25 noviembre, 2009

Un capítulo de mi testamento vital

Caramba, he leído ayer una noticia en la edición digital de El Mundo que me ha dejado sobrecogido. Resulta que en Bélgica acaban de descubrir que un hombre que supuestamente llevaba en coma veintitrés años y que ahora tiene cuarenta y seis en realidad no había perdido la conciencia, no se hallaba en "estado vegetativo" como se cría y pensaban los médicos, sino que sólo tenía todo el cuerpo paralizado y no podía moverse ni expresarse, pero se enteraba de todo.
Qué horror. ¿Se imaginan lo que habrá tenido que oír? Menudos comentarios se harían en su presencia al creer que estaba mentalmente ausente. Y cómo se habrá aburrido.
Se ha convertido en normal y lícito hacer testamento vital para dejar dispuesto que desenchufen a uno de aparatos y sondas cuando la enfermedad sea terminal e irreversible, y bien está y habrá algún día que firmar el documento de marras para evitar ensañamientos médicos y traumas adiconales de los allegados, pero me estoy planteando redactar una versión sui generis de esas manifestaciones de volutad: una declaración de lo que quiero que me hagan si un día me quedo en coma o piensan que estoy así. Por si las moscas y hay error en el diagnóstico o me doy cuanta de algo en esa situación, pienso disponer y rogar a quien proceda o ande cerca cosas como las siguientes:
a) Que nadie me critique de cuerpo presente ni comente cerca de mí que siempre fui un cabronzuelo o que menudo pelmazo y cuánta lata doy en ese trance.
b) Que cada tanto y sin grandes retrasos se me hagan unos mimos sexuales en todo lo que mi cuerpo permita y aún en lo que parezca que no reacciona. En una de éstas y con un buen tratamiento de ésos, revivo por completo.
c) Que no se diga en mi habitación ni pio de cómo va la universidad, qué tal marcha Bolonia y cuántos pedagogos se han encaballado en el poder académico, no sea que decida para mis adentros dejarme morir de verdad y por completo.
d) Que tengan todo el día sintonizada Radio Clásica al lado de mi cama y que los sábados por la tarde me pongan unos discos de salsa -Ismael Rivera, Gilberto Santa Rosa, Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, El Gran Combo y así- y algún tango.
e) Que los domingos por la tarde me conecten un buen programa deportivo, para saber cómo le va a Sporting.
f) Que me mientan por piedad si, para entonces, Zapatero sigue ganando elecciones y gobernando, y que se inventen que manda cualquiera, aunque sea el tonto del pueblo. Quiero decir otro tonto cualquiera.
g) Que los viernes de madrugada me conecten la porno del Plus, o equivalente, y con buen sonido.
h) Que todos los días que sea posible alguien me lea un par de horas, pero buenas novelas y clásicos, nada de libros de Derecho o de autoayuda para comatosos y de resucítese a sí mismo con ayuda del power-point.
Y no sigo, porque casi dan ganas de fingir que uno ya está p´allá y que comience el tratamiento.

1 comentario:

AnteTodoMuchaCalma dijo...

HOYGAN, que por ahí hay gente diciendo que lo del belga es un fraude. Y no son precisamente ni los más tontos, ni los menos fiables de la clase...


- En la revista Oxoniense de Ética Práctica.

- En la muy trendy WIRED.

- El gran James Randi.

- Y el NeuroLogica.

- Y este sr. cátedro.