria y pueril? ¿A qué ciudadanos traicionan, con qué patria son infieles, los miembros de Ciudadanos de Cataluña que reclaman enseñanza plenamente bilingüe (he dicho bilingüe)? ¿Hasta a los hijos hay que sacrificar en el altar de la Nación, con mayúscula, bajo la curiosa idea de que les conviene más saber un idioma que dos y una historia particular en lugar de una historia común –que es la real-real, por otra parte-?
Hay otro aspecto llamativo en los fundadores de Ciudadanos de Cataluña: todos tienen de qué comer y un prestigio ganado, les vaya bien o mal en la vida política. Cosa de la que pocos de los que nos gobiernan, aquí, allá o acullá, pueden presumir. Otra razón más para que los apedreen los profesionales de la política como cuento alimenticio.
¿Cuándo nos ponemos en marcha por estos lares? Para cuándo una federación de Ciudadanos de España que agrupe, bajo ideas de ilustración y progreso igualitario, a Ciudadanos de Galicia, Asturias, Euskadi, Castillas(s), León –por qué no, si es para esto-, etc.? ¿O acaso vamos sólo de boquilla?

20 comentarios:

IuRiSPRuDeNT dijo...

Partidos con ese talante sean de corte regionalista o no, con bandera y folclore si cabe pero que quede en segundo plano y como primer plano la justicia redistributiva, un concepto descentralizador del estado pero centralista en lo que cabe a conseguir la compensación territorial estatal y con tendencia a una federación en esa unidad principal de ideas sería el revulsivo que necesitaríamos en estos momentos.

La figura del político que tiene su vida asegurada, solvencia de por si, y que no tiene otro interés ajeno que el compromiso con unas ideas me parece un mito. Pues esa solvencia y ese compromiso son los miembros de su propio partido los que tiene que valorarla: con lo cual el tema de la idoneidad o no de una persona como político se resuelve con partidos internamente democráticos y no de fachada.

El futuro de esos partidos que están comenzando a florecer con el interés de ser llave entre los mayoritarios es casi nulo.

Para comenzar los medios de comunicación nunca estarán de su lado, quizás cuatro eruditos comprenderán sus ruedas de prensa, y sus acciones; la ciudadanía se quedará con los titulares que sobre ellos hagan los partidos dominantes: serán siempre los malos de la película. Si cuajan es posible que se queden con un electorado fijo, incondicional, y muy selectivo. Pero serán carne de cañón.

A eso hay que añadir que algún dirigente que toque poder se convierta en un pequeño musulini, y se descuelgue de todo en beneficio propio.

¿Futuro? Mucha fe es lo que necesitan y unas espaldas anchas.

¿O quizás por qué no? Quizás venga la revolución, quizás esta ciudadanía dormida no lo esté tanto y tenga ansias de un gran cambio, ojalá.

Anónimo dijo...

Me gustan porque respetan un tabú menos que los otros: algo es algo. Sugiero slogan: "Vote CpC: ¡aproveche ahora que aún no nos hemos corrompido!".

Anónimo dijo...

Pues a mi me parece cojonuda la idea y el coraje que han tenido. Se han puesto a navegar contracorriente y arriesgándose a recibir insultos y perder subvenciones para defender sus ideas con dignidad. Por lo menos se ve que existen personas valientes y con sentido común, que dicen lo que piensan.
Ciudadanos por España

Anónimo dijo...

No se por qué antetodomuchacalma presupone que todo político se va a corromper, eso es como la falacia de todo hombre/mujer tiene su precio. A mí no me compra ni el oro de Fort Knox, ni el de Moscú, ni la mujer más guapa del mundo.

Anónimo dijo...

En lo de la corrupción parto de un método estadístico de tendencia. Antes o después les saldrá un golondrino de corruptela, y después tres, y después once, y después uno muy, muy gordo. Y si no, mala señal: será que no gobiernan.
La corrupción es un coste de la gestión democrática. Es una señal de salud, una señal de que los particulares gestionan lo común (me convenció Durkheim). Y la democracia sana lo perseguirá hasta alcanzarse un cierto equilibrio (ahí le convencí yo a Durkheim) (ya lo sé: la hostia).
Quien niegue no ya la falibilidad "in vigilando", sino incluso la falibilidad "in eligendo" es que nunca ha tenido que montar un equipo para hacer nada.

Anónimo dijo...

Coincido con todos vosotros que es un nuevo ingrediente en esta cocina política tan vista.

Los partidos nacionalistas le han dado la vuelta a la tortilla, de tal manera que en Cataluña ser español es un insulto. Lo más cachondo es que esos mismos partidos hablan de pluralidad, cuando tienen a los medios secuestrados (subvencionados, o sea) para imponer la línea de pensamiento único.

Un ejemplo: ayer vi un debate en la tele donde había varios contertulios nacionalistas y otros no nacionalistas. Y uno de estos últimos era Arcadi Espada. Del lado nacionalista estaba un profesor económico de la UB (lo siento, no recuerdo el nombre). Para atacar a Espada dijo algo así como: "El diario El Mundo le ha contratado a Ud recientemente. De ese periódico donde Ud publica sus columnas, escribió Gómez de Liaño: con este Estatuto será el fin del Estado español con fecha X" con la clara intención de menospreciarlo, como si por escribir en el mismo medio pensaran igual.

En Cataluña, si lees El Mundo o escuchas la Cope eres un fachorro y claro, necesariamente vas en contra de Cataluña. Digamos que es una conciencia que se ha extendido de manera generalizada. Y claro, nadie quiere ser señalado por ahí. Hasta el kioskero te mira medio raro. Parece mentira, pero con ese triste argumento, ya vale para menospreciarte. En cambio, puedes decir como nacionalista lo que te salga en gana, porque está bien visto. Por cierto, a todo esto, la respuesta de Espada fue buenísima. "Eso es como si yo a Ud. le hago responsable de las animaladas que pueda decir otro profesor de su universidad".

El quid de la cuestión es que en teoría Ciudadanos de Cataluña está pensado para llegar a ser un partido de izquierdas, pero no nacionalista y sin embargo mucha gente lo empieza a ver como un partido de derechas simplemente por alertar del enfrentamiento entre España y parte de sus territorios para poder hacer de cada comunidad su cortijo. Ya he escuchado alguna voz que afirma que se trata de un submario del PP y claro, nadie quiere ser señalado... El éxito estará en si son capaces de romper las largas ataduras mentales de la gente. Tienen un año y medio por delante.

También me gustaría que alguno de Uds. se animara a desmitificar el modelo alemán, que tanto utilizan nacionalistas vascos y catalanes como si fuera la panacea que nos va a permitir estar todos contentos. Insisten especialmente que la decisión última del reparto económico no pasa por la decisión del gobierno que haya en Berlín. Estos nacionalistas de pacotilla quieren las transferencias del estado autonómico, pero la pasta del federal.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me permito solicitar aclaración sobre las "transferencias" a las que se refiere Alatriste. ¿Se refiere a transferencias en sentido económico o a la transferencia de competencias (las aludidas por los arts. 148 y 149 CE 1978)? Si es la segunda acepción, los Länder tienen más competencias que la mayoría de las CCAA españolas (el Estado central alemán es bastante simbólico, cosa que en el año 1949 parecía una gran ventaja para Europa).
Y con respecto a si hay Länder ricos que quieren jugar su propio juego, reduciendo sus "transferencias" (económicas) a otros Länder menos ricos, poniendo obstáculos a la homogeneización de títulos, empleando el idioma como elemento distintivo... creo que quienes, como nuestro anfitrión, han vivido un tiempo en Baviera pueden contar su experiencia. Allí un español es (informalmente) mejor recibido que un renano. Überalle kuezen Habas.

Anónimo dijo...

No tiene nada que ver con el post, pero me gustaría saber , por favor, la opinión de antetodomuchacalma. Caminaba el anónimo ayer dirección a los Juzgados donde está realizando este mes la práctica jurídica en el juzgado de lo Penal nº 1 cuando ¡¡ahí va!! como seis secretas en plan discreto, merodeando (para ellos cumpliendo el deber), el anónimo cavila y para sus adentros interpreta que en tal portal cercano a los maderos rondantes vive un antiguo conocido que debido al enganchón que tiene anda puliendo de eso que coloca. Pues a tomar por culo, se acerca al portal , coloca entre su cara y el interfono el libro de Derecho Penal parte especial que lleva para seguir las prácticas, evitando así que las perras vean donde timbra y a la vez que no puedan leer los labios; pulsa y casi al instante oye la voz de su conocido, el Alv... preguntando que quién, soy anónimo, mira que te digo, ni se te ocurra bajar que estiñan paquí los chungos, que yo vea son seis entre ellos el Espadas y el Zape. Gracias tronco ya me hago cargo.
Si la sociedad fuese justa o el individuo fuese un violador, tal vez hubiese actuado de otra forma anónimo. Pero como tras mucha lectura no sabe lo que es justicia, le pareció conveniente que su conocido, ni tan siquiera su amigo, fuese a dependencias policiales ese día, porque no se le puso en los cojones ¿vale?, así son los obreracos licenciados en Derecho antetodomuchacalma. Tendría Vd la amabilidad de darme su opinión, como habrá comprendido ese anónimo era yo.

Anónimo dijo...

donde digo : "...,ni tan siquiera su amigo, fuese a ..." hay que leer ..., ni tan siquiera su amigo, no fuese a ...

Anónimo dijo...

Sehr geehrter Hr. VorAllem,

tardaré un poco de tiempo en contestarle, porque se da la circunstancia que yo he vivido un año en NRW y otros tres en Bayern. Aportaré mis vivencias personales, sobretodo en lo relativo a los renanos, los Fishkopf usw.

MfG

Anónimo dijo...

Sehr geehrter, untröstlich trauriger Fluegel:
Pues como su estancia no sea muy antigua ¡a lo mejor nos conocemos! Porque entre el Isar y el Rin (y algún otro río de allá) me he tirado unos añitos entre el 97 y el 01. Y, como usted esos años no se los pasaría de turismo (quién pudiera), sino de trabajo en alguna Uni, a lo mejor hemos coincidido alguna vez. A ver si aunque sea sólo de vista...
[Insana curiosidad: me llama la atención que pese a haberse tirado el triple de tiempo con los bávaros (de quienes dicen los renanos: "son eso que puso Dios entre los austríacos y las personas"), en especial vaya a hablarme de los renanos... ¿traumático el tránsito de la Weissbier a la Weizenbier, del Gruess Gott o el Servus! al Guten Tag o el Hallo, de la Oktoberfest al rheinischer Karneval... o de la Prof.-Huber-Platz al Juridikum?].

Anónimo dijo...

¡Qué gracia! Entre el 93 y el 2001 también andaba yo, a ratos más o menos largos, por NRW.
El dueño de este invento tendrá que celebrar las 100.000 visitas con una invitación en la Oktoberfest!
AG

Anónimo dijo...

AG?
Aktiengesellschaft?
Arbeitsgruppe?

Anónimo dijo...

Siento romper las expectativas generadas, pero no soy Jurista, ni tan siquiera abogado (jeje, me habéis pillado...) Por eso solicitaba ayuda a algún experto con respecto al juego de las competencias.

Esta semana que entra voy a estar fuera y no podré contestar como le prometí a VorAllem. Sólo diré que tras la pregunta "Wo kommst du her?" nunca he escuchado nadie decir Bayern, NRW o Niedersachsen. Después de pasearme por todos los -amt posibles, nadie me ha hablado en algo que no sea Hochdeutsch ni tan siquiera he visto un cartel en uno de sus múltiples dialectos.

Cuando jugábamos la pachanga futbolera después del trabajo, era siempre "Deutschland gegen den Rest der Welt". Si les faltaba algún jugador, "nacionalizaban" a alguno con doble pasaporte alemán (dígase argentino, colombiano o brasileño). Nunca he escuchado nada de la aspiración bávara para competir a nivel internacional, usw.

Asi que me hace gracia cuando me cuentan que "los de Hamburgo tratan a patadas a los de Munich" para justificar el nacionalismo de aqui, cuando no han salido de su ombligo.

¿Qué no son homogeneos todos los alemanes? Seguro, de la misma manera que uno de Sahagún no es como uno de Picos. Pero cuando leo "Allí un español es (informalmente) mejor recibido que un renano" me acuerdo por ejemplo de la diferencia de lo que le pagaban a un alemán y lo que nos pagaban a los españolitos, a pesar de hacer trabajos similares, o la desconfianza al preguntar por pisos o al ir de médicos, no me queda más que batirme!

Siento no tener tiempo para explayarme cuando un alemán me preguntó de dónde era y otras anecdotillas que dejaré para otra ocasión o no haberme explayado más en las que he contado.

PS: AG, ich bin bei Dir. Die Krüge hoooooch...

Anónimo dijo...

- Lo que le hace gracia a la gente es imprevisible. Por ejemplo: a mí me pueden hacer gracia los intentos de buscar justificación a las propias posiciones políticas en las actitudes de las personas que conoció en otro país... pero todo ese gracejo mío no me da ni un ápice de razón de más.
- ¿Que ha vivido en Baviera y no le han hablado en dialecto? Hable con los de Marsáns: a ver si le va a haber atendido el que me mandó a mí a Moscú. Como extranjero, me harté de que me corrigieran los saludos hacia el Gruess Gott, y que me dirigiesen, por supuesto, expresiones en dialecto. No le digo más que tras doce mesecitos largos en Múnich, llegué a Renania totalmente acostumbrado a emplear los saludos y expresiones de cortesía en bávaro. La peña se descojonaba de modo similar a como haría usted si oyese a un investigador invitado sueco dirigiéndole un indolente "Boas noites", "Bona tarda" o "Egunon". Tardé meses en quitarme de encima el Servus, el Gruess Gott / Gruess dich, el diminutivo en -l, etc.
- Con respecto a sus intenciones de batirse, honradamente debo decirle que recapacite: batirse es una actividad más propia de los huevos, las natas o los récords. Y sobre la extranjería: aquí pagan menos a un magrebí y más a un sueco. En lugares donde he trabajado pagaban más a los informáticos indios que a los españoles. No es la extranjería, es algo parecido a lo que la valenciana llama aporofobia. En Alemania tuve como extranjero la seguridad social que no tengo aquí (con pago ÍNTEGRO de los medicamentos y operaciones que requerí), los transportes en todo el Land donde estudiaba, etc. Amiguetes alemanes que investigan aquí se comen los mocos, y pagando.
Y me sigo acordando de la adversión al bávaro que contemplé en mis estancias en Renania del Norte/Westfalia o en Hessen... posiblemente coinspirada por ciertas cositas de los bávaros y su neorriquismo, cuya universidad no acepta plenamente la selectividad (Abitur) de los demás Länder, que no admiten acreditaciones técnicas de otras administraciones, etc.

Anónimo dijo...

Lamento no tener yo tampoco mucho tiempo y que este comentario se vaya perdiendo ante la "fecundidad creadora" de Garciamado, pero no quisiera dejar pasar la oportunidad de al menos dar una opinión muy subjetiva y personal. Reconozco que es así porque se fundamenta exclusivamente en lo que yo viví...

Yo también he estado en Alemania, y curiosamente he compartido con antetodomuchacalma varios destinos. Tanto en el Norte (múltiples ciudades) como después en Baviera y más concretamente (en los últimos tiempos) en Munich.

No aprecié, sin embargo, esas tensiones que Ud. menciona ni escuché las barbaridades que las que se escuchan aquí todos los días en relación a la unidad nacional y todas estas cosas que están tan de moda con el Estatuto catalán...

Es cierto que en Munich se utilizan expresiones de cortesía como las que Ud. cita, todos nos hemos ido quedando con el servus, por ejemplo. Pero en ningún caso vi carteles en dialecto, ni me exigieron hablar dialecto para estudiar en su Universidad, ni se dirigió nadie a mí en dialecto por la calle. Es más, en mi caso la transición fue al revés: de norte a sur. Y nadie se reía de mí por decir Guten Tag en lugar de Servus. Ni mucho menos. Nadie me obligó a decir nunca una expresión en bávaro ni me trataron con aspereza por no hacerlo, y lo cierto es que no lo hacía porque no era eso lo que estaba habituada a decir después de mi larga estancia en el norte.

Creo que el malestar del resto de los españoles con los catalanes no se debe a que se despidan con un adeu o a que agradezcan las cosas con un merci sino a que pretenden convertir el catalán en lengua única oficial y en elemento excluyente para decir tú sí, tú no.

Curiosamente los políticos catalanes claman al cielo porque un juez o Catedrático o funcionario de la Administración pública pueda serlo sin hablar catalán. Y sin embargo, qué gracia, no he visto a muchos barrenderos, camareros de terraza en chiringuito veraniego o cocineros trabajando a más de 30 grados hablando en catalán... para esos trabajos tan dignos y bien remunerados ya les da igual a los nacionalistas el dominio de la lengua patria (o quizá sea mejor decir "nacional")... Ocurre igual en otras Comunidades empeñadas en ensalzar su lengua. Aplaudo su interés en preservar un elemento esencial en su cultura e historia, pero no su empleo como arma arrojadiza para imponerse y guardarse las correspondientes cotas de influencia allí en donde consideran que reside el poder.

Esa manipulación idiomática no la viví jamás en Alemania, ni en el norte ni en el sur. Ningún país o Estado es perfecto. Todos tienen sus defectos, es cierto. Pero no aprecié nunca allí el histerismo desintegrador y falseador de la historia que se aprecia en España (ahora resulta que menos León, Castilla y Aragón el resto fueron todo naciones nacionales del copón con una historia, lengua y folclore que ya quisiéramos nosotros). Se podrán criticar aspectos concretos de la política, de la convivencia o de la forma de ser alemana, pero es que a nosotros no hay quién nos coja por banda...

No he visto jamás quemar la bandera alemana en un partido de futbol, ni desplegar una pancarta enorme en el estadio olímpico de Munich que diga "Bayern is not Germany". Sin embargo hace unos días se desplegó una pancarta tamaño extrasupergigante en Barcelona (con el beneplácito de la directiva correspondiente) con un "Catalonia is not Spain", un hecho habitual, por cierto, en muchos eventos deportivos. Tampoco he visto nunca en ninguna ciudad europea carteles o conferencias denunciando la opresión del Estado alemán sobre Baviera u otros Länder y sin embargo sí he llegado a ver en ciudades como Viena carteles alusivos a la opresión del Estado español sobre el pueblo vasco y convocatorias de conferencias sobre los "países" vasco o catalán (le aseguro que se le cae la cara a uno de verguenza cuando lee un cartel en el que se habla de la cifra de muertos "a manos del Estado español" y algún austriaco amigo le pregunta alarmado si en España continúan existiendo las torturas).

Al igual que uno de los comentaristas del blog, no he preguntado nunca a ningún alemán "Woher kommst du?" y me he encontrado con respuestas políticas, y sin embargo sí he tenido que deshacer entuertos con muchos alemanes que me preguntaban extrañados por qué un amigo suyo o un compañero de clase o un colega de trabajo vasco o catalán les había dicho que venían de un país no formaba parte de España.

Y, por compartir recuerdos nostálgicos con uno de los comentaristas del blog, ¡¡a mí también me operaron en la clínica Rechts der Isar!! Parece mentira los lazos que crea este blog...

Anónimo dijo...

Cáspita: ahora como se te ocurra decir que lo de Ronaldinho sí que es jugar, te crucifican por ser un Carod Perpiñán Amigo De Los Terroristas.
Preguntó A.T. lo de la comparación con Alemania y las transferencias a las CCAA, y le dije en mi mejor Jojdoich que Überalle kuezen Habas (sin ir más lejos: Baviera no admitía la selectividad del resto de Alemania: ¿te imaginas que Maragall suelta una así? Lo de la bomba de Leo Bassi habría sido poco comparado con la que le habrían hecho).
Por supuesto, de ahí en adelante no voy a pretender que Alemania tenga una cuestión nacional decimonónica por resolver en el siglo XX (como sí España). Tampoco diré que hacen mejor salmorejo en Hamburgo, ni que cantan las mejores joticas en Frankfurt: la comparación fue hasta donde fue.
Y sobre lo del bávaro... pues amigo, humildemente creo que la aspereza no la dan las tierras sino las personas. No me negará que si va Vd. con el Grüss Gott por Alemania p'alante, les chocará, como le chocará a usted ver al japonés integradísimo diciéndole "Boas noites, quillo, força al canut". Y lo de los carteles y el bávaro... caray con el "I mog di", el "Gemma!" y el "Oans, zwoa, drei" (eeh.. vaya, quizá me pasé demasiado tiempo de Biergarten).

Anónimo dijo...

Hmm... yo también pasé tiempo en los biergarten... y sin embargo esas frases las vi fundamentalmente impresas en las camisetas y postales que compraban los turistas en Marienplatz más que en ningún otro sitio... Tanto en la Universidad como en el trabajo me hablaron siempre en Hochdeutsch. No sé, quizá tuve suerte y los tres años en Munich me las apañé para vivir en un auténtico estado de privilegio...

En cualquier caso no he negado que existan las peculiaridades (lingüísticas, geográficas, legales y del tipo que sean). Esas existen incluso entre los hispanohablantes (por ejemplo, las variedades y diferencias lingüísticas dentro de España o de los españoles con los latinoamericanos, muchísimo más notorias).

Pero sigo afirmando que políticamente no vi ni el histerismo ni el histrionismo que existe por estos lares.

Por cierto, y en cuanto a su ejemplo de Abitur... lo siento pero me parece 10.000 veces peor lo que hace Maragall: legalmente nuestra selectividad es válida e igual en toda España, sin embargo cualquiera que quiera estudiar una carrera en Cataluña debe aprender primero (no simultáneamente) su lengua. Basta con ver el número de quejas planteadas ante el Defensor de las correspondientes Comunidades Universitarias por alumnos no catalanes ante hechos tan sumamente ilegales como la negativa de los profesores de repartir el enunciado de los exámenes en castellano, su rechazo a corregir exámenes en castellano o a responder a dudas del alumnado en castellano (incluso en horario de tutorías).

Qué quiere que le diga... pero al menos en Baviera saben a qué atenerse. Existe una Ley y se cumple. Me podría parecer mejor o peor que el traspaso de competencias llegara a ese punto, pero lo que me parece fatal es el estado actual de "déjame lo tuyo a mí, que ya cuido yo lo mío para que no sea tuyo". Es de auténtica traca.

Imagine Usted lo que ocurriría si cada vez que la superpoblada Universidad de Barcelona envía a alguno de sus profesores (aunque sólo sea temporalmente) fuera de sus aulas se les exigiera el dominio del bable, el leonés, las tradiciones de la zona o cualquier otro localismo. Eso sería una discriminación manifiesta y una opresión española indudable del carácter catalán, frente a lo suyo que es... una discriminación encubierta... Esa discriminación actual existe y me parece mucho más peligrosa por su propia indefinición y por la vista gorda que se hace política e institucionalmente al respecto.

Anónimo dijo...

1. BAVAROISE:
Sí, es el Biergarten. Si en un año yo podía hacer mis pinitos en bávaro y usted en tres no, será que se movió más que yo por la Uni y menos por los Biergarten. Claro: el catedrático era nacido en Hamburgo, y de los ayudantes, sólo uno era bávaro (y por cierto, un figura: iba con pantalones tradicionales bávaros a trabajar al despacho... el amigo era un poquito derechoso).

Anónimo dijo...

2. NO WAY OUT.
a) Los catalanes, gallegos y vascos pretendemos que también nuestras lenguas co-oficiales sean lenguas de transmisión cultural, en especial en la Universidad. La cooficialidad de estas lenguas ampara formal y constitucionalmente la pretensión. Quien pretenda que no sea así, que vaya preparando el Superhänchen que ordena el art. 168 CE si alguien quiere cargarse la cooficialidad del 3.2 CE y los deberes estatales del 3.3 CE: (votación por 2/3 de Congreso Y de Senado, disolución, nuevas elecciones, de nuevo 2/3 de las nuevas cámaras y Referéndum, que ahora mola mucho el referéndum).
b) Para esto es necesario contratar gente que sepa hablar las lenguas en la Universidad. Si conoce usted otra posibilidad viable, me encantaría conocerla. Se me ocurre, por ejemplo: poner traductores simultáneos. No sé cómo lo ve. SI NO, NO SE ENSEÑARÁ EN ESTOS IDIOMAS OFICIALES, O SE HARÁ SÓLO ALLÁ DONDE LE SALGA DE LOS GALONES AL PERSONAL, que será quien decida si le apetece o no que una de las lenguas cooficiales tenga docencia.
c) Es cuando menos llamativo (y cuando algo más motivo para descojonarse de la coherencia argumental de algunos defensores de la ley del embudo) que si no hay horas de castellano en la primaria, es una putada, y si tiene que haber horas de catalán, gallego o vasco (i.e.: si tiene que haber FUNCIONARIOS que hablen esos idiomas), es aún más putada. Pues habrá que aclararse.
En mi modesta opinión, es idénticamente putanesco: a) que no haya oferta de más horas en castellano en primaria donde sea necesario; y b) que no haya grupos en las demás lenguas oficiales en las respectivas universidades.
Pero supongo que opiniones habrá para todos los gustos. Sin ir más lejos, acabo de leerle que la situación de privilegio es la de ir a una región y no oír su dialecto.